Pedro Sánchez y Begoña Gómez aterrizan en Lanzarote para pasar 23 días de vacaciones
El presidente del Gobierno ha optado de nuevo por el Palacio de La Mareta, donde permanecerá hasta el 25 de agosto

Pedro Sánchez y Begoña Gómez en la playa hace unos años. | Gtres
Pedro Sánchez ya se encuentra en Lanzarote, donde pasará sus vacaciones junto a la familia. Fiel a su destino habitual, el presidente del Gobierno ha optado de nuevo por el Palacio de La Mareta, una residencia oficial gestionada por Patrimonio Nacional, enclavada en la tranquila localidad de Costa Teguise, al este de la isla. Está previsto que permanezca allí hasta el próximo 25 de agosto.
Aunque el viaje tiene un claro carácter privado, no se descarta que durante su estancia el presidente mantenga algunos encuentros informales. Entre los posibles asistentes figuran el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero —ya presente en la isla—, así como el presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, y el ministro Fernando Grande-Marlaska, cuya visita aún no está confirmada. También está previsto que comparta un café con el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo. Además, podría recibir a algunos amigos personales, como el aventurero televisivo Jesús Calleja, como ya hizo en verano de 2023.
Como es habitual en este tipo de desplazamientos, la seguridad se ha reforzado de forma notable. En los últimos días, alrededor de 40 agentes de la Guardia Civil han sido desplegados en la isla, ampliando el perímetro de protección de 200 a 400 metros alrededor del complejo. Se trata de una medida excepcional para garantizar la seguridad presidencial durante su estancia en este enclave estratégico, donde no se descartan otras visitas de alto nivel político a lo largo de las próximas semanas.
El Palacio de La Mareta es uno de los enclaves más singulares de Canarias. Fue construido en los años 70 por orden del rey Hussein de Jordania, aunque nunca llegó a ser utilizado por el monarca. En 1989 fue donado al rey Juan Carlos I y, tras años en manos de la familia real, en 2015 pasó a estar gestionado por Patrimonio Nacional para usos institucionales, por decisión del rey Felipe VI.
La residencia fue diseñada por el artista lanzaroteño César Manrique, máximo exponente del estilo arquitectónico de la isla, y ocupa una superficie de 30.000 metros cuadrados. Entre sus instalaciones se incluyen dos piscinas, un lago artificial, canchas deportivas, helipuerto, biblioteca, salones, acceso directo al mar y diez bungalows destinados a invitados. Su arquitectura blanca y su integración con el paisaje la convierten en un referente del patrimonio insular.