El corte de una carretera en Málaga castiga a trabajadores y empresarios de Ronda
Los alcaldes de la Serranía se reúnen para exigir soluciones urgentes ante el aislamiento de la comarca

Desprendimiento en la A-397 tras el paso de la dana Jana | Ayuntamiento de Ronda
La Serranía de Ronda enfrenta una crisis de movilidad sin precedentes tras el corte total de la carretera A-397 debido a un desprendimiento de gran magnitud. Este suceso, provocado por la borrasca Jana, ha dejado incomunicados a miles de vecinos que diariamente se desplazaban a la Costa del Sol para trabajar o estudiar.
El cierre de esta vía ha supuesto un duro golpe para los habitantes de la zona, que ahora se ven obligados a utilizar rutas alternativas mucho más largas y complicadas. La situación ha dejado en claro la fragilidad de las infraestructuras de la comarca y la necesidad urgente de mejoras en las comunicaciones.
Una comarca aislada
El derrumbe en la A-397 ha cambiado radicalmente la rutina de los habitantes de la Serranía, quienes ahora deben recorrer trayectos que pueden duplicar o incluso triplicar el tiempo de desplazamiento. El tráfico se ha redirigido a otras carreteras, como la A-367 y la A-369, que no están preparadas para absorber un volumen de circulación tan elevado.
Según han narrado a THE OBJECTIVE algunos de los afectados, esta recirculación ha generado importantes retenciones y ha complicado aún más la situación para aquellos que necesitan llegar a tiempo a sus puestos de trabajo en la Costa del Sol.
La alcaldesa de Ronda, María de la Paz Fernández, ha sido la anfitriona de una reunión con una veintena de alcaldes de la comarca, con el fin de abordar esta delicada situación y exigir soluciones urgentes. En este encuentro, se han acordado varias peticiones dirigidas tanto a la Junta de Andalucía como al Gobierno central.
Reclamos urgentes para aliviar el impacto
Entre las principales demandas de los alcaldes se encuentra la liberalización temporal del peaje de la autopista entre Manilva y Málaga, una medida que facilitaría los desplazamientos de los afectados sin que tengan que asumir un coste extra. Asimismo, han solicitado la creación de líneas de transporte público especiales con horarios adaptados a las necesidades de los trabajadores.

Otra de las peticiones clave es la puesta en marcha de ayudas económicas para autónomos, empresas y familias que han visto su economía perjudicada por el corte de la carretera. La imposibilidad de acceder fácilmente a la Costa del Sol ha afectado a múltiples sectores, especialmente a aquellos relacionados con el turismo y la hostelería, que dependen del flujo de visitantes procedentes del litoral.
Además, se ha instado a las empresas del Parque Tecnológico de Andalucía y otros centros de trabajo a facilitar el teletrabajo para aquellos empleados que puedan desempeñar sus funciones de manera remota, con el objetivo de reducir la cantidad de desplazamientos diarios y minimizar el impacto del cierre de la carretera.
Sin fecha de reapertura
Mientras tanto, los trabajos para reabrir la carretera ya han comenzado. Técnicos de la Junta de Andalucía han desplegado equipos especializados en el talud afectado para proceder a la retirada manual de las rocas y estabilizar la ladera antes de iniciar la reconstrucción de la vía.
Sin embargo, las autoridades han advertido que la complejidad de la obra hará que la reapertura tarde varios meses, sin que hasta el momento se pueda establecer una fecha concreta. Técnicos de la Junta han expresado que la prioridad en este momento es que la reapertura se lleve a cabo con una total garantía y seguridad.
La delegada del Gobierno andaluz en Málaga, Patricia Navarro, ha asegurado que la Junta hará todo lo posible para acelerar los trabajos, pero ha reconocido que las condiciones meteorológicas están dificultando la evaluación completa de los daños. La magnitud del desprendimiento es tal que ha afectado un viaducto, lo que imposibilita la habilitación de un desvío provisional.
¿Solución temporal?
Los alcaldes también han aprovechado esta crisis para insistir en la necesidad de mejorar de manera estructural las comunicaciones en la Serranía de Ronda, reconociendo que la rápida labor que se está realizando no debiera ser un «mero parche temporal».
Entre las propuestas planteadas destaca la ejecución del anteproyecto de reforma de la A-397, que contempla la construcción de carriles de aceleración, la mejora del firme y la ampliación de arcenes. Estas actuaciones, consideran, son fundamentales para evitar que una situación similar se repita en el futuro y para garantizar la seguridad de los conductores.
La indignación entre los afectados es palpable y ha sido recogida por este medio. Los vecinos de la Serranía no solo reclaman rapidez en la reparación de la carretera, sino también una mayor inversión en infraestructuras que eviten que la comarca quede aislada cada vez que ocurre un incidente de este tipo.
Sin una fecha clara para la reapertura de la A-397, los habitantes de la Serranía de Ronda siguen persistentemente las últimas novedades sobre este tema mientras continuarán, previsiblemente, durante meses, enfrentando largas horas de viaje, mayores gastos en combustible y una reducción significativa en su calidad de vida. A pesar de los perjuicios que la situación supone, recuerdan que es un ejemplo visible y con gran impacto que sirve para poner encima de la mesa la desinversión en algunas zonas de la provincia malagueña.