Airbus solicita al Gobierno la primera excepción de una empresa al embargo de armas a Israel
La compañía europea avisa al Ejecutivo de que algún pedido puede verse comprometido por la prohibición

Un avión A400M de Airbus.
Airbus ha transmitido a varios ministerios del Gobierno de Pedro Sánchez su preocupación por el hecho de que varios de sus programas se vean afectados por el embargo de armas a Israel, por lo que ha preguntado por la posibilidad de que el Consejo de Ministros apruebe una excepción al gigante aeroespacial europeo en esta medida de castigo al Estado hebreo, según desvelan fuentes del Ministerio de Defensa.
La compañía europea ha trasladado a varios ministros que la aplicación estricta del embargo de armas a Israel, tal y como fue aprobada por el Ejecutivo a finales de septiembre, puede afectar sobre todo a la línea de montaje del A400M que se ensambla en la factoría de San Pablo en Sevilla y que, en última instancia, «podría repercutir en puestos de trabajo aquí en España», advierten las citadas fuentes.
En todo caso, desde el departamento de Margarita Robles se desvinculan de cualquier posible excepción con Airbus y mantienen que la desconexión de la tecnología israelí ha sido «completa» y que el embargo no tiene ninguna fisura. «Si hubiera excepciones, no sería por Defensa, sino por Economía y Comercio. Podría afectar a las exportaciones, pero no tendría nada que ver con material de defensa» adquirido o vendido por España, insisten.
Este contratiempo para Airbus se produce en un momento en el que su A400M toma velocidad de crucero en cuanto a pedidos internacionales, con un total de 178, de los cuales se han entregado ya 135 aviones. Todos ellos han salido de la factoría sevillana. Los últimos contratos de exportación ha sido con Kazajistán e Indonesia. Estos países asiáticos pidieron dos aparatos cada uno y se les ha entregado uno en cada caso.
El embargo de armas a Israel por parte de España no afecta a ningún componente específico del A400M, pero sí a los posibles «equipamientos específicos» que cada solicitante pueda solicitar en el momento de un pedido. Por ejemplo, un país podría pedir que a sus aviones se les instale en San Pablo un sistema de autodefensa con tecnología israelí, cuya adquisición y transferencia le correspondería hacer a la filial española del gigante aeroespacial. Y ahí es donde colisiona con el embargo de armas que el Gobierno ha impuesto al Estado hebreo.
Por el momento, no hay ningún pedido de Airbus que se haya visto afectado por el real decreto aprobado el pasado 27 de septiembre, pero sí podría haber alguno en el futuro. De ahí las advertencias que los representantes de la compañía europea han transmitido a los ministerios concernidos por el embargo y la solicitud, en último término, de que el Consejo de Ministros les indulte en su caso. La filial española declina hacer comentarios sobre esta cuestión a preguntas de THE OBJECTIVE.
Defensa también anunció este lunes que el Ejército del Aire bautizará como Saeta II a su nuevo avión de entrenamiento Hurjet desarrollado por Turquía. El Gobierno aprobó a finales de octubre el acuerdo por el que se autoriza la adquisición de los aparatos que reemplazarán a los aviones F-5 del Ala 23 con base en Talavera la Real (Badajoz) por un total de 3.120 millones de euros. Los primeros 30 aviones de este tipo está previsto que sean entregados entre 2028 y 2030.
Además, el departamento de Robles tiene previsto anunciar a finales de año o principios de 2026 el acuerdo con Francia y Alemania para dar un impulso al desarrollo del FCAS, el caza europeo de última generación. El proyecto, iniciado en 2017 y en el que participan los tres países europeos, es liderado por los galos de Dassault, y si nada descarrila, podría verse un avión volando en 2040, pero raramente antes; quizá incluso en 2045, si las tensiones y repartos industriales, que no tienen contentas a todas las partes, no se solucionan.
