Sorpresa en Ceuta y Melilla tras el fracaso en la reapertura de las aduanas comerciales
El bloqueo de Marruecos a dos camiones de las ciudades autónomas causa malestar entre empresarios y residentes
La esperada reapertura de las aduanas comerciales en Ceuta y Melilla ha quedado frustrada esta semana tras casi tres años de negociaciones entre España y Marruecos. Las trabas impuestas por las autoridades marroquíes bloquearon el intercambio comercial en ambas fronteras, generando desconcierto e incertidumbre en las ciudades autónomas.
En Melilla, la jornada comenzó con el envío de una furgoneta cargada de electrodomésticos y menaje del hogar desde la agencia Quiles. La empresa, que había participado previamente en los ensayos para la reapertura, tenía grandes expectativas tras recibir el visto bueno de la aduana española, que certificó el contenido y el precintado del vehículo. Sin embargo, al intentar cruzar la frontera, las autoridades marroquíes impidieron su paso alegando falta de notificación. El propietario de la agencia aseguró que todo estaba en regla en cuanto a peso, bultos y documentación, pero la sorpresa llegó cuando los procedimientos del lado marroquí truncaron la operación.
El panorama se complicó aún más cuando los agentes marroquíes objetaron que la furgoneta utilizada no cumplía con los requisitos técnicos por no poder ser precintada. Ante esta situación, la empresa decidió enviar un camión con caja al que se traspasó la mercancía, un proceso que consumió varias horas. Pese al esfuerzo por cumplir con las nuevas demandas, la operación volvió a sufrir trabas.
Finalmente, tras pasar unas once horas en el lado marroquí sin éxito y ante la falta de soluciones claras, la empresa decidió retirar el vehículo, que regresó a Melilla sobre las 20:30 horas. La empresa, contactada por THE OBJECTIVE y visiblemente frustrada, afirmó que no intentará nuevas exportaciones hasta que se aclaren los requisitos operativos.
En Ceuta el panorama no fue más alentador. En torno a las 15:00 horas, un camión cargado con productos de higiene personal cruzó la frontera del Tarajal con autorización previa, pero fue devuelto a territorio español pocas horas después. Marruecos argumentó problemas técnicos como motivo del rechazo.
Años de negociaciones sin resultados
El cierre unilateral de la aduana en Melilla en 2018 marcó el inicio de un período de tensión en las relaciones comerciales entre España y Marruecos. La situación parecía encaminarse a una resolución en abril de 2022, cuando el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el monarca marroquí acordaron una hoja de ruta para normalizar las relaciones. Este compromiso incluía la reapertura de la aduana en Melilla y la creación de una nueva en Ceuta.
A pesar de los avances formales, el acuerdo estableció restricciones significativas, limitando el intercambio a un camión diario y exigiendo que los productos sean de origen local. Además, las mercancías permitidas fueron estrictamente reguladas: España exportaría artículos de higiene, electrodomésticos y electrónica, mientras que Marruecos enviaría productos frescos como frutas, pescados y áridos.
El proceso, sin embargo, ha estado marcado por la incertidumbre. Las pruebas piloto realizadas en 2023 generaron expectativas, pero los empresarios y las autoridades locales denuncian la falta de información clara y trabas constantes por parte de Marruecos.
Reacciones políticas y ciudadanas
La frustración ante el fiasco del miércoles ha sido palpable. En Melilla, el gobierno de la ciudad expresó su descontento por la opacidad del proceso, exigiendo igualdad de condiciones en las relaciones comerciales. Paralelamente, la delegada del Gobierno hizo un llamamiento a la calma y criticó las declaraciones del presidente local, quien señaló que los acuerdos podrían comprometer la soberanía española.
En Ceuta, la delegación del Gobierno ha mantenido total hermetismo hasta el momento, sin ofrecer explicaciones sobre el incidente con el camión devuelto. Este silencio ha aumentado la sensación de desconcierto entre los empresarios y ciudadanos, que confiaban en avances concretos tras años de espera. Se esperan reacciones en las próximas horas.
La Asociación «Residentes Ceuta» ya había dado visos de desconfianza respecto al acuerdo para la reapertura de las aduanas comerciales, destacando que «la letra pequeña» lo hace muy difícil de aplicar. Según afirman, el acuerdo no representa un paso hacia la normalización comercial y lo ven como una mera «reseña de voluntades». Critican especialmente el veto a productos agroalimentarios y otras restricciones, y señalan que la apertura no resolverá las dificultades comerciales tradicionales, como la venta de pescado.
El Colegio de Agentes de Aduanas y Representantes Aduaneros de Melilla, por su parte, tampoco ha dado su beneplácito al acuerdo, en su opinión no asegura la plena normalización del comercio entre España y Marruecos. El colegio advirtió de que las restricciones actuales, como las que impiden la entrada de productos desde Melilla a Marruecos, complican aún más las relaciones económicas y comerciales entre ambos países.
El futuro de las aduanas
Los incidentes revelan la complejidad de las relaciones bilaterales entre España y Marruecos. Aunque los acuerdos alcanzados apuntan a normalizar el comercio transfronterizo, las restricciones y las dificultades prácticas plantean dudas sobre la viabilidad de estas medidas.
El gobierno español, que ha mantenido una postura discreta durante todo el proceso, recibe ahora presiones para garantizar que la reapertura de las aduanas sea efectiva y equitativa. Marruecos sigue imponiendo condiciones que complican la aplicación de los acuerdos, generando frustración en los ciudadanos y empresarios de las ciudades autónomas. Todos ellos aguardan el devenir de los próximos días, que será crucial para determinar si los problemas inaugurales son hechos aislados o representan un gran paso atrás en esta relación comercial.