Huawei fichó a otro comisario de la Policía afín a Zapatero para estrechar lazos con Interior
Se trata del comisario jubilado Emilio Prieto, exconsejero de Interior en la Embajada de España en Pekín entre 2015 y 2018

Ilustración de Víctor Ubiña.
La multinacional china Huawei no solo se habría valido de la influencia del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y de su entonces jefe de seguridad en Moncloa, el comisario Segundo Martínez –ahora director de seguridad en Huawei– para mantenerse como proveedor de la infraestructura de almacenamiento de escuchas telefónicas para la Policía Nacional y la Guardia Civil. El gigante tecnológico también tiene en nómina desde hace años a Emilio Prieto Andrés, otro comisario jubilado y ex alto cargo de la Policía, para seguir estrechando lazos con el Ministerio del Interior de cara a futuros contratos con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, según revelan diversas fuentes policiales a THE OBJECTIVE.
Prieto, que, según estas mismas fuentes, forma parte del equipo de Segundo Martínez, fue entre 2004 y 2012 jefe de la División de Formación y Perfeccionamiento de la Dirección General de la Policía y estuvo en la Junta de Gobierno del cuerpo durante ocho años. Tras la llegada del PP al Ejecutivo, estuvo en el Consejo Asesor de la Policía y en 2015 la Secretaría de Estado de Seguridad lo designó como consejero de Interior en la Embajada de España en Pekín, con representación para China, Japón y Corea del Sur. Una época en la que, según estas mismas fuentes, cosechó muy buenas relaciones con el régimen chino y empresas estratégicas de este país.
A su llegada a España, a finales de 2018, el comisario jubilado comenzó a tener un trato más cercano con Segundo Martínez. Hasta entonces, sostienen fuentes policiales, apenas tenían contacto pese a haber ostentado altos cargos policiales durante la época del Gobierno de Zapatero. En 2020, Huawei ficha como director del área de seguridad de la compañía a Segundo Martínez, que mantiene una larga relación de amistad con el expresidente socialista desde la infancia, pues los dos son de León, pero, además, fue jefe de seguridad en La Moncloa durante la presidencia de Zapatero. Fue a raíz de la incorporación de Martínez en la multinacional china, cuando este decide sumar a su equipo a Emilio Prieto.
Vínculos con China y en la Policía
Fuentes internas de la Policía señalan que el interés de Martínez era servirse de los contactos que el comisario jubilado Emilio Prieto había fraguado durante su etapa como consejero de Interior en la Embajada de España en Pekín. Durante esos años, Prieto estableció una red de relaciones tanto con miembros del régimen chino como con representantes de empresas estratégicas del país asiático, lo que lo convirtió en una figura clave para facilitar la interlocución entre Huawei y organismos del Estado español. Sin embargo, según revelan las mismas fuentes, el verdadero valor que Prieto aporta a la compañía va más allá de sus vínculos en China: reside en su estrecha relación con mandos actuales del Ministerio del Interior y altos cargos policiales.
Prieto, que dirigió la División de Formación y Perfeccionamiento de la Dirección General de la Policía entre 2004 y 2012, ayudó a algunos compañeros a lo largo de su carrera. «Tiene muy buenos contactos entre altos mandos de la Policía», aseguran fuentes policiales conocedoras de su trayectoria. Algunos de estos mandos, apuntan las mismas fuentes, «le deben favores» por haber facilitado su acceso a cursos, promociones internas o destinos privilegiados durante su etapa al frente de la formación policial. Esa red de lealtades la está capitalizando desde el sector privado, donde Prieto trabaja bajo las órdenes de Segundo Martínez en el área de seguridad de Huawei.
El vínculo con Zapatero
La llegada de Prieto a la órbita de Martínez supuso también un acercamiento progresivo al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. A los tres les une un vínculo personal: León. La ciudad en la que crecieron se ha convertido en un hilo invisible que teje sus trayectorias profesionales y personales. Así, el trío leonés ha maniobrado en la sombra para garantizar que Huawei, la controvertida multinacional tecnológica china, conserve su contrato con el Cuerpo Nacional de Policía como proveedor de la infraestructura para almacenar escuchas telefónicas llevadas a cabo por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Tal y como adelantó THE OBJECTIVE, la continuidad de Huawei como proveedor no es un asunto menor. La información que se almacena en sus sistemas no es otra que el respaldo cifrado de miles de escuchas telefónicas obtenidas en investigaciones judiciales de gran sensibilidad, incluidas operaciones antiterroristas, de crimen organizado y contra redes de espionaje. Datos que, por su naturaleza, no solo comprometen la seguridad de operaciones presentes, sino también la integridad del Estado. La preocupación dentro de las Fuerzas de Seguridad es tangible. «Estamos hablando de material extremadamente delicado, directamente relacionado con la seguridad nacional», advierten fuentes de la Policía Nacional consultadas por este medio. Las dudas no son técnicas —la tecnología de Huawei es reconocida por su rendimiento— sino estratégicas: la sombra del espionaje chino planea sobre cada dispositivo, cada línea de código, cada bit de información.
La ley de Inteligencia Nacional
El origen de la inquietud es el hecho de que Huawei esté señalada desde 2017 por estar presuntamente supeditada a los intereses de los servicios de inteligencia chinos. Ese año, Pekín aprobó la Ley de Inteligencia Nacional que obliga a cualquier empresa tecnológica china a colaborar con el espionaje estatal tanto dentro y fuera de sus fronteras en caso de asunto de interés nacional. Esta norma fue la que provocó el veto en 2018 por parte de Estados Unidos a cualquier producto de Huawei, así como una alerta generalizada en toda la esfera de la OTAN. Nadie en todo este espectro, explican fuentes de la seguridad del Estado, utiliza productos de la marca china para las áreas más sensibles de la seguridad y la defensa. Excepto España.
THE OBJECTIVE se ha puesto en contacto con Huawei para contrastar esta información. La compañía ha declinado hacer comentarios al respecto, manteniendo silencio sobre las relaciones internas de su equipo de seguridad y sus vínculos con ex mandos policiales.