Málaga promete soluciones tras una Comic-Con marcada por reclamaciones y críticas
Hoteles llenos y gran impacto económico frente a colas interminables, reclamaciones de consumidores y quejas en redes

Filas de asistentes a la Comic-Con de Málaga | Lorenzo Carnero (Europa Press)
La primera San Diego Comic-Con celebrada en Málaga la semana pasada ha dejado un balance tan prometedor como problemático. Según los datos oficiales recabados, más de 120.000 asistentes pasaron por el Palacio de Ferias y Congresos (Fycma) en cuatro días que marcaron un hito cultural para la capital malagueña y para Europa, pero que también evidenciaron los límites del recinto y la necesidad de un plan logístico más ambicioso de cara al 2026.
La organización ya ha confirmado que entra en una etapa de análisis «en profundidad para tomar las decisiones correctas», en la que se evaluarán tanto los aciertos como los fallos. El balance oficial se espera que se haga público en los próximos días, aunque la magnitud del reto ya ha quedado clara por los testigos directos: gestionar una cita internacional que superó con creces las previsiones iniciales y que acabó triplicando las cifras.
Éxito de público, fracaso de gestión
El entusiasmo de los fanáticos fue incuestionable. La presencia de estrellas como Arnold Schwarzenegger, Jared Leto, Wendoline Christie o Luke Evans, junto con más de 300 horas de actividades, atrajeron a aficionados de 20 países distintos y coparon medios de comunicación y redes sociales situando a Málaga en el epicentro del entretenimiento. El ambiente festivo tuvo un impacto directo también en la ciudad: la ocupación hotelera superó el 94% y los establecimientos registraron incrementos de hasta un 18% en comparación con otras semanas de septiembre, según la patronal Aehcos. «El sector hostelero lleva semanas preparándose para esta semana tan marcada y ha respondido con contundencia», explica a THE OBJECTIVE un camarero de Málaga.
Sin embargo, la experiencia dentro del recinto se vio empañada por largas colas, falta de información y un aforo desbordado. La entrada principal, con un único acceso habilitado, se convirtió en un cuello de botella que obligó a muchos asistentes a esperar horas antes de entrar. En redes sociales, las críticas fueron numerosas: «La #ComicConMálaga está resultando un gran éxito de asistencia, pero una organización más que cuestionable: colas para todo, precios loquísimos, mala señalética y en inglés, etc.», publicó un usuario en X.
Otro visitante resumía su frustración: «#ComicConMalaga Éxito de asistencia, fracaso de organización. Puede haber imprevistos y errores, pero el listado de déficits y despropósitos es demasiado extenso».
Las quejas no solo se centraron en el tiempo de espera, sino en la falta de agua y sombra, las restricciones para acceder con comida o bebida y la imposibilidad de entrar a paneles o firmas pese a contar con entradas compradas. La OCU y Facua han recibido cientos de reclamaciones formales, que piden desde la devolución de tickets hasta compensaciones por transporte o alojamiento. Se espera que se sigan sumando quejas y críticas en las próximas jornadas.
Debate sobre espacios y ampliación
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha reconocido que las colas han sido excesivas y que el recinto se ha quedado pequeño para una cita de tal magnitud. Entre las soluciones planteadas figura la posibilidad de descentralizar actividades en otros puntos de la ciudad. La opción más inmediata sería instalar carpas rígidas en el exterior del Fycma para ampliar la superficie útil.
De la Torre también ha reabierto el debate sobre la ampliación del Palacio de Ferias, un proyecto que lleva años pendiente. El regidor considera «urgente» retomar la propuesta para dotar a Málaga de un espacio capaz de acoger grandes eventos internacionales. Políticos municipales apuntan a que la ciudad costera espera en los próximos años eventos de gran calibre.
En paralelo, colectivos locales insisten en aprovechar los 500.000 metros cuadrados del recinto ferial, infrautilizados salvo en la Feria de Agosto. Transformar esas instalaciones en espacios temáticos temporales es una idea que gana fuerza entre los posibles planes para 2026.
Polémicas y reclamaciones
La gestión de entradas es otro de los puntos en revisión. Aunque el Ayuntamiento niega que se vendieran más localidades de las permitidas, numerosos asistentes denuncian lo contrario y lo han hecho constar en reclamaciones. Un publicación en redes resumía así el malestar: «Pues se acaba la edición de #ComicConMalaga con sentimientos encontrados. (…) El desborde de aforo por sobreventa de entradas ha sido lamentable, provocando situaciones dantescas y esperpénticas a diario. (…) Lo mejor el ambiente y el buen rollo de los asistentes, a pesar del maltrato a precio de oro recibido».
La oposición municipal, por su parte, ha pedido una auditoría independiente que evalúe tanto la gestión económica como el impacto real en la imagen de la ciudad. «Lo que se ha vivido en la Comic-Con ha sido un caos absoluto», señaló el grupo Con Málaga, que responsabiliza al Ayuntamiento de lo ocurrido.
La vista en 2026
A pesar del malestar, la Comic-Con Málaga ha demostrado que existe un público fiel y masivo para este tipo de eventos. Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, ha defendido que el éxito de asistencia es comparable al de la sede original en San Diego, donde se reúnen unas 125.000 personas. Según el propio Moreno, en 2026 se trabajará con más amplitud y más superficie, con la vista puesta en superar los 125.000 visitantes de esta edición.