Zapatero presume de una carta manuscrita del exjefe de la inteligencia militar chavista
El expresidente del Gobierno asegura que en esa misiva el exespía chavista «le pone por las nubes»

José Luis Rodríguez Zapatero. | Gustavo Valiente (EP)
José Luis Rodríguez Zapatero comenta en su entorno más cercano que conserva una carta manuscrita de Hugo Carvajal Barrios, conocido como El Pollo Carvajal, quien fue jefe de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) de Venezuela durante los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Según trasladan fuentes conocedoras de esas conversaciones a THE OBJECTIVE, el expresidente del Gobierno asegura que en esa misiva el exespía chavista «le pone por las nubes». El contexto en el que se produce este alarde no es menor. Carvajal llegó a España en 2021 tras años reclamado por la justicia estadounidense por presuntos delitos de narcotráfico y colaboración con las FARC. Desde su aterrizaje en territorio español, el exjefe de inteligencia venezolano trató de evitar su extradición a Estados Unidos, solicitando asilo y ofreciendo colaboración judicial tanto en España como posteriormente ante las autoridades norteamericanas.
Durante ese periodo, El Pollo Carvajal declaró ante la Audiencia Nacional en el marco de varias causas de alto voltaje político. Entre ellas, la investigación sobre la presunta financiación irregular de Podemos y el denominado caso Morodo, que afectaba directamente a Raúl Morodo, exembajador de España en Venezuela durante el Gobierno de Zapatero. En ambas, Carvajal realizó manifestaciones que apuntaban a figuras relevantes del socialismo español, incluido el propio expresidente, según ha podido saber THE OBJECTIVE.
Pese a esos movimientos, en 2023 la Audiencia Nacional autorizó finalmente su extradición a Estados Unidos. Desde entonces, Carvajal se encuentra en territorio estadounidense, pendiente de sentencia y colaborando con la Justicia en el marco de distintos procesos federales. En ese contexto, y según diversas fuentes, el exjefe de inteligencia venezolano habría ampliado sus declaraciones, señalando a distintos actores políticos y económicos internacionales por su presunta relación con el régimen chavista.

Es en este escenario donde Zapatero exhibe la supuesta carta manuscrita como un elemento de defensa personal. Según su versión, el escrito demostraría la buena consideración que Carvajal tenía de él y serviría para desmentir cualquier acusación o insinuación sobre su implicación en tramas irregulares vinculadas a Venezuela. Fuentes jurídicas consultadas recuerdan que el valor de una misiva privada en este tipo de causas es estrictamente político o reputacional, pero carece de relevancia probatoria si no se incorpora a un proceso y es sometida a contradicción.
El ‘caso Morodo’: condenas sin salpicar a Zapatero
El episodio más sensible para el expresidente socialista fue el caso Morodo. Raúl Morodo, que fue embajador de España en Venezuela entre 2004 y 2007, durante el primer mandato de Zapatero, fue condenado por la Audiencia Nacional por haber recibido millones de euros procedentes de PDVSA a través de contratos ficticios y sociedades instrumentales. La causa concluyó con un acuerdo de conformidad con la Fiscalía. Raúl Morodo reconoció los hechos y fue condenado a diez meses de prisión, mientras que su hijo, Alejo Morodo, aceptó una pena de dos años. Gracias a ese pacto, ninguno de los dos ingresó en prisión.
Ese desenlace judicial dejó fuera del foco penal a Zapatero, que no fue imputado ni condenado. Sin embargo, durante la instrucción y en declaraciones públicas, varios exdirigentes venezolanos sostuvieron que Morodo habría actuado como supuesto testaferro del expresidente de España. No obstante, ni Raúl ni Alejo Morodo señalaron a Zapatero en su acuerdo con la Fiscalía, lo que jurídicamente clausuró cualquier derivada penal directa contra él. Uno de los episodios más oscuros del caso fue la muerte de Juan Carlos Márquez, exdirectivo de PDVSA. Márquez había manifestado su intención de «contar toda la verdad» sobre las relaciones entre el régimen chavista y determinados intermediarios internacionales. Llegó incluso a solicitar declarar voluntariamente ante la Audiencia Nacional. Sin embargo, un día después de pedir comparecer y apenas dos días antes de su cita judicial, apareció ahorcado.
Desde Estados Unidos, Carvajal estaría proporcionando información a los fiscales federales sobre las estructuras de poder del chavismo, sus vínculos con el narcotráfico y las redes de apoyo internacional del régimen. Entre los asuntos que, según distintas fuentes, habrían sido abordados en sus declaraciones, figuran los contactos políticos en Europa y el papel de intermediarios que facilitaron legitimidad internacional al chavismo en momentos clave. En ese marco, el nombre de Zapatero aparece de forma recurrente en el debate público, aunque no constan imputaciones formales ni procedimientos abiertos contra él en Estados Unidos. El expresidente ha defendido siempre su papel como mediador internacional y ha negado cualquier relación con actividades ilícitas. La carta manuscrita que ahora exhibe en privado se inscribe, según interpretan fuentes, en una estrategia de autoprotección reputacional frente a un escenario judicial que sigue evolucionando.
