El Gobierno quiere congelar la agenda catalana en año electoral y ERC presiona para reunirse
El Ejecutivo da por «consumado» el diálogo tras los cambios legislativos. Pero los independentistas piden reunir la mesa de diálogo como estaba acordado
El Gobierno de Pedro Sánchez da por «consumado» el diálogo con el Govern después de aprobar la derogación del delito de sedición y la reforma de la malversación, según explicaron fuentes de Moncloa a la Agencia Catalana de Noticias (ACN). Estas declaraciones han sorprendido en el Palacio de la Generalitat, ya que en la última reunión bilateral de julio acordaron volverse a citar antes de finalizar el año. Fuentes de ERC consultadas por THE OBJECTIVE sospechan que el Ejecutivo busca «congelar» la agenda catalana en 2023 por tratarse de «un año electoral» y ante el último sondeo del CIS que recorta la distancia del PP ante la polémica por la malversación.
De acuerdo con los independentistas, Sánchez considera que ya ha cumplido con su política del reencuentro con la concesión de los indultos, la derogación de la sedición y la rebaja de penas por la malversación y los cambios en el Tribunal de Cuentas, que investiga el desvío de fondos de varios líderes del procés. Y si bien es cierto que Oriol Junqueras prometió a Sánchez una lealtad que pasaba por no organizar más referéndums unilaterales, ERC presionará para reunir la mesa de diálogo tal y como estaba previsto. Y no duda que puedan conseguirlo: «El Gobierno ha relegado la prioridad de estos encuentros y después se han celebrado».
Priorizar la economía
Como informó este periódico, el Ejecutivo aceleró para llevar a cabo todas estas reformas antes de que finalizara el año. Su objetivo era «normalizar» la situación en Cataluña y, en 2023, centrarse en la economía, dejando el llamado ‘conflicto territorial’ en un segundo plano para que no les pasara factura ni en las elecciones autonómicas y municipales de mayo, ni en el último año de legislatura de Sánchez.
Desde el Gobierno hace tiempo que intentan reivindicar su gestión -en contraposición a la del anterior Ejecutivo del PP- con la afirmación de que han contribuido a «desinflamar Cataluña». Y la consigna del presidente es llegar al próximo año sin imprevistos y exhibiendo estabilidad, añaden fuentes gubernamental. Sin embargo, mientras el PSOE y el Gobierno tratan de trasladar la idea en la opinión pública de que han puesto fin al procés independentista, ERC considera que es un primer paso para avanzar hacia la «autodeterminación».
Este desencuentro, además, puede incrementarse a medida que se acerquen las elecciones. En Cataluña solo se celebran municipales, pero ERC querrá exhibir sus logros en la negociación con Sánchez de cara a competir con Junts en el espacio nacionalista. Por esta razón, desde el Govern presionarán para reunir la mesa entre gobiernos.
En sentido opuesto, desde el Gobierno aseguran que su estrategia funcionan. Y, como ejemplo, ponen que los republicanos han admitido que los hechos de octubre de 2017 fue delito al dar su apoyo al delito de desórdenes públicos agravados.
¿Sin referéndum de autodeterminación?
Desde el Gobierno también han relativizado la propuesta de ERC de celebrar un referéndum pactado. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, se abrió incluso a apoyar una «reforma de la Constitución» para que se lleve a cabo. El mensaje gubernamental es que los catalanes están hartos de la «división» y aseguran que está opción «está cerrada».
No obstante, en ERC no desechan este propósito y saben que si Sánchez les necesita para poder revalidar Moncloa, tendrán menos argumentos para negarse a ello. Y aunque la sintonía entre ERC y PSOE, y Gobierno y Govern, es mejor nunca, cada uno tiene sus propios intereses. Si el de los independentistas es mantener el rumbo al diálogo, la de Sánchez es que este 2023 Cataluña sea un bálsamo y tratar de recuperar terreno frente al PP.