The Objective
Fugas del erario

España ha pagado 165 millones de euros en pensiones y salarios a Palestina

En noviembre se anunciaron los 50 millones de euros más recientes

España ha pagado 165 millones de euros en pensiones y salarios a Palestina

El presidente español, Pedro Sánchez, con su homónimo palestino, Mahmud Abás. | EFE

El Gobierno español ha enviado 165 millones de euros al Ministerio de Finanzas palestino desde 2008 (datos de la web de Moncloa sumados a las cantidades que el propio Gobierno anuncia para 2025) en concepto de salarios públicos y pensiones. Estas partidas se han de sumar a las abundantes ayudas que Palestina recibe bajo múltiples conceptos y de no pocos benefactores desde hace décadas (miles de millones de euros).

En las últimas partidas detectadas con destino al Ministerio de Finanzas de la Autoridad Palestina se prescriben estos pretextos justificantes: «apoyo a funcionarios de la Autoridad Palestina y pensionistas a través del mecanismo de la Unión Europea Pegase», «la gobernabilidad al Ministerio de Finanzas y apoyo presupuestario» y «mecanismo Palestino-Europeo de gestión y ayuda socioeconómica Pegase, componente CSP» (datos de la Base de Datos Nacional de Subvenciones del Ministerio de Hacienda español). Esto me obliga a explicarles lo que es el Pegase.

El Pegase (Palestinian-European Socio-Economic Management and Assistance Mechanism), supuestamente y según su propia definición, es un programa de la Unión Europea para apoyar al pueblo palestino con ayuda económica y asistencia diversa. De lo publicado en 2025 por el propio Gobierno, hemos podido saber que se han aportado 50 millones de euros a este mecanismo encargado de pagar sueldos y otros menesteres relacionados con el funcionamiento ordinario de la administración gubernamental palestina. Parece que este ente usa como principal organismo instrumental receptor y gestor de sus fondos al Ministerio de Finanzas de la Autoridad Palestina.

El Gobierno anuncia haber enviado a la Autoridad Nacional Palestina 50 millones de euros para «gobernanza» en 2025 (publicación del Ministerio de Asuntos Exteriores del 4 de noviembre de 2025), mientras que alude haber enviado 115,3 millones de euros a la Autoridad Palestina en los ámbitos del Pegase desde 2008 (publicación de Moncloa del 16 de octubre de 2025). ¿Van, entonces, más de 165 millones de euros españoles al Pegase desde 2008? Es muy difícil averiguar con exactitud las cantidades que se envían a Palestina en cualquier concepto; no hablemos ya conocer y auditar el uso de todo este dineral público. Pregúntense, como yo, el porqué.

Es cierto que viendo la situación geoestratégica y socioeconómica en la zona, sobre todo antes de la guerra con Israel, no parece que todas estas cantidades ingentes de dinero público, (hablamos, en una estimación más que conservadora, de más de 10.000 millones de euros en cuatro años), hayan contribuido a la democratización y al progreso pacífico de Palestina. Más bien al contrario: parece que, a pesar de la cuantiosísima ayuda que tantos Estados han enviado a las autoridades palestinas, a organizaciones internacionales que trabajan en el terreno y las ONG, lo único claro es que se ha radicalizado aún más la postura de enfrentamiento y se han potenciado grupos terroristas que han generado terror y máxima hostilidad contra su propio pueblo y contra Israel, y, por ello, se ha deteriorado la convivencia progresivamente hasta llegar al caos de hoy. Podríamos decir a las claras que toda la maquinaria institucional de cooperación internacional para el desarrollo, con la ONU (UNRWA) a la cabeza, ha fracasado estrepitosamente en el desarrollo de Palestina.

En definitiva, la cooperación internacional española para el desarrollo tiene una actividad frenética. Solo hay que echar un vistazo a la base de datos nacional de subvenciones del Ministerio de Hacienda (donde se publican las convocatorias de las subvenciones públicas) para ser conscientes de la enorme cantidad de partidas que se reparten bajo el paraguas de la cooperación. Esta marea crece cuando existe algún motivo que pudiera justificar el presunto envío de ayuda, lo cual ha sucedido con la guerra entre Israel y Palestina. Enviar mucho más dinero a la Administración de un país en guerra y fácticamente controlado por un grupo terrorista es, como mínimo, arriesgado; se puede estar alimentando la compra de armas, las ansias de poder de dictadores que ven en el caos su oportunidad o cosas peores.  

Publicidad