The Objective
Andalucía

El absentismo laboral alcanza niveles récord en Granada y dispara el coste a las empresas

Las bajas de larga duración y la reincidencia de los empleados elevan la presión sobre pymes y sector público

El absentismo laboral alcanza niveles récord en Granada y dispara el coste a las empresas

Fábrica de Inés Rosales en Sevilla. | Rocío Ruz / Europa Press

El fenómeno del absentismo laboral por incapacidad temporal ha alcanzado en Granada cifras nunca vistas, generando una creciente preocupación entre el tejido empresarial y las instituciones. Según los últimos datos difundidos en la jornada organizada por la Confederación Granadina de Empresarios (CGE) y la mutua Umivale Activa, consultado por THE OBJECTIVE, el 5,1% de las jornadas laborales potenciales en la provincia se perdieron en 2023 por bajas médicas, lo que supone un incremento del 44,3% respecto a 2018.

El impacto económico de este fenómeno resulta cada vez más difícil de sostener. Se estima que en Andalucía el coste total derivado de las jornadas no trabajadas asciende a unos 10.000 millones de euros, equivalentes a un 5% del Producto Interior Bruto regional.

En Granada, las pymes, que representan casi el 100% de las compañías locales, son las más afectadas, ya que muchas carecen de recursos para reemplazar a los empleados ausentes, lo que repercute directamente en su productividad y competitividad. Los empresarios, mermados por estos datos, hacen llegar una denuncia pública ante esta situación que no deja de ir a más.

Granada, entre las más afectadas

El estudio presentado revela que la provincia de Granada ocupa la tercera posición en Andalucía en cuanto a absentismo laboral, solo por detrás de Huelva y Sevilla. La tasa provincial (5,13%) se sitúa en línea con la media regional y nacional, pero con un ritmo de crecimiento más intenso en los últimos cinco años. Especialmente preocupantes resultan los procesos de larga duración, aquellos que superan los 365 días, cuya prevalencia alcanza un 9,1 por cada mil trabajadores. A ello se suma un 10,7% de empleados que encadenan más de una baja en un mismo año, lo que aumenta la presión sobre las empresas.

El análisis también refleja que más de la mitad de las jornadas perdidas se deben a patologías difíciles de diagnosticar, como las dolencias musculoesqueléticas (lumbalgias, dorsalgias o cervicalgias) y los trastornos de salud mental. Estos últimos han experimentado un incremento del 111% en el conjunto nacional desde 2018, duplicando así el ritmo de crecimiento de otras enfermedades más objetivables, como las oncológicas o cardiovasculares.

En Andalucía y Granada, estas dolencias están detrás de buena parte del incremento del absentismo, especialmente en sectores como la construcción y los servicios de cuidados, donde los porcentajes superan la media nacional.

Tendencia nacional al alza

El fenómeno no es exclusivo de Granada. En el conjunto de España, el número de jornadas laborales perdidas por incapacidad temporal en el Régimen General pasó de 242 millones en 2018 a 368,7 millones en 2023, lo que representa un aumento del 52%. De este modo, nuestro país se coloca entre los Estados europeos con mayor nivel de absentismo por enfermedad común y con un crecimiento más acelerado.

Diferencias por sexo y edad

El estudio también pone de perfil importantes desigualdades en la incidencia del absentismo en función del sexo y la edad. Las mujeres registran una tasa notablemente superior a la de los hombres: 6,4% frente al 4,8%. Además, no solo acumulan más procesos de baja, sino que estos tienden a prolongarse más en el tiempo, sobre todo cuando se trata de problemas de salud mental o dolencias musculoesqueléticas.

En cuanto a la edad, se observa un patrón claro y lógico: a mayor edad, mayor absentismo. Los jóvenes de 16 a 19 años presentan una tasa del 2,4%, mientras que entre los trabajadores de 60 a 64 años asciende hasta el 9,6%. Sin embargo, el crecimiento más llamativo en los últimos cinco años se ha dado entre los más jóvenes, especialmente en el grupo de 20 a 24 años, que ha experimentado un aumento del 53% desde 2018.

En cambio, los tramos de mayor edad, pese a mantener las tasas absolutas más elevadas, han tenido crecimientos más moderados. El doble fenómeno refleja el cambio de paradigma en el mercado laboral: los mayores acumulan procesos más largos, pero los jóvenes son quienes más están incrementando su absentismo en términos relativos.

Consecuencias para la economía provincial

El absentismo laboral se ha convertido en un serio obstáculo para sectores clave en Granada, como la hostelería, la construcción o los servicios de limpieza, que además sufren dificultades para encontrar personal de sustitución. El reciente informe de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) difundido a través de medios locales de Granada calcula que el coste de las bajas laborales en la provincia se duplicó entre 2018 y 2024, alcanzando los 459,3 millones de euros anuales. De esa cifra, 236 millones corresponden a prestaciones a cargo de la Seguridad Social y las mutuas, mientras que los otros 222 millones se traducen en pérdidas directas para las empresas.

Los empresarios granadinos  reclaman una acción conjunta que involucre a las administraciones, los sindicatos y las mutuas. Entre las propuestas planteadas está dar mayor protagonismo a estas últimas para agilizar los procesos, reducir la saturación de los servicios públicos y evitar abusos en la utilización de la prestación por incapacidad temporal.

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