El PP catalán se vuelve «insostenible» con el fuego cruzado entre sus dirigentes por Sémper
Alejandro Fernández desconfía de su secretario general en Cataluña tras desafiarle en un tuit
El Partido Popular en Cataluña (PPC) vive una situación interna «insostenible» con sus dos principales dirigentes a la gresca: el presidente regional, Alejandro Fernández, y su número dos y secretario general, Santiago Rodríguez, según constatan fuentes populares consultadas por THE OBJECTIVE después del cruce de tuits en los últimos días entre ambos sobre la polémica del uso del euskera en el Congreso por parte de Borja Sémper.
Fernández publicó primero el martes un mensaje en sus redes sociales en el que criticó a Sémper de forma velada, aunque sin citarle, por hablar en euskera en el hemiciclo un día después de subrayar la víspera en Génova que ningún diputado popular utilizaría las lenguas cooficiales para «no hacer el canelo» en el pleno. «Hay un concepto en el tenis muy útil para cualquier ámbito de la vida: evitar los ‘errores no forzados’», aseguró el líder del PP catalán en medio del revuelo que hubo en el grupo parlamentario del PP tras la intervención del político vasco.
A las 48 horas, la mano derecha de Fernández en el PP catalán le devolvió a este último un golpe tenístico en forma de tuit. «Ace de Borja Sémper», ha indicado Santi Rodríguez en sus redes sociales al concluir el discurso de este último en el hemiciclo. El secretario general de los populares catalanes también es diputado nacional por Barcelona en la Cámara Baja.
«El secretario general corrigiendo al presidente», se queja un dirigente próximo a Alejandro Fernández. «Es insostenible su posición. Lo mínimo que se espera de un secretario general, en su posición, es una aparente lealtad pública, pero se dedica sistemáticamente a boicotear al presidente», subraya a renglón seguido sobre Santi Rodríguez.
El divorcio entre Fernández y Rodríguez empezó a verse en agosto. El secretario general afirmó hace un mes en Catalunya Ràdio que su formación «no negocia» con el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, sino que «habla» con el grupo de Junts per Catalunya en el Congreso de los Diputados: «Hablamos, no negociamos», dejó claro ante un polémico tuit previo de Fernández.
Rodríguez también subrayó que Feijóo tiene la «obligación» de «establecer contactos con todos los grupos parlamentarios» y conocer «de primera mano» su punto de vista, aunque eso no implique abrir una negociación. Finalmente, el presidente nacional del PP se echó para atrás después de oír las exigencias del expresidente prófugo de la Justicia.
Fernández se ha encontrado en las últimas semanas que varios dirigentes del PP catalán le están criticando en reuniones internas, después de que este último advirtiese a mediados de agosto a Feijóo de que no había nada que negociar con Junts. Dos de ellos son Manu Reyes, el actual presidente de la gestora del PP en la provincia de Barcelona, y Josep Tutusaus, número dos de Reyes en su calidad de secretario general de los populares barceloneses.
La estrategia de Feijóo sobre su relación con Junts a la hora de pedir su voto para la investidura levantó ampollas en el PP, a pesar de que el presidente nacional negó a THE OBJECTIVE que existieran estas diferencias: «No he percibido inquietud en mi partido», respondió en la rueda de prensa celebrada en el Congreso de los Diputados tras su reunión con el presidente de Vox, Santiago Abascal.
Pero lo cierto es que su reunión frustrada con Junts, cancelada al conocer las exigencias de Puigdemont, extendió un malestar entre un sector de los populares catalanes, al afirmar que no habían contado con ellos a la hora de diseñar esta estrategia, sobre todo en lo que se refiere a la idoneidad, o no, de sentarse con la formación heredera de la extinta CiU.