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El director de la Policía desvela un plan yihadista para atentar contra una iglesia en España

Francisco Pardo Piqueras destacó ante altos mandos que la colaboración marroquí evitó este atentado en 2024

El director de la Policía desvela un plan yihadista para atentar contra una iglesia en España

Francisco Pardo Piqueras.

El director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo Piqueras, reveló recientemente la existencia de un plan terrorista avanzado de una célula yihadista que tenía como objetivo atentar contra una iglesia católica en territorio español. La información, que hasta el momento nunca había trascendido más allá del reservado circuito de los servicios de información policial, fue dada a conocer por el máximo responsable del cuerpo policial durante un reciente encuentro informal con altos mandos de la seguridad europea. Según lo revelado, la Dirección General de Seguridad Nacional marroquí jugó un papel importante en la operación para desmantelar el ataque, que iba a producirse en 2024.

El Gobierno de Pedro Sánchez acaba de escenificar la gran sintonía que mantiene con Marruecos desde el giro estratégico sobre el Sahara, tras una decisión unilateral de Sánchez en abril de 2022. Esta pasada semana, una delegación del Ejecutivo bajo las órdenes de Mohamed VI visitó España. En esa cumbre, sin embargo, apenas tuvieron peso cuestiones de seguridad, a pesar de que el Gobierno siempre recalca el clima de colaboración entre cuerpos policiales de ambos países en materia de terrorismo yihadista. Especialmente con la Dirección General de Seguridad Nacional (DGSN) marroquí, un cuerpo policial dirigido por Abdellatif El Hammouchi, recientemente condecorado por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, con la Gran Cruz de la Guardia Civil.

La estrecha conexión actual entre Interior y esta DGSN marroquí la describió recientemente el propio director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo Piqueras. Lo hizo, según ha podido constatar THE OBJECTIVE de fuentes de toda solvencia, en un almuerzo en el que participaron altos mandos policiales, algunos de ellos dedicados a antiterrorismo, así como representantes a nivel regional europeo de Interpol.

En esa comida, Pardo Piqueras explicó a algunos participantes ajenos a las Fuerzas de Seguridad del Estado que la mayor preocupación actual en materia de seguridad pasa por la inmigración irregular y el control de esos flujos en frontera. Principalmente por la posibilidad de que sean utilizados por grupos terroristas para acceder a España y a Europa provenientes del Sahel para acometer acciones terroristas de gran calado.

Ataque a una iglesia española

En esa labor, explicó Piqueras a los presentes, está jugando un papel determinante la Dirección General de Seguridad Nacional y los cuerpos de inteligencia marroquíes. Y citó, en concreto, una operación de 2024 que pudo haberse convertido en una tragedia de grandes magnitudes. Según relató, una célula terrorista bien implantada en suelo marroquí y español había estado trabajando intensamente en un plan para cometer un atentado en una iglesia española. No desveló la fecha exacta ni tampoco el lugar, pero dejó patente que el nivel de organización de ese comando yihadista era superior a lo que se vio en otros episodios.

Fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por THE OBJECTIVE confirman que en 2024 se recibió información sobre ese posible atentado contra una iglesia, y relacionan a sus autores con dos golpes policiales que se produjeron en noviembre del pasado año. Dos operaciones conjuntas de la Policía española y marroquí que se desarrollaron en Ceuta, Madrid e Ibiza, así como en las ciudades marroquíes de Tetuán y Fnideq.

«Fase de ejecución»

Según informó Marruecos, el objetivo de esa célula era «la planificación y coordinación destinadas a cometer actos terroristas en nombre del Daesh, antes de incorporarse a las filas de la rama de esta organización terrorista en la región del Sahel». No se habló en aquel momento del objetivo concreto del ataque que preparaban.

Este tipo de objetivos blandos, cargados de un fuerte simbolismo religioso, se han convertido en una prioridad para la propaganda yihadista en suelo europeo; buscan no solo causar víctimas, sino también el impacto social en el país. Que el atentado estuviera en «fase de ejecución» implica, en terminología antiterrorista, que los implicados ya contaban con los medios, la voluntad y la decisión final para llevar a cabo el ataque de manera inminente.

Cazado en Marruecos

A pesar de esa buena sintonía a alto nivel entre la Policía de ambos países, en los últimos meses se han producido algunos gestos de tensión que no han pasado inadvertidos en estos círculos. El pasado mes de agosto, la prensa marroquí recogió varias fotografías de Pardo Piqueras almorzando en un restaurante de la localidad costera marroquí de Asilah durante sus vacaciones.

El director general de la Policía Nacional, que almorzó con varias personas, no fue consciente de que había sido fotografiado en al menos cuatro ocasiones. Sin embargo, en España se entendió esta publicación como un mensaje «oficial» marroquí, un gesto de cierta protesta o «venganza» por la publicación de una información sobre las vacaciones del jefe del espionaje marroquí en la Costa del Sol.

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