Altercado en la declaración de Begoña Gómez: un hombre intentó irrumpir a gritos en la sala
La esposa de Pedro Sánchez tuvo que permanecer retenida en el interior de la sala mientras el incidente se resolvía

Begoña Gómez.
En la mañana del miércoles, la sala de interrogatorios del Juzgado de Plaza de Castilla se vio alterada por una escena insólita y tensa. Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se encontraba compareciendo ante el juez Juan Carlos Peinado por un presunto delito de malversación de fondos públicos. Su intervención, breve como un suspiro, de apenas 15 minutos, estuvo a punto de verse empañada por un altercado cuando un hombre irrumpió en la antesala clamando a gritos: «¡Soy abogado, quiero entrar!».
A pesar de la brevedad de su declaración, Begoña Gómez tuvo que permanecer retenida en el interior de la sala mientras el incidente se resolvía. Según fuentes cercanas a la causa, el hombre, de unos 40 años y con traje blanco, comenzó a vociferar en los pasillos, haciendo un espectáculo innecesario en un momento ya de por sí cargado de tensión. Los escoltas de Gómez, que se encontraban en todo momento a su lado, tomaron rápidamente el control, asegurando que la esposa del presidente no abandonara la sala mientras la situación se aclaraba.
Fuentes consultadas por THE OBJECTIVE señalan que el hombre no era un desconocido para los agentes de seguridad del juzgado, ya que se trata de un abogado habitual en los pasillos de los Juzgados de Plaza de Castilla. No obstante, su presencia en ese momento y en ese caso resulta un misterio, ya que al parecer no está relacionado con la causa de la imputada, Begoña Gómez. Las partes personadas aseguran que no le han visto nunca desde que comenzó la instrucción hace un año y medio. Tras el altercado, los responsables de seguridad y agentes de la Policía Judicial identificaron al hombre, quien, a pesar de ser un conocido para los agentes por su labor como abogado, parecía no tener razón alguna para causar tal alboroto.
El incidente fue rápidamente resuelto. El hombre abandonó las dependencias judiciales sin mayor confrontación, permitiendo que la esposa de Sánchez pudiera salir, escoltada por su seguridad. Sin embargo, la tensión no terminó ahí. Testigos presenciales aseguran que, tras la salida de Gómez, el juez Peinado se mostró visiblemente alterado. Salió de la sala de interrogatorios con papeles en mano y no dudó en reprender a los responsables de seguridad por permitir que el incidente ocurriera, cuestionando cómo un desconocido había logrado llegar hasta el Juzgado.
Reconoció favores excepcionales
Begoña Gómez reconoció ante el juez Juan Carlos Peinado que, en ocasiones excepcionales, solicitó «favores» a su asesora en Moncloa. La esposa del presidente del Gobierno explicó este miércoles que su imputación por malversación, uno de los cinco delitos por los que está investigada, se debía exclusivamente a esa ayuda puntual que pidió a Cristina Álvarez, que, poco antes, se acogió a su derecho a no declarar. Fuentes cercanas al caso señalaron a THE OBJECTIVE que Begoña Gómez justificó en solo dos minutos las funciones que desempeñaba su asistente, entre las que destacaban acompañarla a eventos y gestionar su agenda. Se limitó a responder tres preguntas formuladas por su abogado, el exministro socialista Antonio Camacho.
Esta es la cuarta vez que Gómez declara en el caso, aunque en las anteriores ocasiones optó por guardar silencio. El juez Peinado, que ya la investiga por cuatro delitos, sumó un quinto a principios de agosto, a petición de las acusaciones populares. Estas alegaron que la esposa del presidente había utilizado un correo electrónico oficial de Moncloa para fines personales y que se había valido de su asesora para llevar a cabo tareas privadas.
Durante su declaración, la esposa de Sánchez enmarcó como «un favor» los dos correos que su asesora envió en su nombre en 2021 a una directiva de Reale Seguros, la aseguradora que financiaba la cátedra que ella dirigía en la Universidad Complutense. Begoña Gómez explicó que Álvarez tenía acceso a su correo electrónico porque, de lo contrario, no podría desempeñar sus funciones de manera eficiente. La esposa del presidente aclaró que, de manera expresa, le pidió a su asistente que enviara un mensaje «por amistad», pero insistió en que esto no interfería en las tareas oficiales de la asesora.
Cristina Álvarez fue contratada como asesora de Begoña Gómez el 16 de julio de 2018, poco más de un mes después de la llegada de Pedro Sánchez al poder. Fue la propia esposa del presidente quien se puso en contacto con ella, dado que ya habían trabajado juntas anteriormente en Inmark y se trataba de una persona de su plena confianza. La directora de Programas de la Secretaría General de Presidencia percibe un salario de 37.000 euros netos al año (más de 52.000 euros brutos) por gestionar la agenda de Gómez, según la información enviada por Moncloa al juez Peinado.