Funcionarios de prisiones denuncian que Cataluña manipula la estadística de agresiones
La Generalitat pone el foco en el descenso de los incidentes graves mientras las agresiones totales crecen un 84%

El interior de una prisión, en una imagen de archivo. | EP
Malestar entre los trabajadores penitenciarios con la cúpula de las prisiones catalanas por la estadística de las agresiones a funcionarios. Según denuncian fuentes penitenciarias, la Dirección General de Asuntos Penitenciarios ha destacado recientemente en una entrevista que los incidentes contra los citados funcionarios se están reduciendo y son ya «un problema controlado», cuando, advierten estas mismas fuentes, la realidad es la contraria. Las agresiones al personal han aumentado un 84% en cinco años, y se han multiplicado por siete respecto a la última década, según los datos recopilados por el propio Departamento de Justicia catalán. En 2024, se registraron 3.604 incidentes, esto es, diez al día.
Por lo que, critica la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), el discurso que mantiene la Generalitat está lejos de lo que ocurre realmente en las cárceles de la comunidad autónoma. A su juicio, está ofreciendo una imagen «distorsionada de la realidad de los centros penitenciarios mediante una manipulación deliberada de los datos de las agresiones al personal». Y es que, según ha constatado esta organización, la Administración ha modificado los criterios de clasificación de los indicidentes «para reducir artificialmente el número de casos considerados ‘graves’».
La baza del Ejecutivo catalán se basa en centrar los datos en esa nueva clasificación y dejar al margen el cómputo total. Siguiendo esa lectura, en la estadística penitenciaria puede advertirse que en 2024 se registraron 55 incidentes graves, frente a los 80 que hubo el año anterior, esto es, un 31% menos; y al mismo tiempo, que las agresiones totales han aumentado de 582 a 661. «Si cambian las reglas del recuento, es fácil fabricar una reducción ficticia», advierte el CSIF, que considera el que el discurso oficial de reducir las agresiones graves «es una maniobra de distracción que oculta el fracaso estructural de la política penitenciaria».
Las agresiones, al alza
Respecto a las agresiones a funcionarios, 2025 va camino de convertirse en el año con más ataques en las cárceles. Por ahora, han aumentado un 20% respecto al año pasado, con 601 incidentes. En 2024, se registraron 661 en total. Para el CSIF, las cifras «demuestran claramente que la situación no está controlada, sino desbordada. Los cambios de criterio solo sirven para maquillar una realidad cada vez más peligrosa en los centros penitenciarios».
Además, denuncian, la transparencia en el departamento de Justicia también ha retrocedido, habida cuenta de que la Administración ha dejado de facilitar a los sindicatos estos datos en las reuniones bimensuales y ha optado por publicarlos en «un portal de descriptores estadísticos genérico, sin contexto ni información desagregada por centro». Por este motivo, el sindicato exige que los datos vuelvan a publicarse «completos y desagregados, recuperando los criterios originales del Protocolo de Agresiones» aprobado hace diez años.
Dos módulos en Tarragona
El escenario estructural, critica el sindicato, es igual o peor: centros saturados, internos conflictivos y plantillas insuficientes o con altas tasas de baja. Las organizaciones sindicales vienen denunciando que la tensión en los centros crece año tras año y que los incrementos puntuales de personal no resuelven el problema de fondo. Por lo que, en resumen, «reducir el debate a una cuestión de cifras favorables es irresponsable y demuestra la falta de voluntad política para garantizar la seguridad y la dignidad del trabajo penitenciario».
Por ahora, para hacer frente a la saturación de presos, el Govern ha anunciado la ampliación de plazas en las prisiones con la construcción de dos módulos dentro del perímetro actual de la cárcel de Mas de Enric, en El Catllar (Tarragona), que en total podrán acoger a otros 256 reclusos. En un principio, si se cumple el calendario, la ampliación podría estar lista en 2028. Los nuevos edificios serán solo para hombres y se construirán donde ahora existe un campo de futbol en desuso. Según publicó El País, la población reclusa en Cataluña creció un 6,8% el año pasado y en 2025 es probable que se supere ese dato. Hace un mes, había más de 9.000 presos en las cárceles catalanas.
Uno de los centros más tensionados es Brians 2, que alberga a 1.777 internos. Según denuncian los sindicatos, cada funcionario ha pasado de gestionar entre 80 y 90 internos a tener que atender a 120. Una sobrecarga de trabajo que irremediablemente también incrementa el riesgo de agresiones, según ha denunciado UGT. Hace menos de dos semanas dos trabajadoras fueron agredidas por un interno de la prisión ubicada en el municipio de San Esteban Sasroviras (Barcelona). El preso, fuera de control, arañó en el cuello y en la cara a una de ellas y después golpeó en el rostro a la segunda funcionaria. 
 
        