Barcelona entrará en emergencia y tendrá restricciones en septiembre si no llueve mucho
El Govern cree que la sequía es «el principal problema que sufre Cataluña», ya que las previsiones meteorológicas «no apuntan a un cambio de tendencia»
La sequía está ahogando grandes partes de España, pero la ciudad de Barcelona sigue siendo de las más afectadas. El área metropolitana de la Ciudad Condal entrará en fase de emergencia y aumentarán las restricciones en septiembre si no llueve y mucho, a pesar de medidas como el reciente trasvase de los pantanos de Sau a Susqueda -ahora paralizado y que ha supuesto 15 hectómetros de agua-, ya que esta acción, y otras destinadas a aprovechar recursos, serán insuficientes. Así lo han expresado la portavoz del Govern catalán, Patrícia Plaja, y el director de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Samuel Reyes, en una comparecencia de prensa después de la reunión del Consell Executiu.
Plaja ha insistido en que la sequía es «el principal problema que sufre Cataluña», del que no se ve un final pues las previsiones meteorológicas «no apuntan a un cambio de tendencia», ya que no se prevé «ningún episodio importante de precipitaciones a medio largo plazo». Así, pese a que se ha reducido el consumo doméstico y el Govern ha desplegado medidas para aprovechar el agua, «si no llueve vamos a entrar en estado de emergencia hacia el mes de septiembre» en el sistema Ter-Llobregat, que abastece a más de 200 municipios del área metropolitana y a cerca de 6 millones de personas.
La emergencia es la última fase e incluye restricciones más severas, ya que el tope es de 200 litros por habitante al día sumando todos los usos, domésticos, agrícolas e industriales (en la fase actual de excepcionalidad el límite está en 230 litros). Por su parte, Reyes ha alertado de que los embalses de las cuencas internas están al 26% y el caudal del río Ter en Ripoll (Girona) y el del Llobregat en Guardiola de Berguedà (Barcelona) están «en mínimos históricos».
Si bien desde enero el consumo doméstico ha bajado cinco litros, hasta los 180 litros por habitante y día, Reyes ha admitido que, con la llegada del verano, a veces se incrementa el gasto, algo que ha pedido evitar. Una de las medidas estrellas que ha desplegado la Generalitat esta primavera es trasvasar el pantano de Sau, extremadamente vacío, hacia el de Susqueda, para evitar el deterioro del agua que ocurre en niveles muy bajos. Reyes ha indicado que este trasvase a grandes cantidades, con un coste de 140.000 euros, ya se ha paralizado tras haber salvado 15 hectómetros, reduciendo Sau a la mitad (de 24 a 10 hectómetros).
La paralización responde a que la calidad del agua que queda en Sau «ha empezado a empeorar» por la concentración de amonio, por lo que han optado por frenar la operación para analizar el agua restante. Ha clarificado que esto no impide que se puedan seguir traspasando recursos que sí están en buen estado a Susqueda, aunque ya sería en menores cantidades. También se ha suspendido la pesca de peces en Sau, tras haber eliminado las especies invasoras y dejar un volumen que, según Reyes, pueda vivir de acuerdo con el volumen de agua y de oxígeno restante.
¿Llenar piscinas o no?
Si bien el llenado de piscinas está limitado por las restricciones de sequía ya vigentes en la fase de excepcional, el Govern va a hacer una modificación para que aquellas en las que se han hecho obras sí se puedan llenar si son de uso comunitario, como las de hoteles o de municipios. Ahora bien, esos litros van a contar en el cómputo global asignado para cada localidad, así que «si se llenan piscinas, que haya ahorro por otra parte», ha aconsejado el director de la ACA.
Reyes ha confirmado que prevé aprobar la segunda quincena del próximo junio el plan hidrológico de las cuencas internas para el periodo 2022-2027, con unos seis meses de retraso, que reclama la Comisión Europea y por el que ha expedientado a la Generalitat. Ha achacado el retraso a la anterior dirección de la ACA, que estuvo «8 meses con el documento en el cajón».
En cuanto a actuaciones a más largo plazo, ha explicado que van a comenzar ya los estudios hidrológicos para construir dos nuevas plantas potabilizadoras del Besòs y que van a agilizar los trámites para ampliar la desalinizadora de Tordera de Blanes (Girona) y planificar otra en el Foix, entre Cunit (Tarragona) y Cubelles (Barcelona), cuya construcción costaría unos 15 millones de euros.