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España

Un grupo de científicos culpa de los incendios a las políticas verdes contra el cambio climático

La Asociación de Realistas Climáticos señala una «causalidad política» tras las 415.000 hectáreas calcinadas

Un grupo de científicos culpa de los incendios a las políticas verdes contra el cambio climático

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visita el Puesto de Mando Avanzado de Jarillas. | Carlos Criado (Europa Press)

Un grupo de científicos y académicos aglutinados en la Asociación de Realistas Climáticos (ARC), nacida tras la trágica riada en Valencia para combatir el «alarmismo climático», niega que el cambio climático esté detrás de los graves incendios que han calcinado ya 415.000 hectáreas, tal y como afirma el Gobierno de España. Al contrario, los realistas climáticos señalan que existe una tendencia descendente en la extensión del área quemada por los fuegos en todo el mundo, lo que apunta a una «causalidad política»: las políticas climáticas «excesivamente agresivas».

En su último comunicado, emitido este miércoles, los miembros de la ARC aseveran que los incendios que han asolado un tercio de millón de hectáreas en España en dos semanas constituyen un evento de tres sigmas. Esto es, uno muy poco probable en circunstancias naturales. En este sentido, recuerdan que «el cambio climático es un fenómeno muy lento, y la tendencia en el área quemada en España en los últimos 50 años (1975-2024) ha sido de fuerte reducción», hasta el punto de que «en la década de 2011-2020 ardía en España tres veces menos superficie que en la de 1981-1990».

Esto indica, a juicio de los realistas climáticos que «el cambio climático no ha jugado un papel relevante en los incendios forestales en el último siglo frente a los cambios en la prevención, gestión y extinción de incendios»: «No cabe por tanto achacar al lento y progresivo cambio climático el tremendo incremento de los incendios que ha tenido lugar en 2022 y, especialmente, en 2025», abunda la asociación liderada por Javier Vinós, Javier del Valle Melendo o Saúl Blanco, entre otros científicos independientes.

Tres eventos inusuales

Los científicos refuerzan su argumento sobre la causalidad política de los incendios recordando que este último año se han producido otros dos eventos relacionados con el clima «altamente inusuales»: el apagón, que se produjo «días después de batir el récord de producción eléctrica renovable dentro de una transición energética impulsada por la política climática», y la riada que asoló el litoral valenciano en octubre. Sobre este evento, dicen que «este tipo de inundaciones catastróficas suceden cada 2-4 décadas, lo que apoyaría que se trató de un evento de dos sigmas, es decir, fuera del 95% de los datos».

Sobre la conocida como dana, abundan desde la ARC, existe un exhaustivo estudio realizado por científicos de la Universidad de Zaragoza y del CSIC, publicado en la revista International Journal of Climatology, que concluyó que «no se observa un aumento significativo en la frecuencia de los eventos de precipitación extremos, a pesar del cambio climático». Esto es precisamente no que defienden desde la asociación.

«Causalidad política»

«El cúmulo de eventos de varias sigmas, extremadamente improbables, relacionados con el clima pero que no son achacables al cambio climático, en un espacio tan corto de tiempo apuntan directamente a una causalidad política», insiste este grupo de científicos, que se remite al «abrupto cambio en la tendencia descendente de medio siglo en la extension quemada en España que se ha producido a partir de 2022: «Ello dentro de un contexto de descenso del área quemada por incendios en el mundo, que se ha reducido de 463 millones de hectáreas en 2002 a 331 en 2022, una reducción del 28,5% en tan solo dos décadas, según datos del Global Wildfire Information System».

Por ultimo, los miembros de la ARC recuerdan que el Departamento de Energía de Estados Unidos ha publicado un informe que rechaza que las emisiones de CO2 sean una amenaza para la salud pública, y que sostiene que las políticas climáticas excesivamente agresivas son más perjudiciales que beneficiosas. «España parece haberse convertido en un ejemplo de esto último», abundan los científicos realistas.

Por todo lo expuesto, zanjan: «En el año en el que se ha batido la recaudación de impuestos, la ciudadanía contempla atónita que se la deje inerme frente a las tragedias predecibles y evitables mientras se propone como solución un pacto climático para reducir las emisiones de CO2 de España. Dicha reducción tendrá un efecto inapreciable sobre los niveles de CO2 globales, las temperaturas, las olas de calor, los incendios y las precipitaciones. Ni un euro gastado en reducir nuestras emisiones repercutirá en una mejora de la seguridad de los ciudadanos ante eventos de esta naturaleza, consumiendo recursos en una lucha quijotesca contra el clima sin efectos prácticos».

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