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Una asociación denuncia que en la toma de orina los militares deben hacerlo ante un testigo

La Asociación de Tropa y Marinería lo considera humillante y contrario a los derechos constitucionales

Una asociación denuncia que en la toma de orina los militares deben hacerlo ante un testigo

La ministra de Defensa, Margarita Robles. | Alejandro Martínez Vélez (Europa Press)

La Asociación de Tropa y Marinería (ATME) ha emprendido acciones contra el nuevo procedimiento de toma de muestra en las analíticas de orina que exige miccionar bajo observación visual directa de un testigo, al considerarlo humillante y contrario a los derechos constitucionales del personal militar.

Por ello, ha iniciado un procedimiento administrativo y una queja formal ante el Defensor del Pueblo contra la instrucción técnica de la Inspección General de Sanidad de la Defensa, que regula ese procedimiento, ha informado en un comunicado, según recoge EFE.

Según ATME, el texto de la norma específica que el testigo «deberá estar presente durante la emisión de la orina, asegurándose la vista de la salida de la muestra del cuerpo de la persona que realiza la micción, sin ninguna obstrucción».

La asociación ya presentó en su día alegaciones al proyecto que fue remitido por el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas, que no fueron tomadas en consideración ni respondidas. Considera que esa práctica es «profundamente degradante, desproporcionada y contraria a los derechos fundamentales» y argumenta que vulnera principios recogidos en la Constitución como la dignidad de la persona y la prohibición de tratos degradantes, así como las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas.

Además, señala que esta «intromisión» no tiene precedentes en otros cuerpos de empleados públicos como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el personal penitenciario o el judicial, «todos ellos sometidos a regímenes de alta responsabilidad» y que no están obligados a someterse a este tipo de control.

«Este trato singularizado hacia los militares se considera discriminatorio y menoscaba su dignidad profesional y personal», subraya la asociación.

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