El jefe antidroga de Valladolid detenido vendía a un clan dominicano los alijos que incautaba
Fuentes próximas a la investigación revelan que el mando daba el cambiazo a la droga antes de que se destruyera

El mando antidroga de la Policía Luis Fernandez. | TO
El jefe de Estupefacientes de la Policía Nacional de Valladolid detenido por narcotráfico había diseñado un sistema casi perfecto para lucrarse con los alijos de droga que sus agentes incautaban en las operaciones que él mismo dirigía. Según revelan a THE OBJECTIVE fuentes próximas a la investigación, que lidera la Unidad de Asuntos Internos (UAI) y coordina el Juzgado de Instrucción número 3, el inspector Luis Fernández Rafael daba el cambiazo a la cocaína antes de que se destruyese en las plantas incineradoras y después se la vendía a un clan de dominicanos, asentado en la capital vallisoletana y cuyos integrantes también han sido detenidos en la misma operación policial.
De esta forma, prosiguen las mismas fuentes, el mando colocaba alijos que, a ojos de la Policía, ya habían sido destruidos y evitaba levantar cualquier sospecha entre sus compañeros. La prueba de este modus operandi es que los 40 kilos de droga que ha incautado Asuntos Internos tras la detención del exjefe de Estupefacientes corresponden a los que la Policía Nacional decomisó el pasado mes de mayo cuando tumbó la mayor red de narcotráfico y blanqueo de capitales de la provincia de Valladolid en una operación denominada Churruca, aseguran a este periódico fuentes policiales. Los agentes localizaron la cocaína en la casa de un familiar de uno de los detenidos de la banda dominicana.
La operación Churruca se saldó con 19 detenidos y 59 kilos de cocaína incautados, valorados en casi cuatro millones de euros, y descabezó a la cúpula «más potente» de la droga en la región. Una presunta organización criminal vinculada a un clan muy conocido de mercheros —un grupo social que sigue las costumbres gitanas, pero no pertenece al pueblo gitano— de Valladolid, que adquiría la droga en Galicia para distribuirla por la provincia y la comunidad autónoma de Asturias. Los agentes, dirigidos por el entonces inspector jefe de Estupefacientes, también se incautaron de 22 vehículos de alta gama y numerosa documentación.
Alto tren de vida
El alto tren de vida de Fernández Rafael, que había adquirido recientemente distintos coches de lujo, fue precisamente lo que levantó las sospechas entre los agentes de Asuntos Internos. La Policía detuvo al inspector tras casi un año de investigación y registró el pasado jueves su vivienda, en Arroyo de la Encomienda (Valladolid), así como el despacho y la taquilla que tenía en dependencias policiales. Después de tres días en los calabozos, el domingo, el juez instructor decretó el ingreso en prisión provisional para el mando policial y otros cinco arrestados. Según revelan a THE OBJECTIVE fuentes jurídicas, los detenidos del clan dominicano confesaron en sede judicial que el inspector jefe era quien les vendía la droga, procedente de las incautaciones que realizaba.
Hace poco más de una década, el nombre del exjefe de Estupefacientes trascendió internamente por denunciar, paradójicamente, una trama de tráfico de drogas en la Policía Nacional de Fuerteventura cuando estaba destinado allí como inspector, según distintas fuentes policiales. Finalmente, en 2013, agentes de Guardia Civil a cargo de esa operación detuvieron a un mando de la Comisaría de Puerto del Rosario por formar parte de la cúpula de un grupo mafioso de agentes de la Benemérita que se dedicaban al narcotráfico en la isla, al que se conocía como clan de los Marichales.
Quinto mando antidroga detenido
El inspector jefe Luis Fernández es el quinto mando antidroga al que la Unidad de Asuntos Internos (UAI) atrapa en menos de dos años lucrándose de la actividad ilegal que en realidad debía perseguir. En agosto, Asuntos Internos también detuvo a Faustino Nogales, exjefe del Grupo II del Grupo de Estupefacientes de la Jefatura Superior de Policía de Baleares, por integrar una organización dedicada al narcotráfico. El exmando, en prisión provisional, simulaba investigaciones de droga y accedía a bases de datos policiales para detectar si sus compañeros estaban tras los pasos de los cabecillas de la red. Nogales les daba chivatazos y revelaba técnicas para que pudieran sortear a la Policía.
Un método que también llevo a cabo Óscar Sánchez Gil, exjefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional de Madrid. Este inspector jefe, detenido en octubre de 2024 por Asuntos Internos y que escondía casi 19 millones de euros emparedados en su domicilio procedentes del negocio del narcotráfico, daba cobertura a los miembros de la organización criminal —a través de las bases de datos policiales— para que pudiesen colar por los puertos españoles grandes cargamentos de cocaína. No solo eso, sino que incluso llegó a torpedear detenciones de sus propios compañeros.
Entre febrero y marzo, siete meses antes, la Policía Nacional detuvo al inspector Juan Carlos Carrión, enlace de la Policía en la embajada española en Colombia y un mando histórico en la lucha contra el narcotráfico en Galicia, y al exjefe de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de Murcia, por formar parte de una organización criminal dedicada presuntamente a introducir grandes partidas de cocaína en España procedentes de Sudamérica.
