La Policía recupera el cuadro de Picasso que desapareció en su traslado a Granada
La obra, asegurada en 600.000 euros, no habría salido del almacén en el que estuvo custodiada una semana en Madrid

La Policía recupera el cuadro de Picasso desaparecido | Policía Nacional
La Policía Nacional ha comunicado este viernes que ha recuperado el cuadro de Pablo Picasso Naturaleza muerta con guitarra, que estaba desaparecido desde el día 3 de octubre, cuando iba a ser trasladado de la capital a Granada para formar parte de una exposición.
La Policía ha asegurado a través de sus redes sociales que la obra podría no haber llegado a subir al camión que iba a transportarla a la ciudad andaluza. El cuadro es un pequeño ‘gouache’ enmarcado asegurado en 600.000 euros. Según señalan a THE OBJECTIVE fuentes próximas a la investigación, al parecer la obra no salió del almacén donde fue custodiada durante una semana junto al resto de pinturas antes de que fuesen transportadas por una empresa privada hasta la capital nazarí.
La Policía investigaba la desaparición desde el 10 de octubre, cuando Caja Granada Fundación formalizó la denuncia tras comprobar que el cuadro no había llegado, junto a otras 56 obras que se trasladaron desde Madrid, al centro cultural en el que se debía exponer. En cualquier caso, los investigadores mantienen todavía abierto el caso, una vez que la Policía Científica ha inspeccionado el paquete que contenía el cuadro, para esclarecer por qué no salió de dicho espacio vigilado como sí hicieron el resto de las obras de arte.
Naturaleza muerta con guitarra, de 1919, se almacenó junto al resto de obras el 25 de septiembre para viajar hasta el centro Cultural CajaGranada, donde desde el día 6 de octubre integrarían la exposición Bodegón. La eternidad de lo inerte. CajaGranada Fundación explicó que el día 3 de octubre la empresa de transporte se personó en las instalaciones del centro cultural para hacer entrega de las piezas, lo que se llevó a cabo con videovigilancia.
El recorrido de los cuadros
Para los agentes encargados del caso resultaba sospechoso que los dos encargados de trasladar y custodiar el conjunto de obras decidieran pasar la noche en un hostal de Deifontes, cuando les restaban apenas 20 minutos para concluir la misión y dejar las obras en Granada. Finalmente, sin embargo, los investigadores, de la Brigada de Patrimonio, adscrita a la Comisaría General de Policía Judicial, sostienen que las obra no llegó a salir del almacén madrileño y todo se debió a un error humano, habida cuenta de que las obras no estaban bien identificadas.
La primera fecha marcada en el calendario del caso era el 25 de septiembre. Ese día cinco técnicos se personaron en el inmueble del dueño de las pinturas, en el madrileño barrio de Pio XII, para embalarlas y montarlas en dos vehículos. El proceso fue vigilado por el propio propietario, una familiar y dos comisarias de la exposición granadina. Sin embargo, se produjeron dos incidentes: dos cuadros tenían el mismo número de identificación y, a última hora, se decidió incluir otra obra más en el listado, a petición del dueño, para que la muestra estuviese así más completa.
Errores en la numeración
Después, los cuadros fueron trasladados a un almacén de Madrid, donde estuvieron guardados en una cámara con estrictas medidas de seguridad: videovigilancia, alarmas de seguridad, sensores… En principio, según han trasmitido los trabajadores, no se registró ninguna anomalía en la custodia. Una semana después, el 2 de octubre, salieron de la capital española en una furgoneta custodiada por dos trabajadores de una empresa privada. No obstante, no llegarían a Granada hasta el día siguiente. Decidieron hacer parada en Deifontes, un pueblo de 2.000 habitantes, sobre las 20.30 horas.
Al día siguiente, 3 de octubre, retomaron el viaje y poco después llegaron a la sede de la Fundación Caja Granada, donde descargaron todos los bultos y el responsable de exposiciones firmó la entrada. Lo llamativo, sin embargo, es que entonces no se hizo un recuento de los cuadros, aunque varios miembros del citado organismo sí advirtieron que los embalajes no estaban correctamente enumerados.
Las obras se almacenaron en otro espacio vigilado de la fundación y no fue hasta el lunes siguiente, el 6 de octubre, cuando se descubrió el pastel. Los trabajadores del museo procedieron al desembalaje y montaje de la exposición, pero a la hora de colgarlos comprobaron que faltaba uno del pintor malagueño Pablo Picasso: Naturaleza muerta con guitarra, pintado en gouache y mina de plomo sobre papel, y asegurado en más de medio millón de euros.
