Daniel Sirera (PP): «Puigdemont apretará a Sánchez, pero no le va a ahogar»
El presidente del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Barcelona analiza la política española
Daniel Sirera (Badalona, 1967), a quien señalaron en su día por mantener conversaciones con Junts, poco antes de la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo, sigue «hablando con todos» y tomando cafés. Pero Sirera no ve pacto entre PP y Junts por ningún sitio. Con respecto al Gobierno catalán, Sirera advierte que hay un cambio «en las formas» con la llegada de Salvador Illa a la presidencia de la Generalitat, pero que Cataluña sigue pagando impuestos de primera y teniendo servicios de tercera. El jefe de los populares en el Ayuntamiento de Barcelona repite que las 9.000 empresas que salieron de Cataluña a cuenta del procés no han vuelto y explica que han visto que en otros territorios pagan menos, tienen más ayudas y la gente es más feliz que en Cataluña.
PREGUNTA.- Después de años de Gobiernos independentistas, en Cataluña ha habido un cambio que ha llevado al socialista Salvador Illa a la presidencia de la Generalitat. ¿Se ha notado el cambio y en qué?
RESPUESTA.- Es cierto que en los últimos años Cataluña ha vivido un tsunami de crispación e incluso violencia en la calle. Y es verdad que, con Illa, aunque las cosas no han cambiado sustancialmente, porque las 9.000 empresas que se fueron no han vuelto, ese punto de escenificación de normalidad institucional, de recuperar en muchos casos la bandera española, de recibir al Rey, ese tipo de cosas ha cambiado. Pero en lo sustancial seguimos siendo la comunidad autónoma que tiene los impuestos más caros, las empresas que se fueron no han vuelto y hay mucho camino por recorrer. Salvador Illa dice que hay que construir Cataluña entre todos y, para ello, debería dejar de negociar todo solo con los independentistas. Salvador Illa, en estos momentos, lleva una política de continuidad, aunque es cierto que, en las formas, es mucho más amigable, pero en el fondo, las cosas son las mismas.
P.- En todo caso, ese cambio en las formas. ¿En qué afecta a los ciudadanos de Cataluña?
R.- Es cierto que la situación en Cataluña era muy complicada, asfixiante. Y ahora, la gente tiene ganas de vivir bien y se agarra a un clavo ardiendo, para ello. Ese «clavo ardiendo» para muchos es Salvador Illa, para quienes defendemos que se hable y se ocupe no solo de las cosas que preocupan a los independentistas.
P.- Antes de la investidura de Alberto Núñez Feijóo, usted tuvo conversaciones o se tomó un café con un dirigente de Junts, lo que se interpretó como un intento por convencer a Junts de que apoyase la investidura de Feijóo…
R.- Me tomé un café con un concejal de este Ayuntamiento (Barcelona) y se da la circunstancia de que también es portavoz de Junts…
«Junts se fue y sigue en el monte… No veo ningún pacto con Junts»
P.- Casi año y medio después, ¿su relación con Junts sigue siendo la misma? ¿Hay conversaciones? ¿Cafés?
R.- Yo hablo con todo el mundo. Lo que es cierto es que Junts se fue y sigue en el monte y es muy complicado tener una conversación con Junts para tratar de algo que beneficie al conjunto de los catalanes. La máxima preocupación de Junts es el culto al líder, que Puigdemont pueda volver a Cataluña en un acto multitudinario, institucional, en loor de multitudes, mientras que nuestro trabajo, en este momento, es desalojar cuanto antes a Pedro Sánchez de la Moncloa. Nuestro objetivo es ofrecer a los españoles una alternativa de gobierno seria, coherente. Ese es el reto, hoy. Ahí hay gente que dice que hay pactos con los de Junts. Yo no veo ningún pacto. Cuando planteas una iniciativa concreta en el Parlamento y es coherente y hay grupos que te la apoyan, pues se agradece.
«Tenemos un Gobierno que gobierna para Sánchez y su familia»
P.- Se está refiriendo a la votación que impidió mantener el impuesto a las energéticas, en la que Junts y el PNV apoyaron al PP, dejando al Gobierno en minoría y perdiendo la votación…
R.- Nosotros todo lo que sea bajar impuestos, mejorar la vida de la gente en el tema de la energía, o para que haya recursos para los enfermos de ELA. En eso nosotros vamos a plantear nuestras iniciativas y si otros partidos políticos nos quieren apoyar, nosotros encantados.
