Koldo pedía dinero a empresarios para Ábalos: «A Jose no le ingresaron nada, para que sepas»
El pago hace referencia a los 240.000 euros que el exministro tenía previsto cobrar por la venta de la sede de Fiadelso

Koldo Garcia | Alejandra Svriz
Las nuevas conversaciones remitidas por el juez del caso Koldo, Ismael Moreno, al juzgado de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, donde se investiga la trama de los hidrocarburos, ponen en evidencia el papel de recaudador que Koldo García Izaguirre ejercía para José Luis Ábalos, incluso después de haber abandonado el Gobierno. En un mensaje fechado el 24 de enero de 2022, la mano derecha del exministro escribió a un empresario para recordarle que su jefe aún no había recibido el pago pactado: «Muy buenas, perdona que te moleste, pero te digo: A Jose no le ingresaron nada, sólo te digo para que sepas». El empresario le tranquiliza: «Lo sé, pero lo tendrá esta semana». «Muy bien. Perfecto», respondió Koldo.
El pago hace referencia a los 240.000 euros que Ábalos tenía previsto cobrar por la venta de un bajo comercial en Valencia, donde tuvo residenciada la sede de su fundación de cooperación al desarrollo, Fiadelso. Como desveló THE OBJECTIVE, apenas seis meses de ser destituido del Gobierno, el exministro se involucró en una operación para facilitar una licencia bancaria a una sociedad de valores radicada en Malasia. Quien fuera la mano derecha de Pedro Sánchez y su asesor pactaron con la empresa M24 Tawreeq SDN BHD hacer uso de sus contactos para facilitar la concesión de la ficha bancaria, cuya autorización corresponde al Banco de España. Las gestiones se iniciaron cuando Ábalos era presidente de la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados. De hecho, a las reuniones mantenidas con este empresario acudió con una carpeta con membrete de la cámara baja, según las fuentes consultadas, para mostrar su influencia. En ella se incluyeron los documentos del contrato de arras para la compra venta del inmueble de su propiedad, que asumiría la sociedad como sede social de la nueva entidad bancaria.
Fuentes conocedoras de la operación aseguran a este periódico que la licencia no se logró finalmente y, en consecuencia, el pago no se realizó. En otros mensajes incautados por la Guardia Civil se apremia para agilizar el negocio, y en consecuencia el cobro de la cantidad pactada: «¿Me puedes decir si sabes algo de lo del jefe? Ya que la situación se complica por su exmujer», le escribió Koldo a este empresario, M.S. a las 6:58 horas del 5 de enero del 2022. A las 16:26 del mismo día, volvió a la carga: «Muy buenas, perdona, pero me puedes llamar cuando puedas? Es para el tema del jefe y ya sé que haces todo lo que puedes, pero por favor, se le cae todo, tenemos que llamar al banco para ver si se cancela o no». Las fuentes citadas explican que Ábalos se encontraba inmerso en el proceso de negociación del divorcio con su mujer, Carolina Perles, y pretendía abonar las cantidades pactadas con los ingresos que obtuviera por el inmueble de su propiedad.

Las gestiones realizadas sirvieron para estrechar lazos con este experto financiero internacional, con quien se enfrascaron en nuevas operaciones comerciales. La siguiente fue el intento de compra de deuda soberana en Guinea Ecuatorial, a donde viajó Ábalos pocas semanas después de abandonar el Gobierno, como reveló este diario en noviembre del 2021. Las relaciones de Ábalos con la dictadura de Teodoro Obiang empezaron mucho antes de su salida del Gobierno, gracias al empresario y ginecólogo Ignacio Palomo, beneficiado con 636.000 euros de contratos Covid durante la pandemia y casado entonces con una exministra de Teodoro Obiang, lo que le permitió establecer «línea directa» con el dictador.
Los nuevos mensajes que Ismael Moreno remite al juez Santiago Pedraz incluyen el whatsapp que adelantó en exclusiva THE OBJECTIVE, enviado por el organizador de un nuevo viaje a Guinea en enero de 2022 al exministro Ábalos. La relevancia del mensaje de móvil radica en que deja constancia de los hitos de presunta corrupción sobre los que hoy está siendo investigado José Luis Ábalos, por pertenencia a organización criminal, cohecho y tráfico de influencias. En un mismo mensaje, el empresario organizador de la travesía guineana alerta sobre «los defraudadores de petróleo», vincula el chalet de La Alcaidesa alquilado por Ábalos como una presunta mordida a cambio de la concesión de la licencia de operadora de hidrocarburos a Villafuel e incluye y atribuye al exministro un papel director en la operación de colocación de deuda en Guinea y en las relativas a la obtención de licencias bancarias. Y, en el mismo texto, revela que este viaje a Guinea fue un regalo de un empresario a toda la comitiva en la que se integraba Ábalos, en aquel momento presidente de la Comisión de Interior del Congreso.

«Desde que os he conocido os he advertido, en nombre de mi grupo contra cualquier interés económico, para que los defraudadores del combustible sigan haciendo fechorías y por suerte me habéis hecho caso: Villafuel no va a ser operadora por mucho que esponsorice al Zamora, tome acciones en los restaurantes de las torres o mantenga el alquiler de una casa para el que fue ministro de Fomento. Es difícil de creer, pero me gusta conseguir mis proyectos por solvencia y no por humo», señalaba el empresario, que decidió no sumarse al viaje a Guinea.
«Estimados amigos: He finalizado el estudio relativo a la colocación de deuda de Guinea Ecuatorial y además he conseguido tener cerrada la colocación con nombre y apellidos. Ante la duda de la solvencia técnica, aporté esta noche las cualificaciones de los medios que iba a utilizar. Una vez verbalmente me habéis dado el beneplácito de la misma y aún sin los datos solicitados a dos días del viaje a Guinea me atrevo a deciros que espero a ir al país cuando el viaje se plantee de una forma más técnica», apuntaba el empresario en su mensaje de renuncia al desplazamiento a Guinea, deseando al resto «que gustosamente aprovechéis el viaje que el grupo que represento han tenido a bien subvencionar».
Un mensaje que este empresario envió a Ábalos, Koldo y Palomo, y que el primero reenvió al segundo con el mensaje adjunto: «¿Esto qué mierda es?». Koldo le contestó que estaba a punto de tener una reunión y que luego lo verían con más calma, a lo que Ábalos le urgió a que «antes de verlo quiero hablar». «Borra, por favor», le urgió Koldo al exministro. La sociedad de valores malaya contactó a Ábalos y Koldo a través del llamado «grupo acelerador», desvelado por THE OBJECTIVE a través de uno de los empresarios vinculados al mismo. Un grupo, liderado por el constructor valenciano Pepe Ruz, dueño de Ingeniería, Levantina y Construcción (LIC), que se dedicaba a agilizar contratos con la administración a cambio de una supuesta comisión del 20% para el PSOE. Fue este empresario el que adelantó a este periódico hace meses la implicación de Santos Cerdán con la trama, situándolo como «el testaferro de Ábalos» y la persona a la que «Koldo reportaba a diario». En su entrevista exclusiva con este periódico, la exmujer de José Luis Ábalos, Carolina Perles, ratificó este extremo al denunciar una supuesta traición de Santos y Koldo contra Ábalos para forzar la destitución de su exmarido y hacerse con la Secretaría de Organización del PSOE.