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Malestar en la prisión de Estremera por el trato de favor del nuevo director a su mujer

El responsable hizo jefa de servicios a su esposa, también funcionaria, al poco de llegar al penal. Ahora la ha condecorado

Malestar en la prisión de Estremera por el trato de favor del nuevo director a su mujer

La prisión de Estremera, en una imagen de archivo. | Europa Press

Malestar en el centro penitenciario de Madrid VII, en Estremera, por el supuesto trato de favor que el director de la prisión dispensa a su mujer, también funcionaria de prisiones, desde que llegó al cargo hace un año y medio, en mayo de 2024. Según revelan a THE OBJECTIVE fuentes penitenciarias, el responsable, Jose Ángel Laso —previamente subdirector de régimen en la prisión de Topas (Salamanca)—, dio un puesto como jefa de servicios de interior a su esposa a los pocos meses de que esta última llegase al centro. 

Lo llamativo de esta designación es que el responsable resolvió la comisión de servicios para esta jefatura en contra del criterio que había aplicado hasta ese momento en el centro. Lo común en este tipo de casos, explican fuentes penitenciarias, es que una vez que sale la plaza se adjudique a la persona que desempeñaba previamente ese cargo. «Había una funcionaria que llevaba dos años de jefa de servicios en ese puesto. Por ese motivo, ninguna otra persona se presentó para esa comisión. La mujer del director sí lo hizo, ella partía de genérico. Finalmente, esta última obtuvo el puesto, tenía más puntuación. Esto ha generado mucha tensión entre la plantilla», revela una fuente de la prisión madrileña

Mención honorífica

Esta jefatura no ha sido el único cargo que ha ostentado la citada funcionaria en apenas un año. También ha desempeñado el cargo de jefa de gabinete del director —esto es, de su marido— durante unos meses, cuando el puesto estaba vacante, así como otros en el área de administración. Al parecer, señalan las mismas fuentes, «el director la pone para cubrir bajas en los días libres». De este modo alterna distintos puestos en la prisión de Madrid VII en función de cuando trabaja. «Todo como si fuera su empresa y no una institución pública. Así va la cárcel…», censuran. 

El pasado mes de septiembre, Laso distinguió a su mujer con una «mención honorífica» por su labor en el centro en el Día de La Merced, la patrona de instituciones penitenciarias. Una distinción que no lleva aparejado ningún beneficio profesional, pero que, señalan fuentes del centro penitenciario, «ha dado la puntilla a una situación del todo surrealista». Las concesiones del director han generado «gran enfado e indignación» entre la plantilla. Aunque no son el único motivo, existe también descontento por la mala relación que dispensa a los funcionarios. Un ejemplo de ello, explican, es que el subdirector de Tratamiento haya solicitado recientemente su traslado a otra prisión de la Comunidad de Madrid. 

Descontento entre los internos de la prisión

«Todo el mundo quiere irse, hay cada vez más bajas y muy mal ambiente con la dirección», dicen distintas fuentes del penal. Por otro lado, la nueva política penitenciaria que ha puesto en marcha el máximo responsable de Estremera también ha despertado enfado entre gran parte de la población reclusa. Las quejas de los presos se han multiplicado desde que se han puesto en marcha algunas reglas. Entre ellas, la de cerrar el patio durante el desayuno, la comida y la cena. Una decisión que ha sido interpretada como una «provocación» por los internos, que denuncian «sentirse encerrados» por «capricho del director».

Si bien en otras prisiones esta norma también se ha establecido, fuentes penitenciarias explican que el déficit de personal en la cárcel es el que no permite vigilar distintas áreas a la vez, en este caso el comedor y el patio, por lo que se ha decidido limitar las zonas de vigilancia durante esos horarios. A este clima de tensión, advierten, se suma también cierto enfado de los presos con la citada jefa de servicios que, según cuentan, «se vale de su condición de mujer del director y promete cosas a los internos que luego no puede cumplir». «Al final, parece que es ella la que gestiona la prisión». 

THE OBJECTIVE ha tratado de recabar la versión de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, pero el organismo no ha hecho ninguna valoración al respecto.




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