Cuatro detenidos por el brutal ataque a dos policías fuera de servicio en Alcalá de Henares
Los arrestados, dos de ellos en prisión, atacaron por la espalda a los agentes tras reconocerlos por la calle

Agentes de la Policía Nacional
La Policía Nacional ha detenido a cuatro varones como presuntos autores de la brutal paliza que propinaron el pasado 9 de noviembre a dos agentes que se encontraban fuera de servicio en Alcalá de Henares (Madrid). Tras el arresto de los dos primeros responsables el mismo día de los hechos, en la última semana la Policía ha detenido a los otros dos individuos, a quienes se les considera responsables de un presunto delito de lesiones y de atentado contra agente de la autoridad.
Los detenidos, dos de ellos en prisión provisional tras pasar a disposición judicial, acometieron por la espalda y sin posibilidad alguna de defensa a los agentes. Como resultado, uno de los policías nacionales ha sufrido la pérdida de varias piezas dentales y la visión de un ojo, mientras que el otro funcionario policial tiene clavícula rota.
La concatenación de ataques a policías nacionales la semana pasada ha creado alarma en el cuerpo. Días antes, un agente del GRECO resulto herido grave tras recibir tras recibir dos disparos en una operación contra el narco en Isla Mayor (Sevilla), y otro policía recibió una paliza en Puente de Vallecas (Madrid) después de ser reconocido también por seis individuos cuando estaba fuera de servicio.
Los sindicatos culpan a Interior
El sindicato mayoritario de Policía, Jupol, denuncia «el aumento descontrolado y extremadamente violento» de las agresiones contra agentes en toda España. Una situación que califican de «insostenible» y que evidencia «la pérdida total del principio de autoridad y el crecimiento del odio explícito hacia los policías por parte de delincuentes cada vez más violentos e impunes».
Los últimos episodios, que incluyen emboscadas, ataques con armas de guerra —cada vez más comunes entre los narcos que custodian la droga—, agentes hospitalizados en estado crítico, brutales palizas y amenazas de muerte, confirman, según esta organización policial, que los delincuentes ya no respetan a las fuerzas de seguridad. «Atacan, disparan y buscan causar el mayor daño posible, alentados por un marco jurídico débil y por un Gobierno incapaz de garantizar la seguridad de los profesionales que protegen a todos los ciudadanos».
«¡Madero de mierda!»
«El Ministerio del Interior no nos protege», resumen fuentes sindicales. La prueba de ello es que, según los datos oficiales, solo en 2024 se registraron cerca de 17.000 agresiones a policías nacionales y guardias civiles, un récord «que demuestra que España se ha convertido en un país donde agredir a un agente sale prácticamente gratis», según denuncia esta organización policial. A su juicio, los ataques ya no son «incidentes aislados», sino que responden a un «clima de odio creciente alentado por la impunidad y la ausencia total de un discurso institucional que defienda y respalde la labor policial».
«Tenéis que estar todos muertos», «madero de mierda», «ahora a ver si eres tan valiente». Insultos y amenazas que se han normalizado y aparecen en agresiones tan graves como la ocurrida en Puente de Vallecas, en la que siete personas golpearon brutalmente a un agente, provocándole una pérdida del conocimiento y un traumatismo craneoencefálico. Jupol sostiene que el funcionario también sufrió varias lesiones en la zona lumbar mientras los agresores le gritaban, precisamente, «madero de mierda».
