Pánico en el independentismo: los datos demoscópicos reflejan que no hay relevo
Una década después de la sentencia del Estatut se invierte el apoyo a la causa separatista y los jóvenes de 18 a 24 años son los menos interesado en ella
El procés independentista ha dejado de ser el gran motor de la vida política catalana. Después de una década dominando el espacio público, las leyes de la naturaleza hacen que el apoyo mayoritario a la causa separatista quede relegado a los mayores de 65 años. Mientras tanto, los jóvenes de 18 a 24 años son los que menos interés tienen en el tema. El primer barómetro de 2023 del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), publicado este miércoles 5 de abril, refleja una tendencia que lleva años consolidándose: tan solo el 8% del total de los encuestados que están a favor de que «Cataluña se convierta en un estado independiente» son jóvenes de esas edades.
En sentido opuesto, el 28,5% de los que son partidarios de la secesión son personas de la tercera edad. Se trata del porcentaje más elevado de todos los grupos de edad. Si se compara con el barómetro anterior, el de 2022, el apoyo a la secesión es todavía menor en la actualidad. Se ve un descenso generalizado en todas las franjas de edad, aunque estadísticamente es poco significativo. En 2022, un 9,3% de los que votarían ‘sí’ a un estado catalán eran jóvenes de 18 a 24 años. Entre los mayores de 65 años, el respaldo a la causa independentista era del 25,6%.
Desde el CEO explican a instancias de THE OBJECTIVE que «es difícil saber el motivo por el que ha bajado el sentimiento independentista» entre la juventud, pero intuyen que «puede estar relacionado con la desafección política». A este respecto, explican que también han visto «cambios de opinión en los más jóvenes» en su posición sobre otros asuntos, como es el pago de impuestos.
La secesión ya no es «una cuestión de tiempo»
En los años más álgidos del plan rupturista, de 2012 a 2017, se confió en que era «cuestión de tiempo» lograr una mayoría social favorable a la creación de un nuevo estado catalán. No obstante, los expertos en demoscopia que han analizado los datos del CEO cruzando el apoyo a la independencia con la variable de edad han alertado de que no hay relevo generacional para una causa que ha sido más mayoritaria en Cataluña de los últimos años y que ha llenado las calles cada 11 de septiembre, fecha de la Diada.
De acuerdo con un análisis que publicó el diario Ara en 2021 con datos extraídos del CEO, en 2015 y 2016 los jóvenes de 18 a 24 años eran los más partidarios a la secesión de Cataluña (59%), pero apenas una década después de la sentencia del Estatut esta tendencia se ha invertido de forma categórica. Hasta el punto de que en julio de 2020 se situó en mínimos históricos (representando el 35,5% de la población total).
Independentismo de la tercera edad
El segundo grupo de edad que es menos partidario de la independencia, según este análisis de 2021, son los ciudadanos de 25 a 34 años. Incluso entre la franja de personas de la tercera edad (de más de 64 años) hay más apoyo a la secesión. De hecho, este grupo se situaba a la cola en esta temática en 2015 (34,5%), mientras que en mayo de 2021 ocupan la tercera plaza por franjas de edad que más apoya romper con el Estado (44,3%).
Los datos analizados parten de las tablas estadísticas de los barómetros trimestrales del CEO desde marzo de 2015 a mayo de 2021. Desde 2019, en ningún grupo de edad el independentismo supera la barrera del 50% de la población catalana. Las personas que tienen más cerca el final de sus vidas son las más independentistas, hasta el punto de que en mayo de 2021 esta posición era del 48,3% entre los mayores de 80 años. En cambio, entre los menores de 24 años el ‘sí’ a la independencia estaba en siete puntos menos.
La ANC busca relanzar el ‘procés’
Esta realidad que demuestran los datos oficiales también se aprecia a simple vista. En los últimos años, se han reducido drásticamente las concentraciones independentistas y entre los más movilizados se observa gente mayor de 50 años, sin apenas representación de los fragmentos más jóvenes de la sociedad catalana.
Este fenómeno generacional también ha dividido al independentismo sobre qué estrategia adoptar: mientras ERC pide «ampliar la base», Junts per Catalunya o la ANC son partidarios de recuperar el pulso con el Estado y aprovechar el momento actual. De hecho, la entidad secesionista prepara una lista cívica alejada de los partidos independentistas para reactivar el procés.
Las elecciones municipales del próximo 28 de mayo servirán para que los partidos y entidades puedan extraer una primera lectura de la salud del movimiento independentista y, a partir de ello, tejer nuevas alternativas en una coyuntura que no se antoja fácil para movilizar de nuevo a los más jóvenes.