P.- ¿Cree que esa votación podría ser el germen de una nueva mayoría, liderada por el PP, que propiciaría un cambio de Gobierno?
R.- Yo creo que Alberto (Núñez Feijóo) está haciendo una oposición de temas concretos, de propuestas en temas sociales, en temas económicos, incluso en el modelo territorial. Es un programa de gobierno para España y no lo que tenemos, que es un Gobierno que gobierna para Sánchez y su familia. Hay una alternativa real que está planteando Alberto Núñez Feijóo, que yo no entiendo que se pueda configurar de la mano de Junts. La alternativa a Sánchez la tienen que configurar los españoles, en unas elecciones generales, que tienen que ser cuanto antes para que podamos tener un gobierno que se ocupe de las cosas y de los problemas de la gente y no solo de los problemas judiciales que tiene Sánchez y su familia.
«Es muy complicado explicar a los votantes de derecha de Junts que la política económica de Sánchez es la de Podemos y Sumar»
P.- Puigdemont sí tiene en su mano provocar un final de legislatura, si apoyase una moción de censura del PP…
R.-Sí, pero sabe que tiene pillado a Sánchez y puede que no se encuentre en otra como ésta. Esos siete diputados son muy importantes para mantener a Sánchez en el Gobierno, pero puede que tras unas elecciones generales sean intrascendentes. Creo que va a apretar a Sánchez, pero no le va a ahogar.
P.- ¿Y qué sentido cree que tiene esta última exigencia de Puigdemont de obligar a someterse a Sánchez a una cuestión de confianza?
R.- Escenificar un cierto desacuerdo, para intentar sacar más cosas de Sánchez. Si quisiera que Sánchez se sometieron a la moción de confianza, le haría perder todas las votaciones, o anunciaría públicamente que ha roto su pacto de gobierno con Pedro Sánchez, pero no lo ha hecho. Si los de Junts están realmente disgustados con la política que lleva Sánchez, lo que tiene que hacer es abandonar el pacto de gobierno y dejar que Sánchez pierda las votaciones, porque también entiendo que es muy complicado de explicar para los votantes de derecha en Cataluña que votan a Junts, que la política económica o laboral del Gobierno Sánchez es la de Podemos y Sumar.
«Sánchez engaña a todo el mundo: a su partido, a los separatistas…»
P.- Lo que desde muchos territorios de España se entiende como una cesión, en Cataluña se ha empezado a leer, desde el mundo independentista, como un incumplimiento continuo de Sánchez, que incumple sus promesas y les engaña…
R.- Creo que Sánchez engaña a todo el mundo: a su partido, a los separatistas… No sé si engaña a su mujer, pero en fin. En definitiva, Sánchez no es de fiar. En Cataluña, hay mucha gente que espera más inversiones, no solamente los separatistas. Yo mismo estoy reivindicando continuamente la ampliación del aeropuerto de Barcelona, que es necesario. Y ahora mismo no hay excusa. Si no se amplía aeropuerto es porque los socialistas no quieren. Pero Cataluña necesita más inversiones. Eso no significa que, al reclamar más inversiones para Cataluña, diga que no se las den a la Comunidad de Valencia, Andalucía o Murcia, a las que el sistema de financiación ha situado entre las peor financiadas de España. Tenemos que hacer un sistema de financiación que no sea un chantaje continuo, porque algunos catalanes pueden estar contentos de que vamos a tener el cupo. Vamos, es que puede que otro día el Gobierno de España dependa de otras fuerzas políticas. No debemos someter el futuro de España a los intereses electorales de unos o de otros. Hay que pactar un sistema de financiación en el que todos estemos de acuerdo, en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). Y ver qué necesitan las comunidades autónomas. Pero el chantaje puntual al Gobierno de España para sacar un rédito económico político en Cataluña es pan para hoy y hambre para mañana.
