Ceuta recibe a los primeros palestinos que cruzan a nado desde Marruecos
La ciudad autónoma es la única ruta migratoria procedente del país alauí que crece frente al frenazo de la de Canarias
El aluvión de nadadores que desde finales del mes de julio ha intentado llegar a las costas de Ceuta ha convertido a la ciudad autónoma en el último frente en el que sigue creciendo la llegada de inmigrantes procedentes de Marruecos. Mientras en Canarias la llegada de cayucos ha comenzado a frenarse tras los acuerdos del Gobierno con Mauritania, la presión migratoria es constante en Ceuta. Esta semana han sido cientos de personas las que han intentado cruzar a nado a territorio español sin éxito, tras ser interceptados en el mar por la Guardia Civil y la Gendarmería Real marroquí. Ambos cuerpos colaboran desde que las llegadas comenzaron a dispararse.
Según el último balance del Ministerio del Interior, hasta julio han entrado a Ceuta 1.452 personas —un 7,2% más que el año pasado— por vía terrestre, esto es, por la valla y a través de los espigones del Tarajal y Benzú. De acuerdo con la citada estadística, 361 lo han hecho en las últimas dos semanas. Fuentes de la Guardia Civil, no obstante, explican que los datos oficiales no recogen los intentos continuados de entrar en la ciudad autónoma a través del mar. Sí que quedan reflejados, sin embargo, en los partes internos que realizan los agentes y de los que tiene constancia la Delegación del Gobierno. La madrugada de este domingo ha sido una de las noches con más intentos de cruzar a España, según publica El Faro de Ceuta.
Estos dosieres reflejan, entre tanto, que no solo son marroquíes los que quieren o han logrado cruzar a territorio español, ni únicamente menores. También hay adultos, hombres, mujeres… y de un gran número de nacionalidades y culturas. Aunque la mayoría procede de Marruecos, en el Centro de Internamiento Temporal de Extranjeros (CETI) hay argelinos, subsaharianos, pakistaníes, afganos, bangladesíes, colombianos y también palestinos que han solicitado asilo en España. Según destacan estas mismas fuentes, Ceuta ha comenzado a recibir en las últimas semanas a refugiados de este último país que huyen de la guerra contra Israel. Hasta ahora, tres han llegado a la ciudad autónoma tras cruzar a nado.
La ‘otra cara’ de la ruta hasta Ceuta
La travesía que realizan es cada vez más temeraria. Si bien se lanzan al agua solo cuando hay viento de levante y la niebla es intensa y cubre la costa, lo que favorece su llegada, los nadadores se abren cada vez más por el mar para evitar bordear los espigones y así pasar desapercibidos ante la Guardia Civil, lo que pone totalmente en riesgo sus vidas. El único salvavidas que llevan consigo son flotadores minúsculos o cámaras de las ruedas de los vehículos. En lo que va de año, al menos 16 personas han perdido la vida en las aguas próximas a los espigones, un trágico balance que evidencia la dimensión del drama humanitario que existe en Ceuta.
La llegada de nadadores desde el país alauí también se produjo el año pasado, en concreto, a finales de agosto. Unos 2.000 inmigrantes intentaron acceder por el mar a las costas ceutíes. Hasta el punto de que muchos vecinos les auxiliaban cuando lograban llegar a las playas, enfrentándose a las fuerzas de seguridad. Su éxito radicó, al menos durante los primeros días, en cómo se organizaban a través de TikTok, según destacaron entonces fuentes de la Guardia Civil. En vídeos, que acumulan millones de visualizaciones, adolescentes marroquíes con experiencia previa en tratar de llegar a la ciudad autónoma daban consejos sobre cómo prepararse para la travesía en el mar.

«La distancia más cercana entre Marruecos y España es de ocho kilómetros. Ceuta ocupada. Que Dios facilite el camino a cualquier persona que sueña con emigrar. ¡Oh Señor! No olviden seguir para recibir todas las novedades», rezaba un mensaje en la citada red social. Este año, aunque en menor medida, según ha podido comprobar este periódico, distintos usuarios han seguido compartiendo estos vídeos e imágenes en los que muestran como tras varios intentos fallidos durante 2023 y 2024, finalmente este año han logrado llegar a la ciudad autónoma, como es el caso del joven marroquí que aparece en la imagen superior de este texto.
Se cuelan en atracciones para ir a la Península
Fuentes de la Guardia Civil, por otro lado, han vinculado el aumentado en la llegada de nadadores de los últimos días con las fiestas patronales de la ciudad autónoma. Y es que estos jóvenes, según estas mismas fuentes, aprovechan para colarse en los camiones donde se guardan las atracciones para niños del recinto ferial para lograr llegar a la Península, destino final de los citados vehículos una vez concluyen las festividades. Para evitarlo, Guardia Civil y Policía Nacional pusieron en marcha el miércoles lo que se conoce como Operación Feriante. Finalmente, solo se detuvo a una persona que intentó introducirse en uno de los camiones.
Los agentes se reparten funciones para evitar que los inmigrantes se cuelen en las atracciones de los feriantes, también por el gran riesgo que supone para su vida, al poder quedarse atrapados en su interior durante horas. La Delegación del Gobierno de Ceuta estableció estos filtros policiales en 2024, después de años en los que los empresarios eran quienes tenían que controlar las instalaciones, convirtiéndose en sus propios vigilantes de seguridad. Lo cierto es que la presencia de los nadadores es cada vez mayor, como ocurría hace años, lo que ha roto con la imagen típica del salto de la valla fronteriza.
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) denuncian el aumento de las llegadas al espigón del Tarajal y Benzú y las malas condiciones en las que trabajan los agentes desde hace semanas. «Sin medios adecuados y completamente desbordados, arriesgan diariamente sus vidas en condiciones extremas, con jornadas maratonianas, mientras la clase política se limita a ofrecer felicitaciones públicas sin acompañarlas de soluciones reales», critican. Por este motivo, reclaman al Ministerio del Interior un refuerzo inmediato de medios humanos, con al menos 200 agentes adicionales, así como efectivos del Servicio Marítimo y de los Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas.