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Sánchez se negó a vetar a Huawei tras recibir en Moncloa al jefe de la diplomacia china

La presencia de Huawei en áreas críticas hace que EEUU se plantee cortar la colaboración de inteligencia con España

Sánchez se negó a vetar a Huawei tras recibir en Moncloa al jefe de la diplomacia china

Pedro Sánchez con el ministro de Exteriores chino en abril de 2024.

Cuatro días. Ese fue el tiempo que pasó desde que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibió en Moncloa al ministro de Exteriores chino hasta que el Ejecutivo anunció que no tenía «ninguna intención» de incluir a Huawei en el registro de «suministradores de alto riesgo». Una calificación que hubiera supuesto un veto explícito a la participación del gigante tecnológico chino en proyectos sensibles para la seguridad nacional, como el caso de las redes 5G, la infraestructura informática que almacena las escuchas policiales y los datos sobre investigaciones de terrorismo y crimen organizado.

La presencia de Huawei en estas áreas críticas, desvelada por THE OBJECTIVE, ha provocado que Estados Unidos se esté planteando cortar la colaboración de inteligencia con España. Alegan que la ley china obligaría a la empresa a cooperar en posibles espionajes en caso de que los servicios de inteligencia chinos así lo requiriesen. De fondo, la figura del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, cuyas hijas tuvieron a Huawei como cliente, como conseguidor de la firma china ante Moncloa.

19 de febrero de 2024. Sánchez recibe en La Moncloa al ministro de Asuntos Exteriores de la República Popular China, Wang Yi. Viajó a España tras acudir a la cumbre de Seguridad celebrada en Múnich, en la que el jefe de la diplomacia china hizo un alegato contra la tendencia europea de aislar a China por «riesgos». «La economía mundial es como un gran océano que no se puede dividir en lagos aislados», señaló. No mencionó a Huawei, pero estaba implícito en el discurso. Tampoco lo hizo Moncloa en una escueta nota emitida tras el encuentro en el palacio presidencial en la que se ponía de manifiesto el «buen momento» de las relaciones entre España y China.

Cuatro días después, el 23 de febrero, era el ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá, el que anunciaba que el Ejecutivo no tenía «ninguna intención» de vetar a Huawei, incluyendo a la compañía en un registro de suministradores de alto riesgo para la implantación de las redes 5G. «España no tiene ninguna intención de hacer un listado de proveedores de alto riesgo y no hay ningún marco europeo que lo exija», señaló. Según sostuvo, se decidiría «caso a caso». Pocos días más tarde, en el marco del Mobile Word Congress (MWC) de Barcelona, el Gobierno escenificaría su acercamiento a Huawei con una reunión de la secretaria de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, María González Veracruz, con Eric Li, CEO de Huawei España.

Aquel fue un anuncio determinante. El hecho de que el Gobierno no elaborase esa lista e incluyese a Huawei en ella, como ocurrió en otros países europeos y en Estados Unidos, es precisamente lo que permitió que la compañía asiática pudiese seguir presente no solo en proyectos de 5G, sino también como suministrador de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Especialmente en áreas críticas como las de escuchas telefónicas del sistema policial Sitel, desveladas por THE OBJECTIVE y que han terminado provocando una crisis diplomática con Estados Unidos. Esos sistemas siguen aún hoy vinculados a tecnología de Huawei, ya que las cabinas de almacenamiento que custodian las escuchas en bruto son fabricadas por la firma china.

Escuchas, UCO, terrorismo…

El Gobierno se enfrenta a un nuevo frente tras estallar la polémica por el uso de tecnología de Huawei en el sistema de escuchas Sitel. La alarma ha llegado desde Estados Unidos, donde los presidentes de las comisiones de Seguridad, tanto del Congreso como del Senado, han remitido una carta a la directora de Seguridad Nacional, al secretario de Defensa, al fiscal general y a los máximos responsables de la CIA y la NSA. En ella advierten del riesgo de que datos sensibles del Estado español puedan haber quedado expuestos a China. Como parte de su advertencia, los legisladores estadounidenses citan informaciones exclusivas publicadas por THE OBJECTIVE, que revelan que el Ministerio del Interior encargó a Huawei el almacenamiento de las grabaciones telefónicas realizadas a través de Sitel.

Según ha podido confirmar este medio, la presencia de Huawei en sistemas críticos no se limita a Sitel. Fuentes de la seguridad del Estado señalan que otras unidades de peso como la UCO o la Jefatura del Servicio de Información también utilizan equipos del fabricante chino para el almacenamiento de datos. Estos dispositivos, integrados en su infraestructura en la nube, incluyen modelos como el Huawei Oceanstor Dorado 3000 V6 y el Huawei FusionServer 2288H V5. El primero actúa como un gran contenedor de datos, capaz de guardar cientos de terabytes, mientras que el segundo se encarga de gestionar el flujo de información entre distintas áreas de la Guardia Civil.





 





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