Castilla y León exigirá al Gobierno de España «igualdad» en la financiación
Carriedo llega con el objetivo de enterrar definitivamente el «cupo separatista» y bloquear cualquier intento de condonación de deuda

El consejero de Hacienda de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, durante su comparecencia en la presentación de los PGC de 2026. | JCyL
Los catorce consejeros de Hacienda del Partido Popular han enviado una carta demoledora al Ministerio de Hacienda para denunciar lo que consideran un intento de manipular lo ocurrido en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).
En el escrito, según hemos podido conocer en THE OBJECTIVE, los responsables autonómicos del Partido Popular aclaran que en ningún momento se «abstuvieron», tal y como reflejó el Gobierno, sino que abandonaron la reunión como gesto de protesta ante la decisión de seguir adelante con la condonación de deuda autonómica pactada con los socios de Pedro Sánchez.
Mensaje claro al Gobierno
El portavoz de la Junta y consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, llega este lunes al CPFF con un mensaje claro para el Gobierno: es hora de abrir «una nueva etapa» en la financiación autonómica.
Carriedo, tal y como recalcan las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, acudirá a la reunión con una exigencia firme: enterrar definitivamente cualquier financiación singular para Cataluña, el conocido «cupo separatista», y bloquear cualquier intento de condonación de deuda hecha a medida.
No a la condonación
Según explican, el Ejecutivo intentó presentar su salida como una postura tibia, cuando en realidad quisieron dejar claro su rechazo frontal al planteamiento de Hacienda. En la carta remarcan que no piensan avalar un modelo que premia a unas comunidades a costa del esfuerzo de otras y exigen que se rectifique la versión oficial.
Consejo de Política Fiscal y Financiera
El Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) vuelve a escena después del terremoto que provocó su última reunión, cuando los consejeros de Hacienda de las comunidades gobernadas por el PP se levantaron de la mesa para plantarse ante las «negociaciones» del Gobierno con los nacionalistas. Aquella salida no fue un gesto improvisado: fue un aviso de que el clima político ya estaba al límite.
Ahora, los consejeros regresan a la mesa este lunes tras meses de parón y en un ambiente que no ayuda en absoluto. El clima preelectoral aprieta, endurece los discursos y complica, aún más, las posiciones políticas de cada comunidad. Nadie llega relajado a esta cita.
El órgano que reúne al Gobierno y a las autonomías encara una reunión decisiva, marcada por la tensión acumulada y por la creciente incertidumbre sobre el rumbo que tomará la financiación autonómica en pleno choque político.
En el centro del tablero aparece el gran asunto que nadie quiere esquivar: los objetivos de déficit para 2026-2028, la pieza que determinará el margen de maniobra económica de las comunidades en los próximos años y que, según alertan varias autonomías, marcará si el Estado apuesta por la «igualdad real» o si abre la puerta a «privilegios territoriales».
