El PSC desmiente que ERC esté lejos del Gobierno: «La relación con Moncloa es fluida»
Los socialistas catalanes buscan desmontar la ‘estrategia de tensión’ de los de Aragonès y sostienen que siguen pactando con Sánchez asuntos para Cataluña
Si el PSOE atraviesa un momento delicado tras las elecciones en Andalucía, el PSC resiste. Los de Salvador Illa son la principal alternativa al gobierno de ERC y Junts en Cataluña y buscan mantener el apoyo obtenido en las urnas desmontando la estrategia de tensión de ERC. Desde el terremoto político generado por el caso de presunto espionaje a los independentistas, los de Pere Aragonès se han visto obligados a distanciarse del Gobierno central, pero para los socialistas es solo una escenificación: «La relación con Moncloa es fluida».
Cada vez son más los dirigentes socialistas catalanes que atacan públicamente la estrategia a la que recurre ERC de cara a evitar los reproches de sus socios de Junts per Catalunya por mantener los puentes con Madrid. Después de la última reunión del ‘Govern alternativo’ del PSC, la portavoz del PSC en el Parlament, Alícia Romero, sostuvo que lo que transmite el Govern «no se corresponde con la realidad» porque los consellers y ministros mantienen «una relación fluida».
Distancia solo en el Congreso
Romero puso como ejemplo el encuentro que mantuvieron hace unos días el consejero de Economía, Jaume Giró, y la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño.
Estas declaraciones ante la prensa de la portavoz parlamentaria del PSC fueron antes de la reunión entre el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y la consejera de la Presidència, Laura Vilagrà. Algo que refuerza su tesis de que ERC no ha soltado amarras con el PSOE. Al menos, en los asuntos que afectan directamente a las inversiones y a la gestión de la administración catalana.
También el ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, acusó este viernes al Govern de tener miedo a aparentar que los problemas con el Ejecutivo central se han resulto y que, por ello, tienden a parecer «más reticentes»: «En el Gobierno de Cataluña tienen algunas diferencias con el Gobierno de España y quizás les dé miedo aparentar que los problemas se han resuelto ya y, por lo tanto, tienden a parecer como más reticentes», abundó.
División entre ERC y Junts
De hecho, esta predisposición de los consejeros de ERC de mantener su agenda con ministros ha suscitado el enfado de Junts per Catalunya. El presidente de Junts en el Parlament, Albert Batet, aseguró que su partido desconocía la reunión entre la consellera Vilagrà con Bolaños. Y defendió que para ellos las relaciones con el Ejecutivo central siguen «congeladas» tras el caso Pegasus.
El dirigente nacionalista insistió, además, en que ERC no ha cumplido el pacto de tener una estrategia coordinada en Madrid: «Parece que algunos quieren pasar de la mesa del diálogo a la mesita. Y ahí nosotros ya no cabemos. Junts, como siempre, somos partidarios de hacer un frente común independentista en Madrid para hacer valer nuestra fuerza».
Como informó THE OBJECTIVE, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, despierta malestar entre sectores del partido por sus recurrentes invectivas contra Junts. No obstante, tampoco Junts tiene sus filas compactadas. La nueva dirección bicéfala, con Jordi Turull y Laura Borràs, deberá clarificar la posición del partido en temas tan sensibles como si continúan o no dentro del Ejecutivo tras las constantes discrepancias con ERC. El viejo aparato convergente es partidario de mantenerse en el Ejecutivo, mientras que los sectores más máximalistas o afines a Puigdemont piden romper para no perder credibilidad ante su electorado.
El expresidente catalán y ahora eurodiputado, Carles Puigdemont, también ha presionado en contra del «diálogo» con Moncloa. Aprovechando la coyuntura actual abierta por el espionaje. Pero el PSC tiene claro que ERC mantendrá su mano tendida al PSOE.