La plataforma S’ha acabat y los partidos PPC, Cs y Vox han denunciado el seguimiento semestral que quiere hacer la Generalitat del cumplimiento del uso de la lengua de docencia prevista en los planes de estudio en la universidad, por considerar que supondrá «el señalamiento de los castellanohablantes».
En contexto: el Departamento de Investigación y Universidades y el sistema universitario catalán han acordado hacer un seguimiento semestral para asegurar que las asignaturas se imparten en la lengua de docencia previstas en los planes de estudio, de las que se informa antes de la matriculación del alumno.
La consellera de Investigación y Universidades, Gemma Geis, ha presidido esta semana la reunión extraordinaria de la Comisión de Política Lingüística del Consejo Interuniversitario de Cataluña y ha asegurado que el Govern y las universidades se han reafirmado en su compromiso de «garantizar los derechos lingüísticos de los estudiantes y del profesorado, así como también asegurar el mantenimiento de la lengua de docencia de las asignaturas durante todo el curso».
En la reunión, en la que también han participado representantes de los estudiantes, se ha acordado que las universidades elaboren informes semestrales que entregarán al Departamento de Investigación y Universidades en los que se recogerán «todas las incidencias que se produzcan sobre cambios en la lengua de docencia».
Los informes también recogerán las causas y motivos de los cambios «y se hará un seguimiento del cumplimiento general de las lenguas de docencia en los diferentes planes docentes».
Esta medida ha suscitado las críticas de plataformas como S’ha acabat, una asociación de jóvenes no independentistas que ha denunciado en su cuenta de Twitter que «el señalamiento de los castellanohablantes en Cataluña ya es habitual y quieren normalizarlo. Esta vez —añade— se abandona la libertad de cátedra de los profesores universitarios».
Para el presidente de Ciudadanos en Cataluña, Carlos Carrizosa, esta medida supone «un escándalo que demuestra cómo el separatismo, con sus prácticas totalitarias, se ha convertido en el mayor enemigo del catalán».
Para el líder de Vox en el Parlament, Ignacio Garriga, «la educación debe ser uno de los pilares de nuestra sociedad, no un instrumento de adoctrinamiento en manos de fanáticos» y aboga por «liberar a las universidades de las imposiciones ideológicas y de su cultura de la cancelación».
También ha sido crítico con esta medida el líder del PPC, Alejandro Fernández, quien ha acusado a las formaciones independentistas de «recurrir a la imposición y a las listas negras cebándose con los más débiles: alumnos y profesores». Fernández anuncia iniciativas en contra cuando asegura: «No lo toleraremos y usaremos todos los instrumentos legales para pararlo».