Las Tres Mil Viviendas, el barrio donde los servicios de limpieza necesitan escolta policial
Los sindicatos de Policía Local exigen mayores medidas de seguridad ante la creciente violencia en la zona
Macroredada en el barrio de las Tres Mil Viviendas | María José López / Europa Press
Las Tres Mil Viviendas, una de las zonas más conflictivas de Sevilla, ha vuelto a estar en el centro de atención tras los recientes enfrentamientos entre clanes rivales. Un tiroteo con armas automáticas, registrado el pasado domingo, ha generado preocupación tanto entre los vecinos como en las autoridades locales. En respuesta, la Policía Nacional ha detenido a más de diez personas vinculadas a organizaciones criminales y ha realizado 16 registros, en los que se incautaron de armas y drogas. La investigación sigue abierta y las autoridades no descartan más arrestos en relación con estos hechos, que están principalmente relacionados con el cultivo y tráfico de marihuana.
Este episodio ha implicado cambios bastante relevantes en la vida diaria de los residentes y en la forma en que los servicios municipales operan en el barrio. La gravedad de la situación ha hecho que servicios clave como la limpieza pública, el transporte y la seguridad ciudadana se vean afectados sustancialmente. El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha reconocido que las áreas más problemáticas del barrio, como Las Vegas y Los Amarillos, son ahora puntos de acceso restringido. En estas zonas, los equipos municipales ya no podrán entrar sin escolta de la Policía Nacional.
Limpieza, autobuses y Policía Local
Hasta hace poco, la Policía Local se encargaba de escoltar a los operarios de Lipasam, la empresa de limpieza pública, así como a los conductores de autobuses de la empresa municipal de transporte, Tussam. Sin embargo, tras los tiroteos, agentes locales de la ciudad hispalense han explicado a THE OBJECTIVE se niegan a entrar en estas zonas sin el apoyo de la Policía Nacional, cuya preparación y equipamiento son considerados más adecuados para lidiar con la escalada de violencia.
Los sindicatos de policías municipales ya han expresado públicamente que el riesgo al que se enfrentan sus compañeros ha aumentado considerablemente. Afirman que los agentes de la Policía Local no disponen de los recursos suficientes para hacer frente a este tipo de situaciones, poniendo en riesgo la vida de los policías.
Ante la preocupante situación, Lipasam ha reducido su presencia en las zonas más peligrosas. Mientras que en el resto de los barrios aledaños situados en el sur de Sevilla los servicios se mantienen, en los puntos críticos solo operan máquinas barredoras y otros equipos automatizados, siempre bajo la protección de la Policía Nacional. El personal de limpieza a pie no será desplegado en estas áreas hasta que la situación se estabilice.
Conductores en riesgo
El transporte público también ha sufrido interrupciones. Los conductores de autobuses de las líneas 30, 31 y 32, que cubren la zona de las Tres Mil Viviendas, han denunciado un aumento en los actos vandálicos. Según han explicado, es «impensable que un conductor de autobús tema por su integridad física a la hora de desempeñar su trabajo».
Los daños más frecuentes denunciados por Tusam, empresa encargada de prestar el servicio de autobuses urbanos en Sevilla, incluyen rotura de lunas y ataques con piedras. Aunque se han implementado desvíos temporales y reforzado las medidas de seguridad, la empresa de transporte solo continuará operando en la zona más conflictiva con la escolta de la Policía Nacional.
Esta situación ha generado malestar entre los trabajadores del transporte público, quienes han solicitado al Comité de Seguridad de la empresa la adopción de nuevas medidas de protección. Aunque estas agresiones no son nuevas, los recientes tiroteos han incrementado la sensación de vulnerabilidad.
Responsabilidad gubernamental
El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha instado al Ministerio del Interior a tomar medidas contundentes para resolver la creciente inseguridad en el conjunto de barrios conocidos como Polígono Sur. Según el regidor, la falta de agentes de la Policía Nacional es uno de los principales problemas. Sanz asegura que en Sevilla faltan 500 efectivos de la Policía Nacional y ha solicitado repetidamente un aumento de la plantilla. Por otro lado, ha reiterado que la responsabilidad de garantizar la seguridad ciudadana recae en el Gobierno central, aunque ha reconocido que es necesario un esfuerzo conjunto entre todas las administraciones implicadas.
Desde la Subdelegación del Gobierno en Sevilla, por su parte, reconocen la gravedad del asunto en cuestión, pero señalan que la solución no está simplemente en un incremento de la presencia policial. Consideran que el problema del Polígono Sur es transversal y requiere un enfoque integral que abarque tanto la seguridad como el desarrollo social y económico del área. En cualquier caso, confían en que el dispositivo policial que se ha desplegado en la zona comience a dar resultados en los próximos días.
Imagen manchada
Los continuos enfrentamientos entre clanes rivales han hecho que la presencia policial en la zona se haya convertido en una constante, lo que agrava el estigma social que pesa sobre el barrio. La violencia vivida en estos días ha generado que muchos de los vecinos que no tienen relación con los frecuentes altercados muestren su rechazo a los daños colaterales que vive la reputación del barrio.
La reunión entre el alcalde, el subdelegado del Gobierno y el comisionado del Polígono Sur buscará trazar un plan conjunto para enfrentar la crisis. A la espera de una solución que permita restaurar la normalidad en el barrio, los servicios municipales continuarán operando de manera limitada en las zonas más peligrosas.
