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España

El Gobierno blinda el funeral de la dana con varios centenares de antidisturbios

La Policía no prevé que se produzcan incidentes, pero sí «momentos de tensión» por la presencia del presidente Mazón

El Gobierno blinda el funeral de la dana con varios centenares de antidisturbios

El desastre causado por la riada, en noviembre de 2024. | EP

El funeral de Estado que se celebrará este miércoles en Valencia por las víctimas mortales de la dana, cuando se cumple justo un año de la tragedia que provoco la riada, contará con un amplísimo dispositivo de seguridad. La Delegación del Gobierno blindará el acto -al que está previsto que asistan 1.000 personas entre familiares de los fallecidos y autoridades y que se celebrará en el Museo Príncipe Felipe- con cerca de 250 agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP). Los antidisturbios se repartirán tanto en el interior como en el exterior del lugar elegido, ubicado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, y próximo al antiguo cauce del río Turia, según refieren fuentes policiales. A este despliegue se sumarán también agentes dle Grupo Operativo de Respuesta (GOR), Información, Subsuelo y de la Unidad de Prevención y Respuesta (UPR).  

El dispositivo, integrado por siete grupos de UIP -los cinco que hay en Valencia, el de Zaragoza y otro de Málaga- se ha diseñado teniendo en cuenta el clima de gran malestar que existe hacia el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón. Aunque, advierten las mismas fuentes, no se baraja que haya disturbios o incidentes graves, si se prevén momentos de tensión. Algunos familiares, a través de las asociaciones de víctimas, han pedido que Mazón, que ha confirmado su asistencia, no acudiese al funeral y si lo hacía, que no se acercara a los familiares. Todavía se desconoce si habrá contacto entre los familiares y las autoridades durante la celebración del acto. 

En esta ocasión, las miradas no están tan puestas en Pedro Sánchez, habida cuenta de que la celebración del acto partió de una reunión que tuvo en mayo con las organizaciones de víctimas. Aun así, advierten fuentes policiales, no puede pasarse por alto el incidente del líder del Ejecutivo en su visita a Paiporta, junto a Mazón y los Reyes, cuando varios vecinos le increparon, hasta el punto de dañar su coche oficial y agredir a uno de sus escoltas, después de lo cual Sánchez tuvo que ser evacuado. Entonces, muchos vecinos de la zona afectados por las inundaciones dijeron a las autoridades que se sentían abandonados. 

Un funeral insólito

La celebración del funeral de Estado un año después de la tragedia es algo insólito. Ninguna ceremonia oficial de este tipo se había retrasado tanto tiempo. Hasta ahora, se habían hecho actos en los 78 municipios afectados, y uno colectivo, organizado por el Arzobispado de Valencia. A este último no asistió el presidente del Gobierno. Al acto de este miércoles, en cambio, que será no confesional y retransmitido por TVE, sí asistirá, al igual que los presidentes de todas las comunidades autónomas, a excepción de Isabel Díaz Ayuso. También acudirán los presidentes del Congreso y el Senado y de los parlamentos autonómicos de la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía, las tres regiones que resultaron afectadas por la riada, y todo el Ejecutivo de Mazón.

En principio, la única autoridad que dirá unas palabras en el funeral será el rey Felipe VI. Es una incógnita si habrá algún contacto entre las autoridades y las víctimas de las familias, habida cuenta de la tensión que hay. Otra decisión que también ha creado malestar es la que limita la presencia de fotógrafos. Solo estarán acreditados profesionales de Casa Real, presidencia del Gobierno y de la Agencia EFE, lo que ha provocado quejas de las asociaciones de fotoperiodistas, que han denunciado «un veto» cuando fueron ellos los que vivieron en primera persona la tragedia de la riada el 29 de octubre de 2024. 

Malestar en la Policía

Con motivo del primer aniversario de la dana, que acabó con la vida de 229 personas, los policías también han lanzado una crítica hacia el Ministerio del Interior por la «gestión desastrosa, lenta y vergonzosa de la emergencia», según Jupol, el sindicato mayoritario del cuerpo. «Mientras cientos de policías trabajaban día y noche, sin descanso ni medios, la Dirección General de la Policía tardó más de tres días en reaccionar. Tres días de silencio y abandono. Tres días en los que la gente sufrió saqueos, desamparo y miedo. Fue una absoluta falta de respeto hacia los policías y hacia los ciudadanos». 

La organización de agentes critica que el departamento dirigido por Francisco Pardo no ordenó la movilización de efectivos de la Policía Nacional hasta pasados varios días, «a pesar de los informes internos que alertaban de robos, saqueos y colapso en las comunicaciones». «No se trató de falta de medios, sino de falta de liderazgo y de sensibilidad. Cuando se necesitaba decisión, hubo burocracia. Cuando hacía falta presencia policial, hubo papeleos y retrasos». 





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