El exgerente de Ferraz: 17 años en el PSOE tras un sinfín de cambios en la empresa privada
La suerte de Mariano Moreno, el guardián de los secretos económicos de Ferraz, cambió al entrar a trabajar en el partido

El presidente de Enusa, Mariano Moreno Pavón. | El presidente de Enusa, Mariano Moreno Pavón.
Mariano Moreno, el exgerente del PSOE que el próximo miércoles, 29 de octubre, deberá comparecer como testigo ante el Tribunal Supremo, encarna una carrera profesional que parece dividirse en dos mundos opuestos. Por un lado, una trayectoria errática en el sector privado, marcada por saltos constantes entre empleos de corta duración; por otro, una estabilidad casi inquebrantable de diecisiete años en el partido socialista, donde escaló desde la atención al cliente hasta convertirse en el guardián de los secretos económicos de Ferraz. Ahora, tras dejar el PSOE, su aterrizaje en un jugoso puesto público como presidente de la Empresa Nacional del Uranio (Enusa), con un salario anual de 245.000 euros, levanta más de una ceja. Su citación judicial, relacionada con los pagos en efectivo no justificados al exministro José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García en el marco del caso Ábalos, añade un capítulo más a esta historia de conexiones, influencias y ascensos oportunos.
La vida laboral de Moreno antes de aterrizar en el PSOE dista mucho de la solidez que demostró después. Su primer empleo registrado fue en 1990 como administrativo en Tecnología y Obras SA, una sociedad en la que apenas duró once meses. Tras este breve paso, el currículo de Moreno refleja un paréntesis de tres años sin actividad laboral conocida. En 1993, reaparece como técnico de actividades en la Asociación Escuela para el Desarrollo Educacional, donde se mantuvo solo siete meses. A partir de ahí, su carrera en el sector privado comenzó a girar en torno a proyectos europeos y fondos públicos, un nicho que parece haber sido su puerta de entrada al mundo de las subvenciones y las consultorías.
El siguiente capítulo de su periplo privado lo sitúa como consultor en diversos proyectos financiados con dinero europeo. Entre ellos destaca su participación en el proyecto Advance y otro similar promovido por la Asociación de Mujeres de Opañel. Estos programas, centrados en la integración sociolaboral de personas en exclusión social y financiados por el Fondo Social Europeo, le permitieron ganar experiencia en la gestión de recursos públicos. Sin embargo, su permanencia en cada puesto seguía siendo fugaz: diez meses como técnico de reestructuración en Progreso SA, nueve meses como director de proyectos en AJA, y cuatro meses como técnico de formación en Elogos Conocimientos SL. En total, durante catorce años en la empresa privada, Moreno acumuló experiencia en once empresas distintas, un récord que evidencia una falta de arraigo en el sector.
El fichaje por el PSOE: 17 años de estabilidad
Todo cambió cuando Moreno cruzó las puertas de Ferraz. Fichar por el PSOE para un cargo inicial como jefe de departamento de proyectos marcó el inicio de una etapa de estabilidad envidiable. Durante más de diecisiete años, ascendió progresivamente hasta alcanzar la gerencia, un puesto desde el que manejó las finanzas del partido con mano firme. Esta longevidad contrasta radicalmente con su historial previo y sugiere que el entorno político le ofreció un anclaje que el sector privado nunca pudo proporcionarle. Fuentes internas del PSOE han evitado detallar cómo se determinó su ascenso, pero lo cierto es que su gestión coincidió con momentos clave para el partido, incluyendo reestructuraciones internas y la captación de fondos públicos para campañas y proyectos sociales.
Su salida del PSOE no fue el fin de su carrera, sino el preludio de un premio inesperado. En la actualidad, Moreno preside Enusa, una empresa pública dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica en la que percibe un salario anual de 245.000 euros, una cifra que lo sitúa entre los mejor remunerados del sector público. Este nombramiento, ocurrido tras su etapa en Ferraz, ha levantado sospechas sobre posibles recompensas por su lealtad al partido o por el manejo de información sensible durante su mandato. La empresa, dedicada a la gestión del uranio, no parece tener una conexión directa con su experiencia previa.
Citado a declarar en el Supremo
La citación ante el Tribunal Supremo pone a Moreno en el centro de la tormenta del caso Ábalos. El magistrado Leopoldo Puente investiga la existencia de una supuesta caja B en el PSOE, y los pagos en efectivo a Ábalos y García, detectados por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, son el foco de la pesquisa. Moreno, como exgerente, podría tener claves sobre estos movimientos financieros, lo que añade presión a su nuevo papel en Enusa. Su declaración, programada para las 10.00 de la mañana del miércoles, será un momento decisivo para aclarar su implicación, o al menos para arrojar luz sobre las prácticas internas del partido durante su gestión.
