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El sector del juego se indigna con Bustinduy: quiere ponerles advertencias como al tabaco

El Ministerio de Consumo lanza una nueva medida restrictiva contra el juego privado que no aplicará al público

El sector del juego se indigna con Bustinduy: quiere ponerles advertencias como al tabaco

El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, en un evento celebrado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). | EP

El Gobierno pretende apretar las tuercas aún más al sector del juego. El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, ha anunciado que quiere imponer a los portales de apuestas online la obligación de mostrar mensajes de advertencia sobre los riesgos de juego online, como la ludopatía o la pérdida de dinero, del mismo modo que los paquetes de tabaco llevan advertencias. «La ludopatía es un riesgo del juego», «Las pérdidas del total de jugadores superan en cuatro veces sus ganancias» o «La probabilidad de ser un jugador que pierde dinero es el del 75%» son algunos de los mensajes que aparecerán en las pantallas a modo de banner.

Con esta medida, Bustinduy pretende evitar que «las desigualdades que ya existen se profundicen, e incluso atajarlas antes de que ocurran». Asimismo, el ministro ha señalado a los operadores económicos como los principales causantes de las grandes aglomeraciones de casas de apuestas en los barrios con una renta más baja en sus hogares, aprovechándose así, según el dirigente de Sumar, de quienes están necesitados: «Hay operadores económicos sin escrúpulos que no tienen ningún reparo en aprovecharse de quienes tienen situaciones de mayor necesidad».

«Desde el sector consideramos que se está produciendo una demonización totalmente injustificada de una forma de ocio legítima como es el juego privado, puesto que el juego público no sufre los mismos ataques por parte del Gobierno», denuncia en declaraciones a THE OBJECTIVE el director general del Consejo Empresarial del Sector del Juego (Cejuego), Alejandro Landaluce, que denuncia la «doble vara de medir» del Gobierno, que no incluirá los mismos mensajes de advertencia de riesgo en el juego público.

Doble vara de medir

En este sentido, cabe recordar cómo las empresas llevan años denunciando que el Ministerio de Consumo, primero con Alberto Garzón y ahora con Pablo Bustinduy, privilegia al juego público y castiga al privado, a pesar de que los riesgos del juego público, como los rasca y gana, son notorios y no gozan de un control adecuado, lo que ha supuesto un motivo de preocupación en el resto de Europa. Países como Austria, Francia, Alemania, Portugal y Gran Bretaña suscribieron en junio de 2024 una declaración conjunta en la reunión de reguladores europeos celebrada en Viena, reconociendo expresamente los riegos que suponen estos productos para los menores.

El sector se rebeló recientemente con motivo de la prohibición de captar nuevos clientes con promociones o de aparecer en las comunicaciones comerciales de personas o personajes de relevancia o notoriedad pública. También con la imposición de un límite semanal de 1.500 euros semanales. Ahora, la última ofensiva viene en forma de advertencias disuasorias en sus páginas webs y aplicaciones.

«Jugar es normal»

La última medida ha terminado de soliviantar al sector. Cejuego, la asociación empresarial que engloba al 70% del juego privado, señala también que equiparar las pérdidas económicas en el juego online con la falta de entretenimiento supone ignorar la naturaleza del consumo lúdico. «Esta actividad debe asociarse a un gasto destinado al ocio, a pasarlo bien y a disfrutar de nuestro tiempo libre igual que ocurre con otras formas de entretenimiento como ir a comer a un restaurante, ver una película o disfrutar de una obra de teatro», considera Landaluce, que compara el juego online con los juegos de cartas o los juegos de mesa.

«Realmente es importante que interioricemos que jugar es normal. En 2024, el 85,1% de los ciudadanos residentes en España de entre 18 y 75 años han jugado a algún juego de azar, perteneciente tanto al sector privado como público», abunda el director de Cejuego, que concluye: «El juego forma parte del día a día de muchísimas personas y debe entenderse como lo que es: una alternativa más de ocio; una actividad que practicada de manera responsable potencia esa parte social y cultural tan característica de nuestro país».

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