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El Gobierno confirma que Gibraltar no solicitó permiso para los rellenos en aguas españolas

La Fiscalía se compromete a investigar los impactos ambientales que podrían derivarse de las actividades en el Peñón

El Gobierno confirma que Gibraltar no solicitó permiso para los rellenos en aguas españolas

Recreación del macroproyecto urbanístico en Gibraltar. | TNG GLOBAL

El Gobierno de España ha manifestado que Gibraltar no ha solicitado ningún tipo de permiso para realizar los rellenos que está llevando a cabo sobre aguas españolas en la Zona Especial de Conservación (ZEC) del Estrecho Oriental, área protegida dentro de la Red Natura 2000. Esta información ha sido confirmada por el subdirector general de Biodiversidad Terrestre y Marina, quien afirmó que no existe constancia de ninguna autorización para ocupar el dominio público marítimo-terrestre en la cara este del Peñón.

Los rellenos en cuestión han sido objeto de denuncia por parte de la organización ecologista Verdemar-Ecologistas en Acción, que ha presentado un informe detallado sobre el impacto ambiental de estas actividades tanto en el entorno marino como en la zona terrestre. Uno de los puntos clave de la denuncia es el trasiego de piedras desde la cantera La Utrera, en Casares (Málaga), hasta Gibraltar, donde se están utilizando para ampliar terrenos en el mar en la construcción del proyecto urbanístico Eastside. Esta práctica afecta tanto al área protegida del Estrecho como a la propia Sierra de la Utrera, un lugar de alto valor ecológico y arqueológico.

El Gobierno, a través de su Subdirección de Biodiversidad, ha trasladado la denuncia a las consejerías competentes de la Junta de Andalucía para su análisis. La Consejería de Cultura y Deporte investigará si las actividades en la cantera suponen un daño a bienes de interés cultural, mientras que la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente evaluará el impacto ambiental generado por la extracción de piedra. No obstante, en lo que respecta a la Zona Especial de Conservación del Estrecho, el Gobierno ha reiterado que no se han emitido permisos para los trabajos de relleno en la costa gibraltareña.

Un tema enquistado

La actividad de rellenos en Gibraltar no es nueva, y lleva realizándose desde hace décadas como una forma de expandir su territorio, lo que ha generado tensiones recurrentes con España. La zona del Estrecho Oriental es considerada una de las áreas de mayor biodiversidad del Mediterráneo, con hábitats marinos únicos que albergan especies protegidas.

Como ha informado recientemente THE OBJECTIVE, la normativa europea e internacional establece que los proyectos que puedan tener un impacto transfronterizo deben ser evaluados y consultados con los países vecinos, algo que, según los ecologistas, no se ha respetado en este caso.

La Fiscalía toma cartas sobre el asunto

Ante la gravedad de los hechos, la Fiscalía de Medio Ambiente ha admitido a trámite la denuncia presentada por Verdemar, que subraya la amenaza que suponen estos rellenos para los hábitats protegidos del Estrecho. La Fiscalía investigará los impactos ambientales que podrían derivarse de las actividades de ampliación de terrenos en Gibraltar y de la extracción de materiales de la cantera en Casares. Verdemar ha señalado que la presencia de materiales peligrosos en las obras de relleno podría agravar el daño al entorno natural, y han solicitado que se tomen medidas urgentes para detener este proceso.

En paralelo a las acciones de la Fiscalía, la organización ecologista ha solicitado la intervención del Ministerio para la Transición Ecológica y la Junta de Andalucía. Hasta el momento, las respuestas han sido limitadas, pero el Gobierno ha confirmado que está colaborando con otros órganos del Estado, incluido el Ministerio de Asuntos Exteriores, para revisar el asunto en conjunto. Verdemar, por su parte, sigue exigiendo mayor transparencia y la apertura de un proceso judicial que esclarezca la situación y permita proteger el patrimonio ambiental y arqueológico en riesgo.

«Tácticas de presión»

En cuanto a las relaciones bilaterales entre España y Gibraltar, la reciente reintroducción de controles fronterizos ha hecho notar un panorama cargado de tensión. El ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, ha calificado estos controles, impuestos temporalmente en la Verja por parte de España, como «tácticas de presión» en el contexto de las negociaciones post-Brexit. Según explicó, el Gobierno de España restableció el sellado de pasaportes en la frontera a los residentes de la colonia británica sin previo aviso, lo que complicó la entrada de trabajadores transfronterizos y generó largas colas en los accesos a Gibraltar.

Fabián Picardo ha criticado duramente esta medida, señalando que afecta a miles de personas que cruzan diariamente la frontera para trabajar, especialmente en sectores como la salud y los servicios esenciales. En su opinión, este tipo de tácticas son perjudiciales y no contribuyen a facilitar el avance de las negociaciones para un acuerdo entre el Reino Unido y la Unión Europea sobre el futuro de Gibraltar. A pesar de que la medida fue revocada horas más tarde, el incidente ha reavivado el debate sobre la compleja situación fronteriza y ha resaltado la fragilidad de los acuerdos provisionales entre ambos territorios.

El incidente en la frontera ha sido interpretado por algunos como una advertencia de lo que podría ocurrir si no se llega a un acuerdo definitivo en las conversaciones post-Brexit. Con miras al futuro, las medidas de control fronterizo podrían intensificarse en el futuro si no se consigue una solución que contemple la integración de Gibraltar en el espacio Schengen.

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