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Andalucía

Los conductores de autobús de Sevilla piden escolta policial en las Tres Mil Viviendas

El último incidente, en el que un autobús fue tiroteado, ha vuelto a poner de relieve la creciente inseguridad que afrontan

Los conductores de autobús de Sevilla piden escolta policial en las Tres Mil Viviendas

Autobuses de la empresa Tussam circulando. | Joaquín Corchero (Europa Press)

Los conductores de autobuses de Tussam, la empresa municipal de transporte en Sevilla, han vuelto a exigir mayor seguridad en su trabajo. Tras un alarmante incremento de incidentes violentos en el Polígono Sur, especialmente en la conocida zona de las Tres Mil Viviendas, los trabajadores solicitan escolta policial durante determinados horarios para garantizar la protección de conductores y pasajeros.

En los últimos dos meses se han registrado al menos una treintena de episodios de vandalismo contra los autobuses que cubren las líneas 30, 31 y 32, según datos ofrecidos por el comité de empresa. Estos ataques van desde el lanzamiento de piedras y naranjas hasta disparos con balines de escopetas de aire comprimido. El suceso que ha vuelto a centrar la atención ha sido el incidente en el que un autobús de la línea 30 recibió un impacto en una de sus puertas durante su recorrido habitual.

Cambio de ruta como medida provisional

Para hacer frente a esta creciente inseguridad, Tussam publicó en sus redes sociales su decisión de modificar temporalmente el trayecto de la línea 30, eliminando dos de las paradas donde más sucesos se han registrado. De momento, según ha comunicado la compañía, se han habilitado dos paradas provisionales localizadas en zonas fuera del núcleo conflictivo. Esta medida ha suscitado críticas, ya que, según vecinos de la zona, agrava la situación de exclusión social al dejar sin transporte público directo a muchos residentes.

Raúl Fernández, portavoz del comité de empresa, ha expuesto públicamente que la petición de escoltas no es una medida nueva, ya que anteriormente, en situaciones similares, los autobuses han contado con acompañamiento de la Policía Local o Nacional. Fernández señaló que las condiciones de seguridad en ciertos momentos del día se complican de tal forma que resultan imprescindibles medidas extraordinarias para que los conductores puedan desempeñar su labor sin temer por su integridad física.

https://twitter.com/tussamoficial/status/1881330824223580646

Quejas contra la «exclusión social»

El Polígono Sur, conocido como una de las zonas más desfavorecidas de España y Europa, afronta múltiples desafíos relacionados con la inseguridad y la exclusión. Los actos vandálicos contra los autobuses no solo ponen en peligro la integridad de conductores y pasajeros, sino que también dificultan el acceso de los vecinos a servicios esenciales como centros educativos, sanitarios y otras áreas clave de la ciudad.

Conductores de Tussam han descrito a THE OBJECTIVE el ambiente de tensión que predomina entre sus compañeros cuando deben hacer trayectos por el Polígono Sur. En los últimos meses se ha acentuado el rechazo generalizado a cubrir esa zona, debido a la creciente frecuencia de actos vandálicos y agresiones, lo que ha causado un temor entre los trabajadores y un ambiente de incertidumbre en torno a su seguridad. Señalan que los autobuses que pasan por el Polígono Sur son un blanco, y que tanto trabajadores como pasajeros están expuestos a cualquier altercado.

Una demanda constante

Estos sucesos no son nuevos, según explican trabajadores a este medio. Desde 2018, la Inspección de Trabajo ha requerido a Tussam adoptar medidas para proteger a trabajadores y a usuarios. A pesar de ello, los ataques han continuado. Según el comité de prevención de riesgos laborales, las medidas han sido insuficientes, ya que los incidentes no solo persisten, sino que en algunos casos se han intensificado.

Los conductores denuncian situaciones como ocupación de calzadas, agresiones verbales y lanzamientos de objetos de diverso tipo, además de los peligros específicos registrados en las últimas semanas. Ante esta situación, los sindicatos han anunciado que solicitarán una reunión con el alcalde para exigir un compromiso firme de las autoridades municipales.

Una de las principales preocupaciones de los trabajadores de Tussam es hasta cuándo podrán continuar prestando este servicio en condiciones tan arriesgadas. A pesar de los refuerzos temporales, como las modificaciones en los recorridos, la sensación de inseguridad no ha desaparecido, y señalan que las soluciones temporales «solo sirven para posponer el problema». Por ello, a la espera de un estudio en profundidad sobre la cuestión, la exigencia de escolta policial se presenta como una medida urgente para evitar futuros episodios que puedan tener consecuencias más graves.

Dificultad en soluciones integrales

Mientras tanto, los residentes del Polígono Sur temen que las medidas adoptadas puedan perjudicar la prestación de los servicios públicos en una zona ya marcada por la exclusión social y la criminalidad.

Expertos en sociología coinciden en que la inseguridad en el transporte público es solo un síntoma de un problema mayor. La falta de oportunidades, junto con las condiciones económicas adversas, «perpetúan el ciclo de violencia en barrios» como las Tres Mil Viviendas. Por ello, señalan que es imprescindible abordar esta problemática desde una perspectiva integral, combinando medidas inmediatas de seguridad con programas de inclusión social.

Dentro de la empresa existe un consenso generalizado sobre la necesidad de aplicar medidas urgentes. Los conductores han encontrado un amplio apoyo entre sus compañeros, que además de respaldar las demandas del comité de empresa, expresan su frustración públicamente.

Cansados de estas exigencias, los conductores y los sindicatos dicen que si la situación de inseguridad persiste, podrían tomar otras medidas más drásticas para garantizar su protección y la de los usuarios.

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