P.- Entiendo que usted rechaza este modelo de financiación singular para Cataluña…
R.- Sí, sobre todo porque es irreal, porque es imposible cuadrar los números. Si usted plantea que le vamos a dar más dinero a Cataluña y más dinero a Murcia, Andalucía, ¿a quién se lo quitan? Es bueno que Cataluña vuelva al consenso constitucional, con las instituciones y los presidentes autonómicos y, entre todos, podamos diseñar cuál es el modelo de financiación que, sin beneficiar a unos más que a otros, no perjudique a nadie. Se habla mucho de la financiación de Cataluña, pero no de la financiación de los catalanes y por qué la Generalitat de Cataluña es el Gobierno que cobra los impuestos más altos de España. La pregunta es si tenemos mejores servicios. Y la respuesta es que no. Se muere mucha gente esperando la ayuda por la dependencia, tenemos el precio de la vivienda más alto de España, se cierran muchas camas en los hospitales en agosto, porque no hay médicos. Tenemos unos impuestos de primera y unos servicios de tercera. Hay gobiernos a los que Sánchez critica mucho, como Andalucía, Madrid o Comunidad Valenciana, que destinan la mayoría de sus recursos a Sanidad y Educación, no a Embajadas y cosas así… Vamos a exigir al Gobierno regional o al Gobierno de España que utilice los recursos que son de todos, como hacemos en nuestras casas. Si tú no puedes comprarte una televisión de plasma, porque tienes que priorizar dar de comer a tus hijos y garantizarles la educación, no malgastes el dinero.
«Las empresas que se fueron de Cataluña no quieren volver, porque tienen ayudas, pagan menos impuestos, crean trabajo y la gente es más feliz»
P.- Salvador Illa dijo ante sus homólogos, en la reciente Conferencia de presidentes, que él defiende la solidaridad frente a quienes, en otros territorios insolidarios, bajan los impuestos…
R.- Eso es un despropósito. Ellos exigen autonomía para Cataluña y que ellos puedan decidir, pero en cambio niegan a Ayuso, Mazón o a Juanma Moreno su capacidad de bajar impuestos. Solo les admite subir más y más los impuestos. Eso lo hace cualquiera… Lo difícil es gestionar bien, reduciendo el nivel de impuestos a tus ciudadanos. Y creo que es bueno y además está demostrando como en Madrid, cobrando menos impuestos que en Cataluña, los servicios funcionan bien, se generan más puestos de trabajo, se atraen inversiones y, por tanto, es un buen ejemplo a seguir. Impuestos más bajos, pero mucha más gente paga. En Cataluña no se ha hecho nunca. Y los catalanes vamos asfixiados, que muchas empresas que durante el procés se fueron de Cataluña, cuando han probado la política fiscal de los gobiernos del PP, ya no quieren volver, porque ven que tienen ayudas, pagan menos impuestos y a lo mejor crean más puestos de trabajo, vamos, que la gente es más feliz.
P.- ¿No teme que ese discurso, contra el concierto para Cataluña, le penalice, electoralmente hablando, dentro de Cataluña?
R.- La gente no es tonta y se da cuenta de que vivimos en un Estado, aunque no todo el mundo lo piensa. Hay que no quiere ser española, ni creen que hay que pagar esos impuestos, la solidaridad interterritorial es muy importante, como la tenemos los barceloneses con quienes viven en otras partes menos pobladas de Cataluña. Con nuestros impuestos se pagan hospitales en sitios menos poblados, carreteras. Y podríamos decir lo mismo que dicen ellos: «¿Por qué voy a pagar tantos impuestos? Si yo no recibo por lo que estoy pagando… Entiendo que hay gente que puede decir que el PP no defiende que Cataluña tenga más impuestos. Pero si un día resulta que hay una fuerza política nacionalista regionalista en Aragón, en Extremadura, en Navarra, de cuyos diputados depende el futuro Gobierno de España, le vamos a dar todos los recursos a ellos. Las reglas del juego tienen que ser iguales para todos.
Concierto País Vasco y Navarra: «Ahí poco podemos hacer»
P.- Buceando en los líderes y propuestas del PP catalán, nos encontramos con que Alicia Sánchez Camacho, en nombre del PP catalán, también pedía una financiación «singular» para Cataluña…
R.- Yo no estaba en el partido en aquel momento, pero asumo lo que lo que me plantea. Es cierto que cada comunidades autónomas. Tiene su propia singularidad. Por ejemplo, en Andalucía, es muy importante tener en cuenta la extensión del territorio, en otras, la población, la insularidad… Es bueno que las combinemos y entendamos y que los catalanes que hay muchas comuunidades con singularidades. Eso no significa que tengamos que hacer un modelo singular para cada una de ellas, sino un modelo común para todos, que tenga en cuenta la singularidad de los territorios.
