The Objective
Así gasta el Gobierno

El Gobierno concede 9,4 millones de euros a diversos proyectos humanitarios en Colombia

Esta semana, el Consejo de Ministros ha aprobado unas llamativas medidas que implican un incremento del gasto público

El Gobierno concede 9,4 millones de euros a diversos proyectos humanitarios en Colombia

Rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. | Rodrigo Jiménez (EFE)

Se habla poco de un sistema que hace previsible una convocatoria electoral con margen de tiempo. Me refiero a las resoluciones, acuerdos y demás disposiciones económicas, jurídicas y sociales que hace un Gobierno usando las reuniones semanales del Consejo de Ministros.

Cada vez que el gobierno de un país tiene vocación de permanecer más allá del mandato que está ejecutando, aumenta el gasto público con medidas claramente populistas. Hace campaña electoral. A mi modo de ver, es absolutamente inmoral usar estas reuniones y el diabólico instrumento del Real Decreto Legislativo para conseguir votos en unos comicios que, fuera de los plazos obligatorios impuestos por la Constitución, dependen en exclusiva de la voluntad del propio Ejecutivo. Este es un nuevo ejemplo de que lo moral no coincide con lo jurídico. 

Hace ya semanas que detecto un aumento exponencial en las medidas populistas de este Gobierno y de otros autonómicos. Prácticamente, todo es pan y circo. El ejemplo más evidente de esta deriva es el aumento extrapresupuestario aprobado hace dos semanas para sufragar «bienes y servicios del Centro de Investigaciones Sociológicas» que, entre otras cosas, se dedica a publicar determinadas encuestas con un marcado sesgo ideológico. Esta semana, el Consejo de Ministros ha aprobado, entre otras, estas llamativas medidas. Como dato básico hay que decir que el Ejecutivo aumenta notablemente el gasto público. Vean:

-Modificación de límites para adquirir gastos con cargo a ejercicios futuros. Traducción: el Gobierno aumenta el gasto en muchas partidas y las imputa como gasto a ejercicios económicos futuros. Nos está hipotecando. Todas las semanas hay innumerables acuerdos de este tipo. Esta semana, más de 10. Ejemplos:

Casi 18 millones de euros para gastos de personal en la Jefatura Central de Tráfico; 1,3 millones para la Agencia Española de Protección de datos; una prórroga para contratar un autobús para llevar al personal dependiente del presidente al complejo de la Moncloa (no menciona su coste para las arcas públicas); una campaña de publicidad institucional para promocionar las becas de ayuda a quienes se presenten a oposiciones a juez, fiscal, abogado del Estado, etc. Hay más, pero creo que se hacen a la idea de lo que se pretende. 

-Convocatorias de subvenciones. Los Ministerios de Derechos Sociales, Juventud e infancia, Cultura y Transición Ecológica hacen una entrega directa de subvenciones vía Real Decreto. En la web de Moncloa no se da más información al respecto. 

-Regalos internacionales. Esta semana sorprende la cantidad de ayudas internacionales que ha autorizado repartir el Consejo de Ministros. Prácticamente todos los ministerios realizan aportaciones voluntarias millonarias a entidades internacionales. En torno a 65 millones de euros han sido los que el Gobierno ha autorizado para repartir por el mundo. Llaman la atención las partidas destinadas a Paraguay (600.000 euros), Colombia (más de 9 millones) y los 3,7 millones que viajarán a Honduras. 

-Compra de munición. Se autoriza la compra de munición 12,70×99 mm, por valor de 120 millones de euros. ¿No será munición israelí? ¿Por eso han pasado la votación del embargo al miércoles?

-El negocio de las lenguas cooficiales. El Consejo de Ministros destinó este martes 1,8 millones de euros a diversos entes relacionados con «estudios de las lenguas cooficiales». Son instituciones catalanas, vascas, aragonesas, gallegas y valencianas. Hay de todo: Reales Academias, institutos de estudios… Vean.

-Regulación del cannabis. El Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto para elaborar, dispensar e incluir en la Seguridad Social el suministro del cannabis con uso medicinal. 

Además de los Consejos de Ministros, suelen ser de mucho interés público en las democracias occidentales -sobre todo cuando soplan vientos de cambio en la administración política- las reacciones consecuencia de la publicación de las encuestas sobre intención de voto que nacen económicamente de la marea de intereses que esconden los que pagan por ellas. 

Cuando la frecuencia e intensidad política de estas encuestas aumenta, es evidente que se está cociendo una convocatoria electoral, pues estas encuestas forman una parte importante de las precampañas electorales. Su intencionalidad es evidente: influir con un escueto margen temporal a todos aquellos futuros votantes que puedan adecuar su apoyo a la fuerza más potentada y acorde a su ideología o intereses. Es un poderoso instrumento, y cada vez se usa más. 

Como ven, suele ser muy efectivo seguir el rastro del dinero para ver con más nitidez las verdaderas intenciones de quienes nos gobiernan. Creo que se acercan elecciones. 

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