El goteo de 'nadadores' colapsa el centro de inmigrantes de Ceuta y cien duermen en la calle
El CETI acoge a mil personas, cuando tiene capacidad para 500. La ciudad autónoma ha pedido ayuda al Gobierno

Un grupo de inmigrantes acampa en las puertas del CETI. | Ceuta Ahora
La realidad migratoria en Ceuta es ya insostenible. El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) lleva colapsado desde principios del verano por el goteo diario de personas que han llegado a la ciudad autónoma de forma irregular a través del mar o saltando la valla fronteriza con Marruecos. Hasta hace unas semanas, esta instalación, que, según fuentes locales, aloja a más de mil personas —una de las cifras más altas que se han registrado— cuando tiene una capacidad para medio millar, había podido improvisar la instalación de unas carpas en las zonas comunes. Ahora ya no hay sitio para más inmigrantes, y un centenar de recién llegados pernocta en las puertas del centro entre mantas. Algunos incluso han construido una tienda de campaña con sábanas y cartones, a la espera de una plaza libre.
Según publican algunos medios locales, el malestar comienza a extenderse entre estos ciudadanos, la mayoría oriundos del país alauí, y amenazan con protestas por no estar alojados en igualdad de condiciones que el resto de inmigrantes.
Los CETI son centros del Ministerio de Migraciones concebidos para la primera acogida provisional y destinados a dar servicios y prestaciones a quienes solicitan protección internacional. El problema, según cuentan las mismas fuentes, es que las derivaciones a otros puntos de la Península que ha ejecutado el citado departamento, con la colaboración del Ministerio del Interior, han sido muy reducidas hasta la fecha y no han podido aliviar la congestión del centro. La última fue el pasado 7 de agosto, cuando se trasladó a 48 residentes del CETI, según contó El Faro de Ceuta. Mientras, las llegadas, si bien no son numerosas, son diarias desde que comenzó la época estival.
@user8622375424632 #مشاهدات_مليون_2025 # ♬ ضوررف لا راني فالغربة – Dib El3ajib
Según el último balance publicado por el área dirigida por Fernando Grande-Marlaska, en lo que llevamos de año 2.014 personas han accedido por vía terrestre a la ciudad autónoma, un 5,2% más que el año pasado. Desde el Ejecutivo de la ciudad autónoma, las fuentes consultadas por este periódico señalan que han denunciado la situación que hay en el CETI ante la Delegación del Gobierno y el Ministerio de Migraciones, donde les han asegurado que trabajan «para llevar a cabo una salida extraordinaria de adultos con el objetivo de aliviar la sobreocupación de la instalación». En el departamento que dirige Elma Saiz, asegura a este periódico una portavoz, se «van a agilizar las autorizaciones necesarias para poder incrementar los traslados». Se harán efectivos «esta misma semana», sostienen.
Saturación de los centros de menores
A este escenario se suma la saturación que hay también en los centros de menores de Ceuta, lo que llevó al Gobierno local a formalizar el pasado jueves la solicitud de declaración de la situación de contingencia migratoria extraordinaria, en cumplimiento de la nueva ley de extranjería, que dicta que si una región triplica su capacidad de acogida de menores, el resto de comunidades debe responder solidariamente y tutelar a un número de esos adolescentes. Las cuotas se establecen en función de criterios como la población o la renta per cápita. Ceuta da asistencia a 520 niños y niñas extranjeros pese a contar con 27 plazas ordinarias. Por ahora, no obstante, no se ha iniciado ningún traslado, advierten fuentes regionales a este periódico.
Desde finales de julio, la Guardia Civil dedica grandes esfuerzos a contener a los nadadores que intentan cruzar desde Marruecos a las costas de Ceuta. En las últimas semanas, advierten fuentes del instituto armado, lo han intentado de media al menos un centenar de inmigrantes cada día. Estas personas, en su mayoría menores -aunque se han registrado las llegadas de adultos, hombres y mujeres, e incluso de discapacitados- aprovechan el viento de levante y una niebla espesa, característica de la zona en verano, para conseguir su propósito agarrados a flotadores caseros. Efectivos del Servicio Marítimo y del Grupo de Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) localizan a la mayoría en el agua, tras lo que la Marina marroquí se hace cargo de ellos.
Uso «partidista» de la inmigración en Ceuta
El problema, según denuncian fuentes de la Guardia Civil, es que la Comandancia de Ceuta no cuenta ni con los medios ni con las embarcaciones adecuadas para auxiliar a los inmigrantes y en muchas ocasiones los agentes se juegan la vida a la hora de rescatar a las personas en el agua. A la poca visibilidad se suman las jornadas maratonianas de los agentes entre bahía y bahía, el riesgo de caer al mar o de que surja cualquier otro contratiempo con los nadadores, habida cuenta de que se niegan a ser ayudados por temor a ser devueltos a su país de origen.
«Los guardias civiles arriesgan diariamente sus vidas en condiciones extremas. No queremos felicitaciones de los políticos en las redes sociales, sino acciones que mejoren nuestro trabajo», critica el secretario general la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Ceuta, Rachid Sbihi. Desde esta organización acusan a los partidos políticos de utilizar las muertes de migrantes que intentan llegar a la ciudad autónoma «como arma arrojadiza». En lo que va de año, el instituto armado ha recuperado los cadáveres de 23 jóvenes ahogados en aguas de la ciudad autónoma. La AUGC califica de «insostenible» la situación de los agentes en la frontera y ha exigido durante todo el verano sin éxito un refuerzo de 200 nuevos guardias civiles.
El Ministerio del interior, sin embargo, no ha considerado necesario ese incremento de efectivos, más allá de los que envía cada verano del Grupo de Respuesta y Seguridad (GRS), los antidisturbios de la Guardia Civil, que se desplazan a la ciudad autónoma en comisión de servicios para reforzar la vigilancia del perímetro fronterizo. Las asociaciones profesionales advierten de que el fenómeno de los nadadores viene agravándose desde el año pasado. Los jóvenes se movilizan principalmente a través de las redes sociales, donde dan todo tipo de consejos para realizar la travesía por el agua. Marruecos abrió una investigación hace semanas para tratar de tumbar la organización que anima a cruzar a España.