P.- ¿Y deberíamos replantearnos las singularidades del País Vasco y Navarra, consagradas en la Constitución?
R.- En su momento, se llegó al acuerdo de que tuvieran esa singularidad. Y estoy seguro de que si ahora se tuviera que adaptar no se daría. Pero en aquel momento se decidió así, que era lo mejor para esas dos comunidades autónomas. Y creo que ahí poco podemos hacer…
«A Sánchez le gusta que las comunidades autónomas se enfrenten entre sí»
P.- ¿La financiación autonómica es solo una china más en el zapato de Sánchez, que se arrastrará durante un tiempo y acabará sin ser aprobado un nuevo modelo?
R.- A Sánchez le preocupa poco la financiación. Le da igual decir a unos y otros cosas distintas. Sánchez es así y mientras él esté en el Gobierno le va a dar igual todo, porque además, no gobierna casi ninguna comunidad autónoma. Por tanto, cree que esto es un problema entre las comunidades donde gobierna el PP, que son la mayoría, pero creo que es un problema que debemos afrontar juntos. Las comunidades tienen que ser capaces de llegar a un acuerdo. Es verdad que a Sánchez le gusta la tensión. Lo que le gusta a Sánchez es que las comunidades autónomas se enfrenten entre sí, porque eso a él le beneficia. Pero creo que todas, incluidas las del PSOE, creen necesario un acuerdo que no se vaya cambiando cada dos por tres. El modelo de financiación que tenemos ahora se pactó entre un gobierno del PSOE y el Gobierno de la Generalitat, en el que estaba el PSC y se vendió que era el mejor modelo que jamás podría tener España. Y ahora dicen que es que un modelo nefasto. Hay que hacer las cosas bien, para que perduren en el tiempo, y luego se hagan los ajustes necesarios.
P.- ¿Piensa usted que la financiación autonómica, con los propios barones socialistas en contra, acabará con Pedro Sánchez?
R.-Con Sánchez solo podemos acabar los españoles yendo a votar masivamente. Lo mejor es que los españoles nos conjuremos para que Sánchez forme parte de la historia, de un mal sueño que los españoles -espero- olvidemos pronto.
«Espero que a los socios del Gobierno se les caiga la cara de vergüenza, porque no podemos sostener a una persona sitiada por la corrupción»
P.- ¿Tampoco cree que los escándalos de presunta corrupción que se están investigando y que afectan al PSOE, o a la familia del presidente del Gobierno, no acabarán con la figura de Sánchez y con la legislatura?
R.- Espero que a los socios que aguantan la legislatura y al Gobierno se les caiga la cara de vergüenza y entiendan que ya no podemos sostener a una persona que está absolutamente sitiada por la corrupción. Que no sean cómplices del Gobierno. La corrupción es mala en cualquier caso, pero cuando afecta al núcleo más duro de tu propio Gobierno, cuando tienes la corrupción instalada en Moncloa, en tu familia, con su hermano, con su mujer, con su mano derecha en el gobierno, esto es insostenible. Lo que está haciendo ahora Sánchez no tiene nombre: gobernar con un Fiscal General imputado; con la mano derecha en su gobierno, Ábalos, como está; con la mujer (Begoña Gómez)… En cualquier otro país democrático de nuestro entorno, esto habría hecho que Sánchez hubiera dimitido y convocado elecciones. Y yo, que me veo con muchas personas han venido de Venezuela o de Cuba, me dicen que lo que están viendo ahora les recuerda mucho lo que vivían en sus países. Sánchez se mete con los medios de comunicación, con los jueces, desprecia al Parlamento, a la oposición, a la judicatura y su relación con el monarca tampoco es que sea especialmente buena. Aquí estamos consolidando un cambio de régimen. Se está cargando el régimen del 78. O decimos «basta» entre todos los españoles o vamos a tener un problema muy grave.
P.- Al principio de la legislatura municipal, usted facilitó con su votación, que el socialista Collboni se convirtiese en alcalde de Barcelona, para evitar que cayese en manos de los independentistas o de Ada Colau. ¿Lo volvería a hacer?
