Azucarera anuncia el cierre de su planta en La Bañeza
Asaja acusa a la empresa de romper el diálogo con el campo y destruir empleo rural

Recolección de remolacha en Castilla y León. | Asaja
Azucarera ha anunciado el cierre de su planta en La Bañeza (León) y el fin de la molturación en Miranda de Ebro (Burgos), una decisión que Asaja Castilla y León califica de «pésima noticia» para el sector agroalimentario. «La responsabilidad directa es de Azucarera y sus directivos», denuncia Donaciano Dujo, presidente de la organización agraria, según apunta Asaja en un comunicado que recoge THE OBJECTIVE.
Asaja denuncia un «desmantelamiento progresivo» del sector remolachero
La organización agraria atribuye esta decisión al resultado de «unas políticas nefastas, tanto agronómicas como industriales», promovidas por Azucarera en los últimos años. El conflicto se agravó tras la ruptura unilateral del Acuerdo Marco Interprofesional, que regulaba las relaciones entre la empresa y los agricultores.
«Azucarera ya nos había cerrado la puerta en febrero, cuando ofreció contratos de cero euros por hectárea», recuerda Donaciano Dujo. Como consecuencia, la superficie cultivada se desplomó de 20.000 a apenas 8.500 hectáreas en Castilla y León en 2024, una reducción que Asaja atribuye al abandono de la interlocución por parte de la empresa.
«Este proceso de desmantelamiento culmina con el cierre de la planta», insiste Dujo, quien advierte del impacto que tendrá sobre el empleo, la riqueza y la población en el medio rural.
Asaja defiende el cultivo de remolacha y reclama un precio digno
Pese al cierre, Asaja mantiene su respaldo al cultivo de la remolacha en Castilla y León, aunque exige a las empresas del sector que ofrezcan precios justos a los agricultores.
«Seguiremos apostando por la remolacha y por las empresas que paguen dignamente a los agricultores», subraya Dujo. La organización insiste en que el campo necesita estabilidad, contratos razonables y compromiso por parte de la industria agroalimentaria.
«Cualquier cierre de industria agroalimentaria en nuestra comunidad es preocupante», concluye el comunicado, por la doble pérdida económica y laboral que supone en una región que lucha contra la despoblación.