The Objective
España

El Gobierno pasa de las amenazas de EEUU y dejará a Huawei con las escuchas policiales

No se esperan «cambios» en su presencia en el sistema de escuchas que desveló TO y que ha alarmado en Washington

El Gobierno pasa de las amenazas de EEUU y dejará a Huawei con las escuchas policiales

Pedro Sánchez y Donald Trump. | Una ilustración de Alejandra Svriz

«No se esperan cambios». Así descartan fuentes de la seguridad del Estado cualquier modificación en el catálogo de dispositivos informáticos incluido en el sistema de escuchas policiales Sitel. La presencia de la marca china Huawei, que aporta cabinas de almacenamiento Oceanstor 6800 V5 (desvelado por THE OBJECTIVE), se mantiene inalterable a pesar de las advertencias lanzadas por el Congreso y el Senado de Estados Unidos, que alertan del riesgo de que datos reservados acaben en manos de Pekín. Desde Washington se valora la posibilidad de cortar el flujo de información de inteligencia con España si no se restringe el uso de estos dispositivos en la red Sitel, pero el Gobierno español da por buenas sus explicaciones y rechaza realizar ningún cambio: Huawei seguirá en el contrato.

En medio del pulso particular que mantiene Moncloa con la Casa Blanca, la decisión de mantener a Huawei en el sistema de escuchas policiales podría marcar un antes y un después en la relación actual de ambos países. Los encontronazos por el gasto militar de la OTAN, la negativa de Sánchez a asumir un 5% de aumento en inversiones de defensa o la cancelación del proyecto de adquisición de cazas F-35 son algunos de los gestos significativos que ha puesto sobre la mesa el Gobierno de Sánchez. Pero en el caso de Huawei, las consecuencias pueden ser mayores de las esperadas.

Estados Unidos se mantiene aún a la espera de explicaciones convincentes por parte de España sobre el uso de estas cabinas de almacenamiento de la marca china en su sistema de escuchas. Unos dispositivos en los que se guardan miles de horas en audio de llamadas telefónicas interceptadas bajo orden judicial a criminales y delincuentes de todo tipo, pero también las grabaciones en bruto de personas que circunstancialmente aparezcan en esos audios. Material que es descartado y eliminado al transcurso de un tiempo siempre que no formen parte de una causa judicial. El alto grado de secreto del sistema hace imposible saber qué tipo de información guardan esos servidores, pero Estados Unidos parece que sí tiene una idea aproximada de la seriedad de ese material. Por ello han saltado todas las alarmas.

Huawei seguirá

De momento, las explicaciones de Interior de que se trata de un sistema estanco y que no hay datos confidenciales en esos sistemas no han satisfecho a Washington, que espera tomar una decisión en las próximas semanas. Si no se saca a Huawei de Sitel, habrá consecuencias. Y serán contundentes, tal y como esperan en la inteligencia española, donde ya preparan planes de contingencia para un corte de información por parte de EEUU —temporal y que no afecte a cuestiones cruciales, esperan—. Pero dan por hecho que las habrá por una sencilla razón: España no va a sacar a Huawei del terreno de las escuchas.

Así lo advierten fuentes de la seguridad del Estado a THE OBJECTIVE, consultadas sobre si se está valorando un posible cambio en los dispositivos utilizados en favor de otras marcas no vetadas por EEUU, la UE o la OTAN para calmar las aguas con los aliados. La modificación de estos sistemas no conllevaría mayor problema, explican, ya que hay alternativas tecnológicas a esas cabinas de almacenamiento y los proveedores del sistema -empresas españolas que operan con Huawei y otras marcas- ya las han ofrecido. Pero no se va a hacer. Una ‘huida hacia adelante’ que en estos círculos se entiende como un gesto político frente a la Administración Trump. Aunque también suponga ir a contracorriente de lo trasmitido por la Comisión Europea, que también ha mostrado su preocupación en este aspecto. El Gobierno de Sánchez quiere enviar un mensaje con este asunto y reafirmar su «soberanía» en materia de seguridad, aunque ello suponga alejarse de sus socios.

Mientras, el asunto ya está en manos de la jefa de inteligencia de Donald Trump, la polémica Tulsi Gabbard, que es quien ha elevado el asunto a la Casa Blanca. De ahí saldrá la decisión sobre qué hacer con España, a quienes ya señalan abiertamente como un aliado de China. La agenda de Sánchez en su visita oficial a China tampoco ha ayudado: allí se reunió con dos empresas que EEUU considera vectores del espionaje militar chino.

China ha «ablandado» a Sánchez

Tal y como ha informado THE OBJECTIVE, el Congreso de EEUU incluido una alerta sobre los vínculos de España con China en su boletín de avisos sobre los movimientos de Pekín que puedan afectar a Washington. Lleva fecha del pasado 5 de agosto y membrete de la Comisión de Revisión en materia de Economía y Seguridad EEUU-China. En ese boletín se advierte de los contratos firmados por el Gobierno con Huawei por valor de 12,3 millones de euros, desvelados por este diario, y que suponen la presencia de la firma china en ese sistema de escuchas policiales Sitel.

Según refleja el documento oficial, «en respuesta al acuerdo, funcionarios tanto de la UE como de Estados Unidos expresaron su preocupación por la seguridad de los datos almacenados en los servidores OceanStor de Huawei. El presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de EEUU, Rick Crawford, y el presidente del Comité de Inteligencia del Senado, Tom Cotton, pidieron al Director de Inteligencia Nacional de EEUU que revisara el intercambio de inteligencia con España». Aquella carta hacía referencia expresa a la información publicada en este diario.

La postura de España, no sólo al adjudicar estos contratos, sino al mantenerlos en vigor tras la polémica, entienden desde Washington, «pone de manifiesto inconsistencias en la implementación de un enfoque a nivel de la UE para eliminar a los proveedores chinos de las infraestructuras críticas». No señalan más ejemplos que el de España.

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