Asombro entre los militares por el blindado de combate incautado a una trama del fuel
Los investigadores tendrán que determinar si la ametralladora de la torreta estaba desactivada
Vehículo blindado BMR de seis ruedas incautado por la Policía. | RRSS
La localización por parte de la Policía Nacional de un taller clandestino de armas de fuego y munición de guerra en una vivienda ubicada en Ávila ha dejado con la boca abierta a militares consultados por THE OBJECTIVE, ya que en el interior se encontró un vehículo blindado bélico con una ametralladora de gran calibre instalada en la parte superior. Un hecho sin precedentes en España.
El blindado en cuestión es un BMR de seis ruedas de los utilizados en misiones internacionales y que ya están en desuso dentro de las Fuerzas Armadas, mientras que la torreta lleva incorporada una Browning M2 del 12.7x99mm. Las imágenes facilitadas por la Policía muestran un material en perfecto estado de conservación, aunque el vehículo tiene todas las escotillas abiertas, por lo que podría ser un objeto de coleccionista en exposición de alguno de los detenidos. En cuanto a la ametralladora, los investigadores tendrán que determinar si estaba desactivada o no. También deberán inspeccionar los cartuchos que cuelgan de ella.
Junto a este llamativo blindado, los policías intervinieron 44 armas de fuego, algunas con el número de serie borrado y modificadas con silenciadores. En las imágenes aparece un arsenal de pistolas y fusiles semiautomáticos, así como munición de guerra. También una parte de los 60 vehículos de lujo, entre los que hay Ferraris y Porsches, junto con motocicletas de alta cilindrada. Fueron detenidas ocho personas en un total de nueve registros, en los que se intervinieron más de 130.000 euros, 167 relojes de lujo y activos financieros que superan los 14 millones de euros. Además, se han bloqueado cuentas con más de 12,5 millones, más de 3,6 millones de litros de carburante y 46 inmuebles por un valor de cinco millones.
Los investigadores creen haber desarticulado una organización criminal que está detrás de «uno de los mayores fraudes de IVA cometido hasta la fecha en el sector de hidrocarburos», aunque se desconoce el nombre de la trama del fuel y si hay alguna persona relevante entre los detenidos. Hasta el momento se ha constatado que el fraude asciende a cerca de 300 millones entre los años 2023 y 2024. La organización tenía una estructura jerarquizada liderada en la cúspide por dos socios, bajo cuyo mando se encontraban los directivos financieros que controlaban las cuentas y se encargaban de toda la contabilidad empresarial.
En el último escalón se encontraban los trabajadores, «de los cuales muchos de ellos desconocían la actividad criminal llevada a cabo», según el comunicado de la Policía. Por último, sin formar parte de esta estructura, estaban los testaferros a quienes seleccionaban para que prestasen su identidad y así figurar ellos como responsables de las obligaciones tributarias generadas por los operadores petrolíferos, llegando uno de ellos a percibir retribuciones de alrededor de dos millones de euros.
¿Cómo es posible que un BMR de los que estuvieron desplegados en Afganistán o el Líbano aparezca en el garaje de una vivienda abulense? Las citadas fuentes creen que la respuesta está en una subasta que se realizó hace una década a través de la web Escrapalia, con material que había quedado obsoleto para el Ejército de Tierra en plena fase de renovación de blindados. En 2015 salieron a subasta varios lotes en los que había cinco BMR que habían estado en misiones internacionales, pero también otros vehículos tipo oruga —TOA, Transporte Oruga Acorazado—, excavadoras, remolques, etc.
Fue la primera subasta en España en la que personas civiles pudieron acceder a material de este tipo, aunque los blindados militares no podían circular con sus más de 15 toneladas de peso y su autonomía de 1.000 kilómetros, ya que habían sido dados de baja previamente. Es más, en el momento de la adjudicación, los compradores tuvieron que comprometerse por escrito a que los objetos adquiridos siempre estarían inutilizados, además de cumplir otros requisitos como, por ejemplo, tener una póliza de responsabilidad civil por un mínimo de 150.255 euros.
Entre los diferentes lotes disponibles destacaban las cinco unidades de BMR por un precio de salida de 3.000 euros —a 600 euros cada uno—. Ahora bien, en las fotografías los blindados aparecían sin torreta ni ametralladora, por lo que el encontrado en Ávila pudo ser modificado en los últimos años si salió de aquella subasta.
La producción de los BMR se inició en 1979 por parte de Santa Bárbara. Se fabricaron un total de 648 BMR-600 y hasta 340 BMR-VEC como el encontrado en Ávila, de los cuales un centenar estaban equipados con torres H-90 de las desfasadas autoametralladoras Panhard AML-90, y equipados, por tanto, «con un cañón de baja velocidad de 90mm y ametralladora coaxial», según relata el Ministerio de Defensa en su página web.
Posteriormente, los BMR y VEC fueron modernizados a la versión M1, sustituyendo el motor Pegaso original de 310 CV por un Scania de 306, mucho más ligero, «con mayor potencia específica y mayor sobrealimentación». También se le incorporó un blindaje adicional a base de placas de acero, un sistema de defensa bacteriológica y química, más capacidad de combustible, y un largo etcétera que le permitió seguir prestando sus servicios en el Ejército de Tierra, aunque su punto débil siempre estuvo en los bajos, ya que no soportaban la activación de explosivos colocados en el suelo como se pudo ver en Afganistán.