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Koldo fue testigo de la reunión entre Zapatero y Ábalos: «Estos se van a forrar con Plus Ultra»

El propósito de ese encuentro fue conceder a la aerolínea el estatus de «empresa estratégica» para poder rescatarla

Koldo fue testigo de la reunión entre Zapatero y Ábalos: «Estos se van a forrar con Plus Ultra»

José Luis Zapatero y José Luis Ábalos. | Ilustración de Alejandra Svriz

Koldo García Izaguirre, asesor de José Luis Ábalos, estuvo presente en una reunión clave entre el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y Ábalos, entonces ministro de Transportes, según confirman fuentes presentes a THE OBJECTIVE. El propósito de ese encuentro era discutir el apoyo a Plus Ultra, una aerolínea de capital venezolano que buscaba obtener el estatus de «empresa estratégica». Ese reconocimiento era crucial para poder acceder al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (Fasee), gestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), una herramienta esencial en tiempos de crisis.

Zapatero se trasladó hasta el edificio de Paseo de la Castellana 67, en Madrid, donde se reunió con Ábalos en su despacho para hacer su solicitud. Fuentes cercanas a la reunión aseguran que la decisión de darle a Plus Ultra la calificación de «empresa estratégica» no solo sorprendió por el poco peso de la aerolínea en el mercado, sino también porque implicaba una inyección de recursos públicos en un contexto económico especialmente delicado, marcado por la pandemia de la covid-19.

Mientras tanto, en la antesala del despacho, Koldo García y otros colaboradores esperaban. Tras algunos minutos, Zapatero y Ábalos se retiraron a una sala contigua, buscando privacidad para discutir con mayor libertad. En ese espacio, el expresidente asumió un papel mediador, ejerciendo su influencia política para asegurar el respaldo a la aerolínea. Su intervención resultó fundamental, y gracias a su apoyo, Plus Ultra logró obtener la calificación que necesitaba, lo que permitió que recibiera 53 millones de euros en fondos públicos para sobrevivir a la crisis sanitaria y económica.

«Zapatero exigió que le diesen el rescate a Plus Ultra en ese encuentro», revela una fuente con conocimiento directo de las negociaciones. Esta presión se transmitió principalmente a través de Pedro Saura, quien por entonces ocupaba el cargo de secretario de Estado de Transportes. La intervención de Saura fue clave, ya que, de acuerdo con los criterios establecidos por el Fasee, su respaldo como responsable del área era fundamental para que cualquier solicitante recibiera la calificación de empresa estratégica.

En medio de todo esto, Koldo García, que había sido testigo de la llegada de Zapatero y Ábalos al despacho, no pudo evitar hacer un comentario en privado a uno de los presentes en la sala contigua: «Estos se van a forrar con Plus Ultra». Unas palabras que reflejan, además de la operación en ciernes, la sorpresa y el desconcierto que muchos sintieron al ver cómo una aerolínea con tan poca relevancia en el mercado nacional lograba acceder a una ayuda pública tan significativa.

Presiones al secretario de Estado

La operación se desarrolló en dos frentes. Por un lado, Zapatero, en estrecha coordinación con Ábalos, ejerció presión directa sobre Saura, que tenía vínculos con el zapaterismo por su estrecha relación con José Blanco durante su mandato como ministro, para asegurar la aprobación de la aerolínea. Por otro lado, Ábalos, desde su puesto ministerial, también insistió en que la Secretaría de Estado acelerara el proceso para evitar retrasos.

El encuentro entre el expresidente y el ministro ocurrió unas semanas antes de que el Consejo de Ministros aprobara el primer rescate del Fasee, en noviembre de 2020, cuando se otorgaron 475 millones de euros a Air Europa. Plus Ultra ya había iniciado las gestiones para solicitar la ayuda desde el 1 de septiembre de ese mismo año, tal como la propia aerolínea informó a sus empleados en una comunicación interna divulgada tras las revelaciones de THE OBJECTIVE. Este periódico también contactó con José Luis Rodríguez Zapatero, que ha optado por no hacer declaraciones al respecto. 

Por su parte, Ábalos –como suele hacer de manera habitual cada vez que se publican informaciones sobre sus negocios– lo ha desmentido. Sin embargo, hay que destacar que las investigaciones periodísticas adelantadas por este periódico han sido confirmadas años después de su publicación por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Motivo por el que actualmente el exministro José Luis Ábalos está investigado por delitos de organización criminal, cohecho, tráfico de influencias y malversación

Desconcierto en la SEPI

La solicitud de Plus Ultra provocó no solo controversia, sino también una gran sorpresa dentro de la SEPI. La decisión de otorgar a una aerolínea de tan escaso peso en el mercado nacional el estatus de «empresa estratégica» generó una considerable estupefacción entre los técnicos y responsables del organismo público.

El Fasee, desde su inicio, había establecido que solo las empresas cuya actividad fuera crucial para la economía nacional o cuya desaparición pudiera comprometer sectores esenciales podrían acceder a la ayuda. Además, el procedimiento requería un informe positivo de la Secretaría de Estado de Transportes. A través de la Dirección General de Aviación Civil, que depende directamente de Pedro Saura, Plus Ultra consiguió el respaldo necesario para continuar con su solicitud. Sin embargo, el contenido de dicho informe sorprendió a muchos, provocando desconcierto y dudas entre los involucrados. 

El informe consideraba como estratégica a una empresa que, por su tamaño, número de empleados y presencia en el mercado, claramente no lo era, afirman las fuentes consultadas. En ese momento, Plus Ultra apenas representaba el 0,03% de los vuelos en España y se encontraba en el puesto 166 del ranking de aerolíneas activas del país. Su flota estaba compuesta únicamente por cuatro aviones alquilados, de los cuales solo uno estaba en funcionamiento cuando presentó su solicitud. Además, la compañía arrastraba pérdidas de ejercicios anteriores, lo que dificultaba atribuir su situación financiera únicamente a los efectos de la pandemia.

Lo que más llamó la atención, según las mismas fuentes, fue que otras empresas con una mayor relevancia económica y número de empleados no lograron obtener el reconocimiento como estratégicas. Un ejemplo de ello fue la editorial SM, que contaba con 685 trabajadores y cuya solicitud de ayuda fue rechazada con el argumento de no cumplir con los requisitos establecidos.

Estos hechos fueron investigados por la juez Esperanza Collazos, titular del Juzgado de Instrucción nº 15 de Madrid, que detectó irregularidades y abrió una investigación en 2021 por presunto delito de malversación y prevaricación. Sin embargo, la causa se archivó por un error procesal en la prórroga de la instrucción. 

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