Ineco refuerza su plan ético para evitar fichajes como los de Jésica y el hermano de Koldo
La compañía estatal exige a todos los empleados a «trabajar de forma eficiente durante la jornada laboral»

Ilustración de Alejandra Svriz.
Ineco, sociedad dependiente del Ministerio de Transportes, llevó a cabo el año pasado un refuerzo de su plan ético. Un programa que, entre otras cosas, intenta evitar fichajes como los llevados a cabo en el pasado, como los de Jésica Rodríguez cuando era pareja del exministro José Luis Ábalos, o de Joseba García, hermano de Koldo.
La empresa estatal deja claro en dicho plan, al que ha accedido THE OBJECTIVE, que «tiene una política de tolerancia cero frente al fraude y la corrupción». Además, sostiene que ha establecido «un sistema de control robusto, diseñado especialmente para prevenir y detectar, en la medida de lo posible, los actos de corrupción y corregir su impacto, en caso de producirse».
Asimismo, pone negro sobre blanco en su línea de actuación, la obligación de «elegir a los colaboradores y subordinados con arreglo a los principios de mérito y capacidad, según se recojan en el plan de carrera, procurando únicamente el interés de la empresa».

Hay que recordar que Jésica Rodríguez y el hermano de Koldo coincidieron prácticamente dos años en Ineco. Jésica Rodríguez dejó su puesto en febrero de 2021, nueve meses antes de que lo hiciese Joseba García. Tras su paso por esta compañía pública, este último fue fichado en marzo de 2022 por Emfesa. Estos enchufes han causado malestar interno y han levantado polvareda política.
Los cambios en los estatutos de Ineco promovidos por José Luis Ábalos en septiembre de 2018 permitieron que ambos pudieran ser contratados meses después, tal y como ha publicado recientemente este periódico. Apenas tres meses de llegar al poder, el ministro de Transportes, hoy investigado por casos de corrupción, dio la orden para facilitar los puestos para su amiga y para el hermano de su jefe de gabinete.
En febrero de 2024, justo días después de que estalla el denominado caso Delorme, popularmente conocido como caso Koldo o caso Ábalos, Ineco aprobó cambios en su plan antifraude, en el marco de las ayudas públicas Next Generation de la Unión Europea, reforzando los controles y la vigilancia. El documento, que fue revisado por el despacho de abogados Ramón y Cajal, fue firmado el día 26 de dicho mes.
Dedicación de la plantilla
En el apartado dedicado a la plantilla, Ineco exige que «los empleados deberán trabajar de forma eficiente durante la jornada laboral, rentabilizando el tiempo y todos los recursos que la empresa pone a su disposición, tratando de aportar el máximo valor en todos los procesos en los que participan, y cumpliendo los procedimientos establecidos para cada actividad. Durante la jornada laboral estipulada, los empleados serán responsables del uso del tiempo para fines laborales».

Este punto es especialmente llamativo, ya que según declaró ante el Tribunal Supremo la propia Jésica Rodríguez, no trabajó ningún día. Una irregularidad que la propia Ineco ha reconocido, al igual que la también pública Tragsatec, donde fue colocada posteriormente. Si bien, la primera acreditó ante el juzgado que trabajó 3.684 horas en diferentes proyectos de ADIF.
La amiga particular de Ábalos llegó a fichar horas extra como trabajadas. Al ser advertida de ello, pidió ayuda al hermano de Koldo, para cuadrar su jornada laboral. «No sé cuánto debería trabajar», le confesó la joven, la única de los 4.000 empleados a los que se le permitió teletrabajar.
«Wooola Joseba. La semana pasada al final puse 8h cuatro días y 6h el viernes= 40». Jésica, según las conversaciones intervenidas por la Unidad Central Operativa (UCO) que han sido incorporadas a la causa, escribe el 11 de junio de 2020 a Joseba García para plantearle una incidencia, otra más, en relación con su fichaje. En las semanas previas, la joven había recibido correos electrónicos por parte de una supervisora en Ineco instándole a rectificar las irregularidades manifiestas.
«Esta [semana] llevo tres días a 6 [horas], o sea, 18. La última vez me pasé 6,6 horas», le trasmite a Joseba, señalando que una de esas incidencias es que había trabajado de más, según los registros.«Qué pongo hoy y mañana… claro, que no sé cuánto debería trabajar», insiste. Al no recibir respuesta de su interlocutor, le envía un pantallazo de otro email por parte de una supervisora de Ineco. «Me ha llegado un mail de esta señora», le dice, y le manda una fotografía del mensaje.
«Nos están solicitando que tengamos conocimiento de cómo estamos realizando nuestro trabajo y el desempeño que estamos teniendo. Nos están pidiendo informes de reporte sobre estos asuntos», advierte la supervisora de Ineco a Jésica Rodríguez para justificar su toque de atención.