R.- Yo lo que hago es poner los votos al servicio de España. Era lo mejor para Barcelona, que no se pusiera al servicio de Carles Puigdemont. Es verdad que apoyar a un Gobierno socialista no es la mejor opción, pero lo que hago en su momento es poner nuestros votos al servicio de España. Lo mejor para Barcelona y para España era que Barcelona, que es la segunda ciudad de España, no se pusiera al servicio de Carles Puigdemont. Evitamos a los independentistas y el PSOE, entonces, decía que la amnistía es inconstitucional. Si tuviese que tomar esa la decisión hoy sería mucho más difícil de la que tome en su día. Además, hay algunas cosas que han mejorado. Después de 17 años, por primera vez, un alcalde de Barcelona ha recibido a Su Majestad el Rey, o se ha puesto la bandera española en el despacho del alcalde y yo me siento legítimamente orgulloso de haberle forzado.
P.- ¿Hay un problema de descoordinación y desavenencias en el Grupo Parlamentario del PP catalán, en el que está Alejandro Fernández y otros diputados elegidos en su día desde la dirección nacional del PP, sin tener muy en cuenta el criterio del líder del PP catalán?
R.- Yo percibo que es un grupo parlamentario cohesionado. Tenemos un líder del grupo que es Alejandro Fernández, que es, de facto, el auténtico líder de la oposición en el Parlament de Cataluña, el único dirigente político que hace temblar a Salvador Illa. Tenemos un portavoz, Juan Fernández, que está haciendo un trabajo excelente y veo a los diputados trabajando con los pescadores, con los comerciantes, en el territorio. Nuestro partido no es una secta. No todos pensamos lo mismo de todo. Creo que es bueno, además, que cada uno tenga su propia visión de las cosas.
«Mazón creyó que el PSOE no aprovecharía los muertos para hacer política contra él»
P.- Usted estuvo una temporada trabajando en la Comunidad Valenciana. ¿Qué lectura hace sobre la gestión de la tragedia provocada por la dana y las responsabilidades?¿Habría que modificar la ley para el futuro?
R.- El Estatuto de Autonomía establece quién tiene las competencias sobre qué. Por lo tanto, no hay duda. El único problema que tuvo Carlos (Mazón) es creer que el PSOE no aprovecharía los muertos para hacer política en contra de él. Creyó que Sánchez y el PSOE no aprovecharían la tragedia para intentar desgastarlo, sino que se ocuparían de los problemas de la gente. Y ahí se equivocó. Pero sí que lo dejó porque él fue incapaz, como yo creo que lo somos muchos de pensar que ante una tragedia tan, tan salvaje, el PSOE intentaría sacar rédito electoral. sí que es cierto es que, y lo ha dicho el propio Mazón, que hay que establecer un sistema en el que todos los avisos y los reglamentos, en cuanto a las emergencias, estén tasados.
P.- ¿Habría que asumir alguna responsabilidad por parte de Mazón?
R.- Yo quiero mucho a Mazón, pero independientemente de eso, le diré que los protocolos establecen perfectamente quién ha de estar en el Centro de Coordinación, que son la consellera de Interior y la delegada de Gobierno, que estaban ahí. Las decisiones se toman por ambas partes. Y no puede ser que el señor Mazón dirija al ejército. Él no puede decidir cuántos soldados se necesitan para acometer la labor de reconstrucción o de salvamento.
P.- ¿No debe pedir la intervención de la UME y concretar en qué puntos de la Comunidad deben actuar?
R.- Lo pidió a las 03.15 de la tarde del martes y la tragedia fue por la noche. Y mire, yo no tengo que decir si son 120, 30 o 6.000 que tienen que montar un puente. El presidente tiene los mecanismos que tiene, que no son muchos. Además, cuando alguien tiene la responsabilidad de decirte lo que va a caer y no te lo avisa… Y si tú no sabes lo que te viene encima, es muy difícil tomar medidas. La única medida que hubiera salvado tantas vidas hubiera sido que hubieran desalojado 70 pueblos un día antes. Es que nadie avisó de que eso iba a pasar. Yo creo que Mazón hizo lo que pudo, con la información que tuvo y con los medios que tiene un presidente de una comunidad autónoma.
P.- ¿Y el Gobierno de España, qué papel jugó y cuál debería haber jugado?
R.- Estoy seguro que si el presidente de la comunidad hubiera sido del PSOE, desde el primer momento el Ejército se hubiese desplegado sin mayor problema