Frenazo presupuestario en el deporte federado de Castilla y León: cinco años sin apenas variación
Tienen que afrontar una compleja situación mientras los costes aumentan y las exigencias administrativas se multiplican

Entrenamiento de fútbol infantil. | Pexels. Kampus.
Las federaciones deportivas de Castilla y León llevan cinco años, concretamente desde los presupuestos de 2019, trabajando prácticamente con el mismo presupuesto, sin apenas margen de maniobra para responder al aumento constante de costes, la inflación y las crecientes exigencias legales y organizativas. El modelo propuesto por la Junta de Castilla y León, un modelo basado en la subvención directa, anteriormente estaba basada en concurrencia competitiva a las diferentes federaciones, está generando una parálisis en el deporte castellano y leonés.
Según hemos podido conocer en THE OBJECTIVE, las 51 federaciones que trabajan dinamizando el deporte en el territorio afrontan la misma problemática, lo que en 2019 podía sostenerse con cierta estabilidad, hoy se ha convertido en una carga que amenaza con frenar el desarrollo del deporte federado en la Comunidad.
El problema está empeorando cada vez más y a pasos agigantados. Algunas federaciones señalan a THE OBJECTIVE que, «a veces, el dinero con el que cuentan no alcanza para cubrir los gastos de viaje de las selecciones que representan a Castilla y León en los campeonatos nacionales, generando una imagen lamentable».
«Entre las 51 federaciones hay diferencias evidentes, y al menos ocho de ellas tienen una financiación tan baja que les resulta imposible llevar a cabo sus actividades como tenían previsto. Además, se les hace aún más difícil atraer nuevas licencias», señalan las fuentes consultadas.
Las mismas fuentes aseguran que «este problema se podría solucionar con un poco de voluntad política y aumentando en solo un millón de euros la partida destinada a las federaciones, para repartirlo entre las ocho que están peor financiadas, que además son las que más actividades organizan». Dicen también que, «si ese reparto se hiciera en proporción a lo que hacen, y no como ahora —donde, por ejemplo, la federación de atletismo recibe más dinero que 24 federaciones juntas—, algunas estaríamos sobradas de recursos y podríamos multiplicar nuestras propuestas deportivas».

Congelación
La congelación presupuestaria, que se mantiene prácticamente invariable desde hace un lustro, pese a que en determinadas ocasiones puntuales han recibido alguna asignación “extra”, está generando verdaderos quebraderos de cabeza en las diferentes federaciones.
Las federaciones deportivas de Castilla y León disponen de una partida de 3,2 millones de euros, una cifra que permanece inalterada desde hace cinco años. Ni la cuantía global ni el reparto de dicha cantidad entre entidades han experimentado variaciones, lo que ha generado una parálisis estructural para muchas federaciones. Estas no solo deben hacer frente a un incremento constante de los costes operativos, sino también adaptarse a nuevas exigencias legales, procesos de digitalización y planes vinculados a la igualdad y la sostenibilidad.

«Los precios suben, los costes de desplazamiento, alojamiento, licencias, árbitros… todo se encarece, pero nosotros seguimos con las mismas cifras que hace cinco años», lamenta un representante de una federación autonómica con el que hemos conversado. «No estamos hablando de privilegios, sino de poder sostener la actividad básica sin comprometer la calidad o el acceso de los deportistas», añade.
Reparto invariable
Pero además de la falta de presupuesto general, las diferentes federaciones se encuentran con un problema todavía más complejo. Desde hace cinco años se mantiene invariable la cantidad que llega a las cuentas de cada una de ellas, sin tener en cuenta la cantidad de actividades, el número de personas a las que dan servicio, el número de licencias y los gastos que generan las actividades propuestas por cada federación.
Esta situación penaliza especialmente a las federaciones más activas y a los deportes con mayor número de practicantes, que ven cómo sus necesidades crecen mientras los recursos se mantienen congelados.
Las fuentes consultadas señalan que «en ningún caso habría que reducir la subvención a las federaciones, puesto que todas llevan a cabo un gran trabajo que se traduce en mejor calidad de vida en el territorio, lo que si que debería de tratarse, es de forma inmediata, incrementar la partida presupuestaria que afecta las federaciones regionales y, en una nueva valoración, actualizar de forma sensata las aportaciones a ciertas federaciones. No tiene un pase que la federación más importante en cuanto al número de licencias y practicantes habituales, la federación de futbol, reciba la mitad de presupuesto que la que más recibe, la de atletismo».
Búsqueda de soluciones
Parece evidente que la solución, según señalan las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, «pasará por el incremento de la partida presupuestaria para poder aplicar un modelo que combine financiación base y variable en función del cumplimiento de objetivos deportivos y sociales (deporte base, inclusión, mujeres, medio rural, etc.)».
Por último, señalan que «habría que replantear y modificar el modelo de distribución para priorizar a las federaciones con más actividad, mayor número de licencias o impacto territorial».