Andalucía tiene un déficit de 35.857 plazas residenciales, el más alto de España
La región andaluza y la Comunidad Valenciana concentran más del 67% del déficit a nivel nacional, según un estudio

Tres ancianos en una residencia. | Alberto Ruiz (Europa Press)
La crisis de las plazas residenciales para mayores se hace especialmente evidente en Andalucía, comunidad que encabeza la lista de déficit en España al necesitar 35.857 plazas adicionales para alcanzar la ratio de 5 plazas por cada 100 personas mayores de 65 años. A nivel nacional, el 69,6% de las plazas residenciales de personas mayores son de financiación pública, un total de 275.094, frente a las 119.971 exclusivamente privadas. Ello incluye plazas en centros públicos, plazas concertadas en centros privados y plazas que se financian con la prestación vinculada al servicio.
Según el informe reciente de la Asociación de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales, a cierre de 2024, España tiene un déficit general de 89.324 plazas residenciales, de las cuales más de dos tercios se concentran en Andalucía y la Comunidad Valenciana. Esta situación evidencia la insuficiencia del sector público en algunas regiones, agravando la desigualdad en el acceso a servicios esenciales para las personas de edad avanzada.
Desde 2015 el número de plazas residenciales financiadas con fondos públicos ha experimentado un leve aumento a nivel nacional, alcanzando un total de 2,84 plazas por cada 100 personas mayores de 65 años, la cifra más alta registrada hasta el momento. Las comunidades con mayor cobertura de plazas públicas son Castilla y León y Castilla-La Mancha, seguidas de Extremadura y Aragón. En contraste, las comunidades con menor proporción de plazas públicas son Canarias, Murcia y la Comunidad Valenciana.
Un déficit estructural
La necesidad de ampliar la oferta de plazas residenciales es una asignatura pendiente para Andalucía desde hace años. En la actualidad, esta región cuenta con 42.545 plazas en total, lo que corresponde a una proporción muy por debajo del límite recomendado del 5%. Para corregir este déficit y satisfacer las necesidades actuales, sería necesario al menos triplicar el número de plazas de financiación pública.
En Andalucía, el 57,4% es la ocupación media de las plazas residenciales, notablemente inferior a la media en España, que se sitúa en un 84,1%. Además, el tamaño medio de las residencias en la región es de 68,6 plazas por centro, mientras que la media nacional asciende a 72,9 plazas.
Más del 67% entre Andalucía y la Comunidad Valenciana
Las comunidades con el mayor déficit de plazas, según el estudio, son Andalucía y la Comunidad Valenciana, con 35.857 y 24.801 plazas faltantes respectivamente, lo que representa más de las tres cuartas partes del déficit total (67,9%). Por otro lado, en seis comunidades persiste un exceso de plazas, siendo Castilla y León la que destaca con un superávit de 17.764, seguida de Castilla-La Mancha con 7.072, Aragón con 4.859 y Extremadura con 4.096. Navarra, Cantabria y La Rioja son las regiones que presentan un fuerte equilibrio en la ratio de plazas disponibles por personas mayores de 65 años.
Ambas regiones también presentan tasas de ocupación inferiores al promedio nacional (84,1%), reflejando una combinación de falta de plazas asequibles y la creación insuficiente de nuevos centros residenciales. Aunque el Estado ha fomentado estrategias de desinstitucionalización, promoviendo servicios a domicilio como alternativa, estas medidas no han compensado la creciente demanda de atención especializada para mayores con alta dependencia. Además, esta medida ha generado continuamente mucha polémica en diferentes localidades por la pésima gestión por parte de las administraciones.
No se han desarrollado avances sustanciales en esta estrategia, especialmente por lo que respecta a los servicios de atención domiciliaria, cuyo pilar principal es la ayuda a domicilio. En 2023, este servicio cubría solo un 5,5% de la demanda, lo que representa un aumento mínimo de apenas seis décimas respecto al año anterior a la pandemia. Además, las horas promedio de atención mensual se mantienen en 21,1, sin variación desde 2012.
Crecimiento de la población mayor de 65 años
Aunque en España el número de plazas residenciales ha crecido en 26.260 entre 2010 y 2024, la población de personas mayores de 65 años ha aumentado en 2,5 millones en ese mismo periodo. Este desequilibrio ha generado un déficit de 89.324 plazas, impidiendo alcanzar la ratio óptima de 5 plazas por cada 100 personas mayores de 65 años.
Propuestas ante el reto
Para revertir esta situación, los expertos proponen varias medidas urgentes. En primer lugar, se sugiere aumentar las inversiones públicas. Las administraciones, tanto regionales como nacionales, deben destinar más recursos a la creación de plazas residenciales financiadas con fondos públicos, con énfasis en las regiones que presentan los mayores déficits.
En segundo lugar, se recomienda fomentar la colaboración público-privada. Establecer acuerdos con empresas privadas para ampliar el número de plazas financiadas públicamente puede ser una solución temporal eficaz mientras se desarrollan iniciativas públicas sostenibles a largo plazo.
Por último, resulta esencial la planificación basada en datos demográficos. Es crucial diseñar un plan de expansión que considere las áreas con mayor demanda y escasez de servicios, garantizando que las nuevas residencias se ubiquen en los lugares donde más se necesitan.