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España

Tensión por un inminente salto a la valla de Ceuta ante la llegada de miles de subsaharianos

Los inmigrantes se han agrupado a 30 kilómetros de la valla. Buscan aprovechar la coyuntura de protestas en Marruecos

Tensión por un inminente salto a la valla de Ceuta ante la llegada de miles de subsaharianos

Subsaharianos tratando de llegar a territorio español.

Tensión en Ceuta ante un inminente salto masivo de inmigrantes en el vallado fronterizo. Al parecer, miles de subsaharianos se estarían agrupando en una zona boscosa, a unos 30 kilómetros de la ciudad autónoma, con el objetivo de llegar a territorio español en los próximos días, intentando aprovechar la coyuntura de protestas juveniles que azotan Marruecos desde hace semanas. Según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, la gendarmería marroquí «ha disminuido en gran medida la vigilancia y el control de la inmigración irregular» a causa del refuerzo de la seguridad que ha llevado a cabo en otras zonas del país por las revueltas contra la monarquía y el gobierno marroquí, lo que ha dado pie a que cientos de inmigrantes hayan llegado hasta la frontera. 

Buena prueba de lo que advierten estas fuentes puede advertirse en distintas cuentas de la red social TikTok, donde se han publicado vídeos en los que cientos de personas caminan hasta regiones próximas a la frontera con Ceuta en la última semana. En las instantáneas, que ilustran este artículo, los inmigrantes salen acampando en el desierto o atravesando zonas rocosas «en dirección a España y Europa», según detalla uno de ellos en su cuenta, en la que aparecen más fotos e incluso filmaciones de cómo las fuerzas de seguridad marroquíes persiguen supuestamente a un grupo de inmigrantes por la ladera de un bosque.

«El Gobierno español confía mucho en Marruecos y en que ellos resolverán el problema, pero se equivocan de plano», advierten las mismas fuentes. Cabe recordar que la llegada de inmigración irregular a las dos ciudades autónomas ha descendido en los últimos años, principalmente a causa de los acuerdos bilaterales entre Madrid y Rabat, por los que Marruecos se comprometió a reforzar el control migratorio a cambio de que el Gobierno de España apoyase su plan de autonomía para el Sáhara Occidental. Sin embargo, advierten estas mismas fuentes, el goteo de inmigrantes sigue siendo constante, tal como ocurrió este verano y el pasado con el fenómeno de los nadadores. Los jóvenes que, aprovechando la niebla densa de la zona, cruzan a nado desde el país alauí. Este verano miles de personas lo intentaron. La mayoría de ellos era interceptado por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil y devuelta a sus países de origen.

El aviso de una ciudad marroquí

Ahora, sostienen las fuentes, el escenario es distinto porque Marruecos tiene la vista puesta en mantener el orden en el país frente a las protestas de miles de ciudadanos a raíz de que ocho mujeres embarazadas murieran en diez días tras someterse a cesáreas en el hospital Hasán II, en la ciudad costera de Agadir. La tragedia en este centro sanitario, que contaba con poco personal, presentaba insalubridad y sufría un desabastecimiento crónico, fue el germen de todo. Desde entonces, la juventud marroquí ha salido a las calles para exigir una educación y sanidad dignas, trabajos mejor pagados y una política menos marcada por la corrupción y la desigualdad. En definitiva, un futuro con más garantías. 

En cualquier caso, los avisos sobre la llegada de inmigrantes a regiones marroquíes próximas a la frontera de Ceuta no son nuevos. Hace un mes, a principios del mes de septiembre, según publicó un medio local, los habitantes de la localidad turística de Beni Mzala pidieron a las autoridades que interviniesen después de que se establecieran «colonias de inmigrantes» en la zona, muy próxima también a la ciudad de Fnideq, con el objetivo de cruzar a la ciudad autónoma, a escasos 8 kilómetros de distancia. Desde hacía meses, subrayaban, los residentes habían observado un aumento sin precedentes de inmigrantes subsaharianos, principalmente de Sudán. 

El recorte de antidisturbios

Frente a esta situación, de la que las fuerzas de seguridad han dado parte al Ministerio del Interior, la Delegación del Gobierno no ha planteado por ahora un refuerzo de agentes, según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE. Es más, el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska dio orden hace dos semanas de que el despliegue de antidisturbios se reduzca en ambas ciudades autónomas por cuestiones operativas. Interior defiende que «la organización y el despliegue de las unidades son decisiones operativas de cada cuerpo que responden a necesidades de cada momento» e insisten en que la plantilla de Policía está en máximos tras aumentar un 25% en los últimos siete años.

Sin embargo, el cambio en las plantillas de antidisturbios será considerable. Hasta ahora, cada dos semanas un grupo de las Unidades de Intervención Policial (UIP) compuesto por 50 antidisturbios se desplazaba a cada región para dar el relevo al medio centenar de agentes que había estado previamente trabajando allí. Sin embargo, la Dirección General de la Policía ha decidido que en vez de un grupo completo, se envíe solo a un subgrupo operativo, esto es, unos 15 agentes. Es decir, que del más de centenar de agentes que se destinaban cada 15 días, ahora solo irán treinta, un 70% menos.

En un principio, la reducción de efectivos se iba a materializar esta semana, pero teniendo en cuenta el escenario migratorio que puede desencadenarse en la ciudad autónoma, la Dirección General de la Policía ha decidido mantener el grupo de Ceuta. Policías y guardias civiles destinados en las ciudades autónomas destacan el gran trabajo que realizan las UIP en ambas ciudades autónomas. Su trabajo, explican fuentes policiales, no solo se centra en el control migratorio y fronterizo; también en la lucha contra el crimen organizado, en operativos contra el narcotráfico, en seguridad ciudadana y en operaciones contra el yihadismo, además de servir de apoyo a las unidades de Información. 





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