Villarejo, sobre las saunas del suegro de Sánchez: «Grabamos a etarras e 'indepes'»
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En una entrevista exclusiva con THE OBJECTIVE, José Manuel Villarejo, comisario jubilado y principal investigado en el caso Tándem, ha revelado detalles clave sobre las grabaciones realizadas en las saunas de Sabiniano Gómez, el suegro del presidente Pedro Sánchez. Estas grabaciones no solo fueron un episodio oscuro del espionaje político, sino que también arrojan una inquietante paradoja que vincula al actual presidente del Gobierno con los métodos más sucios de la inteligencia del Estado. Mientras Sánchez sigue en el poder gracias al apoyo de los partidos independentistas, el suegro de Sánchez perseguía a esos mismos grupos en el pasado con prácticas de espionaje cuanto menos cuestionables.
La implicación de Sabiniano Gómez y su familia en estas actividades ha sido uno de los puntos más controvertidos de la entrevista. Según Villarejo, las saunas gestionadas por Gómez no solo eran un refugio de encuentros sexuales, sino que se convirtieron en un escenario de operaciones encubiertas que buscaban obtener información sobre personajes vinculados al independentismo vasco y catalán, así como sobre miembros de ETA. La lógica detrás de estas grabaciones, según Villarejo, era doble: obtener inteligencia para futuras investigaciones y, en muchos casos, manipular a las personas grabadas para que trabajaran como confidentes del Estado.
La unidad de espionaje de la que Villarejo formaba parte, así como los servicios secretos españoles, comenzaron a «monitorizar» las actividades de estos grupos a partir de 2005 y 2006, cuando la situación política y social del país se hacía cada vez más tensa debido a la creciente actividad de los movimientos separatistas. De hecho, las agendas del comisario jubilado revelan estas reuniones con el suegro del presidente del Gobierno. Villarejo confirma que las saunas de Sabiniano se convirtieron en un lugar clave de seguimiento, pero con un enfoque claro sobre aquellos que podían ser manipulados para ofrecer información a los servicios de inteligencia. «Fundamentalmente, grabábamos a personas que estaban vinculadas a ETA y a los movimientos independentistas», cuenta el excomisario. «La idea era tener control sobre ellos, saber con quién se reunían, qué decían, para poder utilizarlos si algún día necesitábamos que trabajaran para nosotros».
Este espionaje no solo se centró en la obtención de información, sino también en la creación de una red de colaboradores que pudieran ser utilizados en el futuro, bajo la amenaza implícita de la extorsión. Lo irónico, y a la vez inquietante, es que en el contexto actual, mientras Sánchez permanece al frente del Gobierno gracias a los apoyos de los partidos independentistas, su suegro jugaba un papel fundamental en el espionaje contra estos mismos actores políticos.
«Toda la familia Gómez estaba al tanto»
Villarejo también ha sido claro sobre la implicación de la familia Gómez en estas operaciones. La figura de Sabiniano, a pesar de su fachada de empresario ligado a la gestión de saunas, desempeñó un papel mucho más oscuro. El excomisario asegura que no solo Sabiniano, sino todos sus hermanos, estaban al tanto y colaboraban activamente en las grabaciones. «Estaban todos metidos en el asunto. Sin su colaboración, no habría sido posible», subraya Villarejo. «Sabiniano tomaba la iniciativa, a veces incluso dándonos nombres clave sobre quiénes iban a entrar en las saunas. Sabía cómo hacerlo de manera que todo quedara en la más estricta confidencialidad».
El comisario también explica cómo los hermanos de Sabiniano gestionaban la logística de las grabaciones para asegurar que los objetivos fueran identificados y seguidos con precisión. «Él era el primero en darnos la información, avisándonos sobre quién vendría en ciertos días, utilizando un sistema de códigos que nos permitía identificar a las personas a las que debíamos seguir», señala Villarejo. Esta red de complicidad fue esencial para el éxito de las operaciones, que dependían de la exactitud de la información y de la capacidad para moverse en la sombra, sin despertar sospechas.
Prostituían a menores marroquíes y brasileños
Uno de los aspectos más oscuros y escalofriantes de las revelaciones de Villarejo es el uso de menores en las grabaciones. Si bien las saunas de Sabiniano eran conocidas por ser lugares de encuentros sexuales entre adultos, el excomisario confirma que algunos de los sujetos grabados no solo eran adultos. «Fundamentalmente, eran menores de edad», reconoce Villarejo, especificando que muchos de estos menores eran «marroquíes» y «brasileños». Esta es la parte más sombría de las operaciones de espionaje, un aspecto que involucra a personas vulnerables.
Según su relato, Sabiniano Gómez se retiró de las actividades de espionaje en 2006, justo cuando su hija Begoña Gómez se casó con Pedro Sánchez. Este alejamiento, según Villarejo, no fue casual. «Dejó que otros se encargaran de la parte visible para evitar que algún día su vinculación con estos temas afectara a su yerno», explica. Mientras tanto, Pedro Sánchez, el yerno de Sabiniano, se ha mantenido en el poder con el apoyo de las mismas facciones que fueron objeto de esas grabaciones: los independentistas vascos y catalanes.
