Cádiz pierde un 20% de habitantes mientras España gana nueve millones en el siglo XXI
Solo cinco capitales han registrado retrocesos similares mientras otras crecen a ritmos superiores a la media nacional

Dos personas con ropa veraniega y sombreros en Cádiz. | Álex Zea (Europa Press)
El siglo XXI ha supuesto un notable incremento demográfico para España, con más de 8,9 millones de nuevos residentes en los últimos 24 años. Sin embargo, este crecimiento no se reparte de manera uniforme. Mientras las grandes urbes y buena parte de las capitales de provincia han experimentado aumentos, Cádiz se ha convertido en la capital que más población ha perdido, con un retroceso superior al 20% desde el año 2000.
La comparación entre los padrones de 2000 y 2024 refleja un contraste evidente. En ese periodo, España ha pasado de 40,4 millones a 48,6 millones de habitantes, alcanzando los 49,3 en 2025, lo que equivale a un crecimiento de más del 20 %. Sin embargo, las capitales de provincia en conjunto han avanzado un 11,9 %. De hecho, de los más de nueve millones de nuevos residentes, apenas un 20 % se han instalado en ellas. El resto se ha dirigido mayoritariamente a ciudades que, sin ser capitales, han conseguido atraer población gracias a su dinamismo económico, industrial o turístico.
En el año 2000, algo más de un tercio de los españoles vivía en una capital de provincia. Hoy, esa proporción ha bajado al 31,6 %, lo que revela un proceso de redistribución hacia municipios metropolitanos y otras localidades intermedias.
Cádiz, ante un problema latente
Dentro del grupo de capitales que pierden habitantes, Cádiz encabeza la lista con diferencia. La ciudad ha visto cómo uno de cada cinco vecinos desaparecía de sus registros municipales en lo que va de siglo. En cifras absolutas, eso significa 28.881 residentes menos, una merma que la sitúa muy por delante de Valladolid, que ha perdido 19.313, y de León, con 15.140 menos.
En términos relativos, tras Cádiz aparecen León, con una caída del 11 %; Salamanca, con un 8,9 %; Zamora, con un 8,7 %; Valladolid, con un 6,1 %; y Santander, con un 5,8 %. También han perdido población Palencia, Segovia, Granada, Ourense, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla y Bilbao. En conjunto, 13 capitales de provincia han visto disminuir su población desde 2000, lo que supone una pérdida agregada de 140.841 personas.
Especialmente significativa es la situación de Castilla y León, donde seis de sus nueve capitales han registrado descensos, y de Andalucía, con Cádiz, Sevilla y Granada en esa misma senda.
Las capitales que crecen
En el extremo opuesto, 37 capitales de provincia, además de Ceuta y Melilla, han logrado incrementar sus cifras. En total, han sumado 1,8 millones de habitantes adicionales desde el inicio del siglo. Gerona es la que más ha crecido en términos relativos, con un 44,6% más de residentes. Le siguen Guadalajara, Murcia y Palma, todas ellas con aumentos que superan el 30%.
Alicante, Lérida y Melilla también rondan ese umbral del 30%, mientras que Castellón, Toledo, Ciudad Real o Tarragona se mantienen por encima del 20%. La capital española, Madrid, aunque parte de cifras muy altas, también ha crecido un 18,7%, lo que equivale a más de medio millón de nuevos vecinos, el mayor aumento absoluto de todo el país. Barcelona, por su parte, ha ganado cerca de 190.000 habitantes.
El auge de las ciudades no capitalinas
El estudio consultado por THE OBJECTIVE también pone el foco en municipios que, sin ostentar la condición de capital, han protagonizado los mayores crecimientos. Rivas-Vaciamadrid, en la Comunidad de Madrid, ha multiplicado su población por más de tres, con un incremento del 249%. Roquetas de Mar, en Almería, ha subido un 144%, y Parla, también en Madrid, un 81,8%. Marbella y Torrejón de Ardoz completan el quinteto de municipios que más han prosperado en este arranque de siglo.
Entre las ciudades intermedias destacan igualmente Dos Hermanas, en Sevilla, con un aumento del 44,3%, Alcobendas, con un 35,5%, y Terrassa, con un 32,9%. Estas localidades demuestran cómo buena parte del crecimiento poblacional se ha desplazado hacia áreas metropolitanas y ciudades satélite de las grandes urbes.
Un fenómeno ligado al envejecimiento
Expertos en demografía llevan años advirtiendo del desgaste poblacional en varias capitales. La falta de generaciones jóvenes en edad reproductiva y un acusado envejecimiento de la población son factores determinantes. A diferencia de décadas anteriores, en las que el éxodo rural nutría a las capitales de nuevos habitantes, hoy ese flujo prácticamente ha desaparecido. Tampoco la inmigración internacional compensa en muchos casos las pérdidas naturales.
En ciudades como Cádiz, el resultado es una combinación de envejecimiento, escasa natalidad y fuga de población hacia municipios del entorno, donde los precios de la vivienda resultan más accesibles y existen mayores oportunidades laborales.