El Poyo alcanzó en Torrent un caudal de dos piscinas olímpicas por segundo durante la dana
Los investigadores señalan que la probabilidad de una inundación similar es del 8,8% para la cuenca del Júcar

La Rambla de Poyo en Torrent en la sección de medida. | EP
El caudal máximo que alcanzó el Poyo a su paso por la localidad valenciana de Torrent el día de la trágica dana de 2024 «equivalió a dos piscinas olímpicas por segundo y los estrechamientos aguas abajo lo desbordaron».
Esta es una de las conclusiones extraídas por personal investigador del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva de la Universidad de Valencia (UV), que ha publicado un estudio que detalla los picos de caudal de las cuencas de los ríos Turia y Magro y los barrancos afluentes a la Albufera de Valencia, el 29 de octubre de 2024 y los cuellos de botella o estrechamientos y su influencia en los desbordamientos.
El trabajo identifica así los caudales máximos antes y después de estos estrechamientos, que son la causa principal de los desbordamientos. En concreto, el Poyo en Torrent registró, 5678 m³ por segundo (un m3/seg equivale a 1000 litros en una sección de un metro por un metro, en un segundo); el máximo del Magro en Carlet fue de 4198 m³/seg; y el Turia en Pedralba registró un pico de 2596 m³/s.
«El caudal medio de la rambla del Poyo por Torrent equivale al agua que llenaría dos piscinas olímpicas cada segundo (50 por 25 metros con casi tres de profundidad); o el agua que podrían llevar 300 camiones cisterna llenos cada segundo», explica en un comunicado Juan Soria, profesor del Departamento de Ecología (Facultad de Ciencias Biológicas) de la Universidad de Valencia que ha liderado esta investigación publicada en la revista Water.
El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades ha premiado recientemente la contribución científica de Juan Soria a la reconstrucción tras la dana. El estudio identifica los «cuellos de botella» en la red de drenaje hidrológico. Estos puntos críticos ocurren donde la sección aguas abajo de un canal es significativamente menor que la sección aguas arriba. En la rambla de Poyo, la confluencia con el barranco de la Horteta en Torrent arrojó una sección mojada transversal de 2271 m³. Sin embargo, la sección está restringida progresivamente aguas abajo, reduciéndose en una distancia de 10 km a 205 m³ cerca de Massanassa.
Este embotellamiento «fue la causa de la inundación generalizada entre Torrent y Massanassa, que resultó en daños materiales y numerosas víctimas», detalla Rafael Muñoz, primer firmante del artículo.
Un ejemplo destacado también es el río Magro, donde se observó una reducción drástica de la sección transversal mojada: pasó de 1679 m³ en Carlet a tan solo 243 m³ en Algemesí. Esta reducción explica el desbordamiento masivo, estimado en 3590 m³/seg, que inundó Algemesí y sus áreas circundantes. La validez de este procedimiento empírico de medida fue rigurosamente probada mediante la ecuación de Manning, que se utiliza ampliamente en el cálculo hidrológico a partir de variables como la pendiente, el tipo de cauce y la sección del mismo.
Desde una perspectiva ecológica, el impacto en la Albufera de València fue grave, con un descenso del 82% en la conductividad del agua por debajo de los valores predana. Además, se ha depositado una sustancial capa de sedimento en el fondo de la laguna, un fenómeno que ya fue destacado por estudios preliminares sobre la sedimentación.
Planificación territorial
«El estudio subraya la necesidad urgente de utilizar estos datos obtenidos para actualizar las herramientas de planificación territorial, como el Patricova, e implementar intervenciones estructurales para mejorar la capacidad de los cauces», destaca Noelia Campillo, también participante en esta investigación.
El evento de 2024 fue el más importante en la cuenca del Poyo en los últimos 80 años, el segundo en la del Turia y el tercero en la del Júcar, según los registros consultados. Los investigadores señalan que la probabilidad de una inundación similar es del 8,8% para la cuenca del Júcar y del 2,5% para las cuencas del Turia y Poyo, apunta Juan Víctor Molner, también firmante del artículo científico.
Los investigadores emplearon una metodología empírica postevento para realizar la estimación de los caudales máximos en determinados puntos concretos de las cuencas debido a la naturaleza esporádica e impredecible de estos fenómenos y las limitaciones de los sistemas de recopilación de datos en tiempo real durante avenidas extremas como el Sistema Automático de Información Hidrológica de la Confederación Hidrográfica del Júcar (SAIH).
El enfoque se basó en el análisis de la evidencia física dejada por el máximo nivel de la inundación, utilizando el cálculo de la sección transversal mojada en 25 puntos clave de muestreo. Utilizando la red oficial de datos de medición de caudales existente, se estimó la velocidad media del agua. Los resultados arrojaron estimaciones de caudales máximos en varios lugares, que superaron en gran medida la capacidad de transporte de los cauces, provocando importantes inundaciones y desbordamientos.
