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Defensa ordena al ‘Furor’ no entrar en combate aunque Israel ametralle la flotilla de Ada Colau

Las reglas de enfrentamiento del buque sólo contemplan su «autoprotección» ante un hipotético ataque

Defensa ordena al ‘Furor’ no entrar en combate aunque Israel ametralle la flotilla de Ada Colau

Buque de Acción Marítima 'Furor'. | Armada

El buque de acción marítima (BAM) de la Armada española ‘Furor‘ (P-46) ya viaja rumbo a aguas del Mediterráneo oriental, donde espera encontrarse en un plazo máximo de cuatro días con la flotilla que se dirige a Gaza para entregar ayuda humanitaria. Israel ya ha anunciado que no permitirá su entradas en aguas que rodean la Franjl y sobre las que hay una prohibición de navegación expresa desde el pasado mes de julio. La misión del buque es puramente de rescate, ya que según ha podido saber THE OBJECTIVE de fuentes militares, las reglas de enfrentamiento del ‘Furor’ no contemplan escenario alguno -al margen de la autodefensa- en el que su dotación pueda abrir fuego contra embarcaciones o aeronaves israelíes. Ni siquiera aunque se diera la hipotética situación de que Israel, que se muestra decidido a bloquear a la flotilla, decida hundirla, ametrallarla o bombardearla.

Una misión que ha generado, por tanto, muchas dudas internas en la Armada y que el propio Ministerio de Defensa no vio claro en un primer momento hasta que el paso de Italia le obligó a planear dicho envío al Mediterráneo oriental. El buque enviado a proteger a la flotilla de Gaza zarpó de Cartagena sin saber a ciencia cierta cuáles eran sus órdenes. Por el momento, acudir lo antes posible al encuentro de esa flotilla en la que, entre otros, viaja la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau.

Fue a lo largo del viernes cuando el Estado Mayor de la Defensa (EMAD), con supervisión del Ministerio de Defensa, elaboró las reglas de enfrentamiento para el ‘Furor’, lo que en el argot militar se conoce como las ‘roes‘ (por Rules of Engagement o ROE, en inglés). Son las instrucciones precisas que debe seguir cualquier unidad militar ante una misión en la que se puede presentar una situación de combate. En ellas, se explica al comandante del buque cómo proceder -y con qué tipo de fuerza- ante cualquier desafío armado o ataque hostil.

En el caso de las ‘roes’ del ‘Furor’, según ha confirmado este diario de fuentes militares, estas no contemplan en ningún caso el enfrentamiento armado o siquiera la disuasión mediante la disposición de su armamento de forma ostensible frente a un potencial agresor de la flotilla. Es decir, bajo ningún concepto se recurrirá a los distintos cañones o ametralladoras del buque para proteger a los barcos de la Global Sumud Flotilla (nombre que le han dado sus propios organizadores). Ni en los casos más extremos en los que, hipotéticamente, Israel decida hundir, ametrallar o bombardear alguna de las embarcaciones.

«Área de guerra activa»

Defensa tampoco ha autorizado que el buque ‘Furor’ pueda entrar en las 12 millas náuticas de distancia de la costa de Gaza que se extienden en los 40 kilómetros de litoral de Gaza con el Mediterráneo, actualmente controlada por la Marina israelí. La navegación en esa zona está terminantemente prohibida a cualquier embarcación que no sea del Ejército israelí, que lo considera un «área de guerra activa». El Gobierno de Benjamín Netanyahu ha anunciado que a la flotilla tampoco se le permitirá llegar hasta Gaza, ofreciéndoseles desembarcar la ayuda en el puerto industrial israelí de Ascalón, cercano al territorio palestino y desde el que se introduciría en la Franja por carretera. Pero nunca por mar, donde se sospecha que Israel ha desplegado sus modernos submarinos clase Dolphin construidos en Alemania.

Por ello, llegado el caso de que la flotilla decida acceder a esas aguas, algo que las embarcaciones harán sin protección del ‘Furor’, Israel planea tomar las medidas que considere oportunas para detenerla. En caso de que esas acciones sean hostiles y supongan un riesgo para la flotilla o sus ocupantes, el buque español podría entrar en aguas controladas por Israel «para una misión SAR de salvamento y rescate, siempre que se lo autorice la Armada israelí».

Tan solo hay un escenario, que las fuentes militares tildan de «absolutamente improbable», en el que el ‘Furor’ podría abrir fuego con su armamento: «La autodefensa está siempre permitida». Es decir, en caso de que Israel atacase abiertamente al buque, este podría responder. Pero incluso así, tendrá que solicitar permiso al EMAD, que está al mando de esta misión desde Madrid.

Rumbo a Gaza

El buque zarpó en la noche del jueves desde el puerto de Cartagena con el objetivo de sumarse a la flotilla que se dirigía hacia Gaza. Partió en torno a las 22.30 horas, después de completar las labores de carga de combustible, víveres y otros suministros necesarios para la misión.

La previsión de la Armada es que el patrullero oceánico de la clase Meteoro alcance a la flotilla en un plazo aproximado de cuatro días. En el momento de su partida, la iniciativa internacional conocida como Global Sumud Flotilla se encontraba en la isla griega de Creta.

El ‘Furor‘ navega con una dotación cercana al medio centenar de tripulantes y dispone de un armamento moderado, compuesto por un cañón Oto Melara y dos ametralladoras de fabricación israelí MK-38 de 25 milímetros. Se trata de un buque construido por Navantia y entregado a la Armada en enero de 2019, diseñado para misiones de vigilancia y apoyo en alta mar.

La orden de enviar el navío había sido anunciada días antes por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una visita a Nueva York. El Ejecutivo planteó la salida de un buque equipado con los medios necesarios para respaldar a la flotilla y asistir a ciudadanos españoles o extranjeros en situación de riesgo. Aunque la partida estaba inicialmente prevista para el mismo jueves, las operaciones en cubierta y la carga retrasaron su salida hasta la noche del jueves.

Con tecnología israelí

Una de las polémicas en torno al buque tiene que ver con el origen de parte de su armamento y tecnología militar: el ‘Furor’ lleva equipado material israelí. Concretamente, cuenta con los citados cañones automáticos MK-38 de 25 mm que han sido fabricados por la británica BAE Systems y la israelí Rafael, una de las principales empresas armamentísticas del país.

Según la ficha del fabricante, la MK-38 es una estación de armas «estabilizada, teleoperada y de calibre medio diseñada para ofrecer protección naval avanzada frente a amenazas asimétricas de superficie y aéreas, incluidas las de tipo «swarm (ataques en enjambre)».

La firma israelí aporta tecnología de puntería y de control remoto para la torreta del cañón. El sistema, explica el fabricante, ofrece una elevada probabilidad de impacto incluso frente a múltiples blancos pequeños y de alta maniobrabilidad, tanto en superficie como en el aire.

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