El PP pide al Gobierno que amplíe el límite de 80 horas para los pilotos que extinguen incendios
La normativa aeronáutica deja sin relevo a los profesionales en plena emergencia por los fuegos que asolan España

Extinción del fuego en la carretera de acceso a la población de Cualedro. | Rosa Veiga (Europa Press)
El Partido Popular ha pedido al Gobierno que amplíe «excepcionalmente» el límite de 80 horas de vuelo para los pilotos de extinción de incendios. Una barrera que en breve dejará a decenas de aparatos apagafuegos en tierra por falta de profesionales, como adelantó THE OBJECTIVE en exclusiva. «Pedimos al Gobierno de Sánchez que amplíe de una vez excepcionalmente el límite de 80 horas de vuelo para los pilotos de extinción de incendios, ya que es una barrera que en breve paralizará gran número de aeronaves en España. Portugal ya lo ha hecho», ha escrito Antonio Sanz, Consejero de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa de la Junta de Andalucía, en su cuenta de X.
La normativa aeronáutica solo permite que un piloto opere como máximo 22 días continuados antes de descansar un mínimo de ocho, y que el máximo de horas que pueda volar en esos 22 días sea de 80, con ocho horas como máximo al día. No obstante, con la situación actual de emergencia debido a los incendios, según contó la Asociación de Trabajos Aéreos y de Emergencias (Ataire) a este medio, buena parte de los pilotos cubren sus 80 horas en 10 o 12 días, y hay que sustituirlos por otros que no existen (más allá de una reserva del 10-12% que mantienen las empresas para imprevistos).
Exención a la normativa
Este límite de 80 horas se recoge en la circular 16B de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) en su Anexo 1. No se aplica a los pilotos de aviación militar, pero sí que afecta a los pilotos de aviones y helicópteros de aviación civil que intervienen en la extinción del fuego, el transporte de retenes o las labores de coordinación aérea.
De esta forma, desde Ataire han pedido al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible una exención a la normativa que marca este límite. En concreto, la organización propone que «el contador se ponga a cero» tras el transcurso de 8-10 días de descanso continuado, de forma que los pilotos puedan volar nuevamente 80 horas. Aun así, recalca que esta medida se aplicaría contando «en primer lugar» con la voluntariedad del piloto y, «no menos importante», con el amparo de controles de fatiga que garanticen su seguridad.
En negociaciones con el Miterd
De momento, desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miterd) lo que proponen es una solución parecida a la de 2022. Por entonces, Miterd hizo una exención a la norma de poder llegar a 120 horas al mes –o sea, 40 horas más–. Pero el problema, explican desde Ataire, es que cuando el piloto vuelve a hacer el siguiente relevo su contador no empieza a cero, sino con 40 horas, es decir, que en ese ciclo solo le quedarían 40 horas más: «Esto significa que ahora podríamos salvar de esta forma esta racha, pero si septiembre nos vienen mal dadas estamos otra vez en la misma situación».
Así, desde la Asociación de Trabajos Aéreos y de Emergencias piden seguir la línea de Portugal, que recientemente ha publicado una exención a una norma similar que rige en ese país que permite incrementar las horas voladas siempre que el piloto se encuentre bien y no sufra signos de cansancio, bajo control del departamento de operaciones y con su visto bueno, y todo ello durante los días que dure la emergencia.
A esta circunstancia hay que añadir que España sufre desde hace años un déficit de pilotos de extinción de fuegos. La situación obedece a la fuga de profesionales hacia otros países europeos con mejores condiciones laborales, a las jubilaciones y al trasvase de pilotos hacia otros sectores. Turquía, Grecia, Italia e incluso varios países de África están siendo el destino de los pilotos españoles que, una vez formados aquí, son contratados por empresas extranjeras para operar en estos lugares que les pagan entre 50.000 y 60.000 euros más al año. Una situación que se agrava aún más en situaciones de emergencia como la actual debido a la normativa de horas de vuelo, que deja sin relevo a los profesionales.